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T1581466 · 26-30, F
(...) No dudó ni un segundo en hacerse hacia atrás en cuanto el hombre idiota cayó. — Veeeeerga... Que caliente me pones cuando los truenas así. Tenemos que salir por el frente. —
Peligroso, tal vez. Pero era la única opción que tenían para huir. Le dió uno de los maletines a la más alta, al fin eran todos los pendejos que cuidaban, con su ropa holgada y camisas de la "tienda". Emprendió salida de inmediato, no quería más sorpresas o peor aún, a la policía.
Peligroso, tal vez. Pero era la única opción que tenían para huir. Le dió uno de los maletines a la más alta, al fin eran todos los pendejos que cuidaban, con su ropa holgada y camisas de la "tienda". Emprendió salida de inmediato, no quería más sorpresas o peor aún, a la policía.
T1581466 · 26-30, F
Ya había visto su vida pasar ante sus ojos, era como una película mexicana mala pero al menos salía Martha Higareda como Maverick, ver esas tetas valía toda la pena del mundo. Pero su película tendría segunda parte, porque ni se iba a dejar del pedazo de pendejo que le apuntaba, ni tampoco se esperaba el llegar de Maverick, al menos se habían encontrado en algún punto cercano antes de que alguna terminara herida, o al menos un poco más puteada. Sus ojos felinos se posaron sobre aquel hijo de perra que tanto la estaba insultando.
Solo le regaló una sonrisa de medio lado, en espera de que Mav terminara con aquello, los maletines a pesar de llevar solo billetes estaban pesados. (...)
Solo le regaló una sonrisa de medio lado, en espera de que Mav terminara con aquello, los maletines a pesar de llevar solo billetes estaban pesados. (...)
M1576007 · 26-30, F
mofándose. Entre que él disfruta su supuesta victoria, Maverick no pierde el tiempo para encaminarse a la distancia, aunque acortando esta un poco más al alzar el cañón de Grief, el cual no tarda en apuntar hacia la cabeza del sujeto —¿Besas a tu madre con esa boca? —alza una ceja a medida que su rostro se ladea —Hagamos esto rápido —dice Ghoul, a lo que él responde "¿Hacer rápido qué, perra?", algo que a Maverick parece removerle las entrañas por el mal sabor de boca que le provoca lidiar con semejante personaje —Le digo a ella, imbécil.
M1576007 · 26-30, F
tragedia por su estupidez. Parece que no había más guardianes, aunque entendía que bien puede tratarse de una treta planificada por los Santa Cruz, cosa que no deja de ser lo que esté rondando su mente. Los maletines faltantes estaban delante de Maverick, pero gracias a que era una sola con las sombras, como si de un acto tan natural se tratase, fue acercándose poco a poco al aprovechar la distracción del hombre. Este aún estaba lidiando con Teresa, quien indudablemente no tarda en cargar el arma de manera amenazante, buscando que esta se doblegue a sus deseos. "Sé una buena perra y entrégame ese maletín" alcanzó a escuchar Maverick a la distancia. La sangre le hervía de tan sólo escuchar su tono de voz, esas palabras. Indudablemente puso un gesto que indica cuánto le repugna.
"¡Dámelo dije!" alzó su voz como un desquiciado, incluso golpeando levemente la cabeza de la invasora (Teresa). "¿Dónde está la otra basura? Seguro ya le metieron un tiro en la cabeza a la estúpida" [...]
"¡Dámelo dije!" alzó su voz como un desquiciado, incluso golpeando levemente la cabeza de la invasora (Teresa). "¿Dónde está la otra basura? Seguro ya le metieron un tiro en la cabeza a la estúpida" [...]
M1576007 · 26-30, F
Una vez se hizo cargo de este último, no vuelve a enfundar a Grief hasta ese momento, pues el sonido, ese bullicio a la distancia llama poderosamente la atención de Ghoul quien inevitable se escabulle entre las sombras. La mirada de Maverick se mantiene alerta y al tanto, pero entre más la acercan esos pasos lentos más parece percibir la voz de Teresa en algún lugar, siendo un sitio tan grande cual bodega, fue fácil visualizar lo que aconteció a la distancia. La gran puerta se había cerrado y es cuando pudo ver a Teresa. El corazón le palpitó a mil por hora en esos segundos de tranquilidad, pero pronto vuelve ese estado de alerta en cuanto ve el cañón apuntadole a la cabeza. —Mierda ¡Mierda! —emitió por lo bajo, tratándose de un susurro en cuanto cesó la caminata. Lo que menos busca es ser vista y causar una [...]
T1581466 · 26-30, F
...quédate ahí, hazte el muerto y no te mato. Busca un puto trabajo de verdad. — el muchacho obedeció, estaba lastimado, pero se aseguró que fuera pura carne, Teresa era demasiado sentimental.
Siguió caminando, le faltaba el cuarto ¿De verdad calcularon mal? No importaba. Ahí estaba la bóveda abierta, porque así eran los cholos, pendejos sin cuidado, todo el dinero estaba en dos maletines que ahora debía proteger con su vida. Salir por en frente era lo difícil, aunque seguramente Maverick estaba dándole apoyo ¿Cuántas personas les faltaba por matar? La puerta que daba hacía lo profundo para después salir era lo que le ponia nerviosa. Tomó el dinero y se aventuró a la puerta de metal que solo se abría desde adentro, de hecho ambas se abrían desde adentro únicamente.
— Ah... Puta. ¿Pensaste que te podías llevar eso? Perra mala. — susurró una voz que le apuntaba con un cañón en cuanto la puerta se cerró tras ella. Ahí estaba el cuarto.
Siguió caminando, le faltaba el cuarto ¿De verdad calcularon mal? No importaba. Ahí estaba la bóveda abierta, porque así eran los cholos, pendejos sin cuidado, todo el dinero estaba en dos maletines que ahora debía proteger con su vida. Salir por en frente era lo difícil, aunque seguramente Maverick estaba dándole apoyo ¿Cuántas personas les faltaba por matar? La puerta que daba hacía lo profundo para después salir era lo que le ponia nerviosa. Tomó el dinero y se aventuró a la puerta de metal que solo se abría desde adentro, de hecho ambas se abrían desde adentro únicamente.
— Ah... Puta. ¿Pensaste que te podías llevar eso? Perra mala. — susurró una voz que le apuntaba con un cañón en cuanto la puerta se cerró tras ella. Ahí estaba el cuarto.
T1581466 · 26-30, F
...significaba perder mucho tiempo. Sacó el arma de su pierna, parecía de juguete, sí. Pero un tiro entre ceja y oreja. ¿Cuál? No importaba, ahora estaba toda salpicada de sangre. El balazo se ahogó en las paredes antisonoras del lugar, esa habitación la tenían así, seguramente no era solo para resguardar el dinero.
El último fue más listo, ya vio que no le iba a ganar a la morena para los putazos, así que corrió a atacarla con una escuadra corta, no, Teresa no era a prueba de balas, así que volteó uno de los escritorios y se ocultó agachada tras él.
— ¿Quién eres, perra? ¿Qué quieres aquí?
Preguntó el insulso cómo si le fueran a responder. Estaba nervioso casi, parecía ser su primer trabajo porque estaba todo enclencle todavía. Su voz de quebró, como sus piernas cuando Teresa le disparo a una de las rodillas.
— Ay por favor. Eres un extra de tres pesos.
Mientras él se retorcía, