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Exᴘʟᴏsɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴘᴏᴄɪᴏɴᴇs. | Rᴏʟ ᴄᴏɴ Aʟɪᴄᴇ Fᴏʀᴛᴇsᴄᴜᴇ
 
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—Si, es cierto, lo hicimos muy rápido....—Levantó una mano para chocar los cinco con su amiga, mientras esbozaba una sonrisa cargada de satisfacción en su rostro adormilado. demasiado rápido.

Un ligero sentimiento de que algo no iba bien comenzó a instalarse en sus entrañas mientras observaba como el resto del curso iba por lo que parecía la mitad de la preparación y usaban algunos ingredientes que ellas no e incluso invertían el orden.

Demasiado rápido. —Pero bueno, ellos podían ser los que estaban equivocados...¿verdad? El profesor había estado lejos de ambas mientras lo que duró su proceso de preparación, así que no se imaginaba de lo que estaba a punto de pasar. Y menos proviniendo del caldero de dos buenas alumnas, que no tenían un historial peligroso cerca de las pociones.
Fue tomando la tinta de calamar, la cual estaba en un frasco mediano, completamente sellado, hasta que la leona decidió ir abriéndolo para cuando su amiga/compañera colocara más ingredientes a su caldero.

—¿Estás lista con lo que falta? Tengo entendido que la tinta va al final para que tenga mejor efecto la poción… o algo así dijo Slughorn—
—"Siccavi"—

Dijo en un tono algo bajo mientras apuntaba con su varita aquella pulpa para sacar el jugo, en forma de humedad, de la fruta. De ahí en más, ya no entendió las instrucciones, por lo que inmediatamente las puso en el caldero que parecía estar hirviendo.

—Solo faltan pocos ingredientes y tendremos esto más rápido que el resto. No fue tan complicado, ¿verdad Alice?—

Dijo en un tono bastante orgulloso, sacando el pecho y llevando sus manos a sus propias caderas simulando una pose triunfal. Se tenía entendido que si la poción alisadora no funcionaba, podría llegar a dañar todo aquello que tocase, además de no surtir efecto alguno cuando se aplique a alguna superficie.
Era claro que, a pesar de tener la reputación de impuntual o aquella en donde se le podría ver en varios festejos (en especial cuando ganaban algún partido a los de Slytherin), Marlene podía tener calificaciones bastante altas, no tanto como Alice, Dorcas o la misma Lily, pero tampoco podía ser considerada como una alumna mala que no haría sus deberes en tiempo y forma. Vio como Alice había comenzado con la preparación de la poción, algo que hizo que despertara de un pequeño trance en lo que terminaba de recordar los ingredientes que se suponía había anotado. Ladeó la cabeza algunas veces, luego fue a uno de los estantes del aula, junto con su pedazo de pergamino para buscar una mandarina y tinta de calamar, pero no había anotado cuánto se necesitaba de cada cosa. Con las manos algo “llenas” volvió a su caldero y comenzó a secar la pulpa que tenía.
—Si con "hasta tarde" te refieres a "hasta el desayuno"...sí. —Confesó mientras intentaba reprimir un nuevo bostezo y se preguntó si el profesor alguna vez les haría preparar una poción para revertir las ojeras o tal vez las chicas podrían enseñarle algún método muggle para combatirlas. Dejó la pluma de lado y con sus manos mantuvo sus ojos abiertos para escuchar la clase, pero comenzó a imaginarse a Slughorn con el cabello lacio y soltó una risita. Ahora sí, ya con las indicaciones y la cátedra dada, debían comenzar a realizar la poción cuyos ingredientes Alice había anotado mal y a menos que Marlene se percatara de ello, la situación iba a terminar en desastre. Así la leona comenzó a picar con cuidado una raíz e invitó con esa acción a su compañera a encargarse de cortar/trozar/pesar algún otro ingrediente.
—¿Te quedaste dormida? Que ironía.—Comentó divertida ante la posibilidad, ya que con Marlene en muchas ocasiones solían ser polos opuestos. Sacó una pequeña bolsa de dulces variados y la colocó frente a su amiga con una mirada que transmitía comprensión y que no esperaba que se los devolviera, mientras que con la otra mano continuaba anotando las indicaciones que había que seguir para la poción. Con muchos manchones de tinta y confusión de palabras, algo no común en Alice. Siempre solía prestar sus apuntes y recibir elogios por su prolijidad, pero claro, siempre que no intentara dormirse sobre su mano y desparramara la tinta. Definitivamente nunca más cometería semejante aventura nocturna, le era imposible concentrarse. ¿Cuántas horas más debía mantenerse despierta? Comenzó a ser cálculos mentales sin escuchar al profesor, fijando su vista accidentalmente en un Slytherin. Las últimas palabras de su amiga la sacaron de la ensoñación y le sacaron una sonrisa recordando el libro.
Escuchó la palabra “dulces” e inmediatamente asintió con una sonrisa algo nerviosa para no delatar del todo su apetito voraz.

