No vuelvo a meterme con los libros viejos de mi abuela, de verdad que no lo volveré a hacer * Bajo sus brazos y hombros al escuchar la voz de aquel otro sujeto, estaba rendido, al parecer la aventura no iba a detenerse de ninguna manera y antes de siquiera soltar alguno de sus comentarios para el recién llegado sujeto un portal de tonos azules se abrió a sus pies tras tocar el suelo y solo agitó la mano una y otra vez antes de ser completamente consumido por este desapareciendo del lugar* Me tomare el resto del día.

-Observó desde arriba la inquietante escena que se avecinaba con el verdugo presente y cercano al humano. Ya no era asunto suyo, pero si le sería divertido ver las cosas alocadas que este podría ser capaz de hacer con el indefenso sujeto. Sin mucho que decir, se recargó sobre la ventana para deleitarse con el drama mañanero.-

*Aquella mañana se hace de buen humor, puesto que su presa del día anterior, había logrado por fin soltar la lengua en algo. Con la amenaza de que le quitase algo que, le pareció absurdo valorara más que su piel; por lo que, al acercarse al castillo de su Rey, tan sólo se extraña cuando algo sale disparado de una de las ventanas del castillo y, al mirar que se trata de un hombre extraño, sonríe con un morbo de expectativa inquietante.* Vaya.~ No tenía idea de que había algunos cerditos sueltos por ahí.

¿La vent..? *Quería reclamar algo, su necedad de mantener los ojos cerrados podría ser su caída, de forma literal, pero al menos trataría de mantenerse digno hasta el final, al ser tomado empezó a susurrar cosas en un idioma antiguo asegurándose de que no le escucharan, estaba listo, sintió la gravedad hacer lo suyo pero antes de tocar el suelo su cuerpo se detuvo en el aire y el abrió los ojos notando que la distancia igual no era tan grande, sin embargo había sido una excelente idea ser precavido* Yo me lo busque.

No señora, yo no dejé que entrara, solo apareció. -Musitó con suma calma aunque claro que luego de aquella orden, su mirada directamente se dirigió hacia la ventana, notando como el sanguinario verdugo de la familia estaba dando vueltas por ahí. Pese a la orden, tomó al muchacho como un costal de papas e hizo caso sin chistar, puesto de luego de unos instantes solo lo arrojó por la ventana de ese primer piso.-

*La pequeña observa con atención al extraño y, tras escuchar sus palabras, frunce el ceño, para dirigirse a Maximillian, y, espetarle molesta.* ¿Dejaste que entrara al castillo así? *Luego, al ver desde la ventana a su tío Bernard y, simplemente ordena, resulta, a su sirviente.* Arrojalo por la ventana.

Pues vaya que hemos sido todo menos precavidos, *Apresuró entonces a decir el chico de cabellos azules tras escuchar no solo al paladín sino también la voz que podía entender era la de la princesa, no le quedo de otra más que cerrar los ojos dejando así su suerte a la elección de ellos, inhalo profundamente para llenar los pulmones de aire antes de hablar, sabía que tomaría tiempo explicar lo sucedido*, Un sucio humano su alteza, una disculpa por estar ante su presencia, sin embargo con la intención de no ofender su figura mantendré mis ojos cerrados en espera que alguno de sus guardias me eche de aquí como es correcto.

¿Que pasó? *Se escucha una voz perezosa, desde el rincón, pues, la pequeña princesa despierta y, guiada por el sonido de la conversación, entre su sirviente y alguien más, se encamina con curiosidad al lugar; para ver a un extraño, con Maximillian.* ¿Tú quién eres?

A mis señores no les agrada la gente mentirosa y mucho menos los humanos, así que... es preferible que evitemos cualquier interacción, por bien tuyo. -De aquel rostro frío, una sutil sonrisa irónica se dibujó de un momento a otro, quizás por cortesía o por el simple hecho de que no deseaba involucrarse con los de su tipo.-

Soy un humano, uno con sentido del humor, y con algo de honor de vez en cuando, si las reglas son que ningún sucio humano la vea es algo con lo que puedo vivir, disculpa por la broma no era mi intención que la creyeras, y cuidado con las respuestas que damos los humanos espera un poco antes de acceder o alguno podría tener realmente la intención de mentir.