31-35, F
I will dominate you.
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User1566054 · 100+, M
User1566054 thinks you are Sexy.
SW-User
Espero lo mismo....por ahora solo dire mi nombre Starrk Coyote La Primera Espada Del Ejercito Arrancar
SW-User
//Por supuesto. ¿Donde empezamos?
SW-User
Buenas Tardes, Se Le Agradece por su Solicitud de Amistad
Espero Que nos llevemos bien...
Atte:
Starrk Coyote - La Primera Espada
Espero Que nos llevemos bien...
Atte:
Starrk Coyote - La Primera Espada
Shalnark · 26-30, M
Shalnark thinks you are Charming.
CuChulainn1552506 · 36-40, M
En ese momento ese encuentro predestinado estaba sucediendo, el hombre de largos cabellos azules se volteó y sonrió con suavidad hacia Medb, ¿Sabía él que ella había sido parte del complot para poder matarle por primera vez hace tanto tiempo?, en ese momento, no parecía saberlo o quizá no le importaba. Pero claramente recordaba el día en que Cú derrotó a todas las fuerzas de Medb que traía con ella, hasta el punto en que le perdonó la vida y le mantuvo de prisionera por un largo tiempo, aún así tratándole como una reina.
El muchacho esperó que ella bajara de la carroza, sus ojos se posaron en la mujer cuyo destino era el desdén mútuo entre ambos, por lo que agregó con calma. -Ha pasado demasiado tiempo, Medb. ¿Qué te ha traído a Ulster? No te veo acarreando banderas y estandartes de guerra para conquistar estas tierras, ni con 100 soldados para intentar tomarlas. -Agregó con respeto y calma, a pesar de la historia de ambos, añadiendo así. -¿Es verdad que sólo has venido a observar mi retorno? Quizá la diosa Morrigan tuvo piedad de mi ser y decidió que la otra vida no es un lugar para un guerrero como yo.-
Así mismo la gente se apartó pero al mismo tiempo, observaban y cuchicheaban, todos parecían interesados en el encuentro, pero estaban lo suficientemente asustados por lo que podría pasar como para quedarse demasiado cerca, así que observando de modo discreto pero continuando con sus propios menesteres, los hombres y mujeres del mercado continuaban haciendo lo suyo.
El muchacho esperó que ella bajara de la carroza, sus ojos se posaron en la mujer cuyo destino era el desdén mútuo entre ambos, por lo que agregó con calma. -Ha pasado demasiado tiempo, Medb. ¿Qué te ha traído a Ulster? No te veo acarreando banderas y estandartes de guerra para conquistar estas tierras, ni con 100 soldados para intentar tomarlas. -Agregó con respeto y calma, a pesar de la historia de ambos, añadiendo así. -¿Es verdad que sólo has venido a observar mi retorno? Quizá la diosa Morrigan tuvo piedad de mi ser y decidió que la otra vida no es un lugar para un guerrero como yo.-
Así mismo la gente se apartó pero al mismo tiempo, observaban y cuchicheaban, todos parecían interesados en el encuentro, pero estaban lo suficientemente asustados por lo que podría pasar como para quedarse demasiado cerca, así que observando de modo discreto pero continuando con sus propios menesteres, los hombres y mujeres del mercado continuaban haciendo lo suyo.
CuChulainn1552506 · 36-40, M
Úlster era próspero por el momento, la agricultura y la prosperidad de la época se veían bastante en el lugar ya que las guerras habían acabado, el mercado del lugar se encontraba lleno y ruidoso, y los Reinos en Irlanda estaban en paz en aquella época ya que las guerras habían acabado, al ver el carruaje sin duda los pueblerinos se hacían a los lados, algunos susurraban cosas inaudibles para los oídos de la Reina, era obvio que había opiniones divididas sobre ella, algunos le veían con temor, otros con respeto y otros inclusive con odio que debían ocultar por su propio bien.
Sin embargo al acercarse aquella mujer llamada Medb a los adentros de la parte de afuera del pueblo de Úlster y claro más allá de donde se encontraba la gran fortaleza y los nobles, ella pudo observar un gran tumulto en medio de aquella villa. Habían pasado varios años desde la muerte de Cú Chulainn, conocido también como Sétanta, el Niño de la Luz, el joven que murió defendiendo en lo que creía, pero también el Sabueso que había mordido a muchas personas para lograrlo.
- ¡Vamos! ¡Que no es tan importante el hecho de que esté aquí! Sólo me han dado una segunda oportunidad y pienso disfrutarla al máximo ahora que sé que todo está como debe estar.
Aquella voz sin duda sería inconfundible para Cú, el hombre de cabellos azulados llevaba en su Shillelagh en su mano diestra aquel bastón rúnico, y claro Gaé Bolg estaba enfundada en su espalda, mientras le daba la espalda a la venida de Medb, por ende no se percataba de que ella se acercaba, hasta que el bullicio de la gente que le daba la bienvenida se detuvo, y Cú pudo sentir el miedo de muchos de ellos, lo cual le hizo voltear.
El peliazul ladeó su rostro, se le notaba confuso, ¿Era quién creía? Cú no sabía para ese entonces con exactitud sobre la aparición de su "Alter" pero bien sabía que cierta parte de él se había ido, cierta parte mucho más oscura, y ahora sin duda además del porte más maduro parecía un druida de Conchóbar, posando sus ojos carmesí en el horizonte cercano donde se acercaba aquella que alguna vez planeó su muerte.
Sin embargo al acercarse aquella mujer llamada Medb a los adentros de la parte de afuera del pueblo de Úlster y claro más allá de donde se encontraba la gran fortaleza y los nobles, ella pudo observar un gran tumulto en medio de aquella villa. Habían pasado varios años desde la muerte de Cú Chulainn, conocido también como Sétanta, el Niño de la Luz, el joven que murió defendiendo en lo que creía, pero también el Sabueso que había mordido a muchas personas para lograrlo.
- ¡Vamos! ¡Que no es tan importante el hecho de que esté aquí! Sólo me han dado una segunda oportunidad y pienso disfrutarla al máximo ahora que sé que todo está como debe estar.
Aquella voz sin duda sería inconfundible para Cú, el hombre de cabellos azulados llevaba en su Shillelagh en su mano diestra aquel bastón rúnico, y claro Gaé Bolg estaba enfundada en su espalda, mientras le daba la espalda a la venida de Medb, por ende no se percataba de que ella se acercaba, hasta que el bullicio de la gente que le daba la bienvenida se detuvo, y Cú pudo sentir el miedo de muchos de ellos, lo cual le hizo voltear.
El peliazul ladeó su rostro, se le notaba confuso, ¿Era quién creía? Cú no sabía para ese entonces con exactitud sobre la aparición de su "Alter" pero bien sabía que cierta parte de él se había ido, cierta parte mucho más oscura, y ahora sin duda además del porte más maduro parecía un druida de Conchóbar, posando sus ojos carmesí en el horizonte cercano donde se acercaba aquella que alguna vez planeó su muerte.