—No me vendrían mal algunos en lo que llega la hora de comer. —

Musitó con un aire un tanto divertido, luego observó detenidamente a su compañera y amiga, fijamente como si quisiera examinarle hasta lo más profundo de su alma; claro, había notado cierto cansancio, pero no estaría 100% segura si era así hasta poder preguntarle.

—¿Te quedaste hasta tarde? Solo recuerdo que te fuiste casi saltando anoche con ese libro que te llegó. —

Después, cuando el profesor Slughorn giró para dirigirse a todos, comenzó a explicar el procedimiento de su siguiente poción “Poción alisadora de Sleekeazy”, aquella que sirve (de manera usual) para alaciar el cabello, Marlene hizo algunas anotaciones, pero su letra no había sido la mejor en ese momento, ya que solamente se interesaba en que Alice le dijera al
Había logrado su cometido, que Alice tuviera una reacción ante tal saludo que tenía algo de intención para llamar atención de toda el aula, pero al ver que el profesor no hizo comentario alguno, apretó sus labios, fingiendo que había estado desde el inicio de la clase anotando o garabateando en uno de sus pergaminos. Sin más, ya estando puesta en su sitio junto a su amiga, soltó un ligero suspiro y terminó de peinarse algunos cabellos alborotados que le había dejado la almohada. Su mirada no parecía tan cansada, al contrario, es como si la pasara toda una eternidad durmiendo, sino es que más; su típica impuntualidad siempre le traía algunos problemas, pero eso nunca fue impedimento para sacar buenas notas, aunque no fuera la mejor de su clase.

Cuando Alice le reafirmó que no había asistido al Gran Comedor para tomar desayuno, miró hacia su estómago, el cual rugió del hambre que tenía.
Ocultó un bostezo silencioso con la palma de su mano y luego lanzó un largo suspiro dirigiendo su mirada a la pizarra donde se estaba anotando la tarea del día.

—No te vi en el desayuno, ¿quieres dulces?—
Lo cual consideraba imposible en aquel estado donde no podía concentrarse más de dos minutos sin tender a quedarse dormida. Con el brazo colocado a 90° grados de la superficie del escritorio, intentó sostener sus cabeceos pero la necesidad de dormir crecía cada vez más. Estaba a punto de entrar en un sueño cuando escuchó su nombre...si Mckinnon no quería llamar la atención, cometió un terrible error al atrapar a la leona desprevenida.

¡Si profesor estoy escuchando!— Alice exclamó en un tono de voz cercano a un grito, llamando la atención de todos en el recinto sobretodo de Slughorn, que la miró algo confundido pero lo dejó pasar. Con el color rojo tiñendo sus mejillas y queriendo que la trague la tierra, fulminó con la mirada a su amiga, lo cual no tardó mucho en ser reemplazado por un brillo de alegría al darse cuenta que Marlene estaba junto a ella.

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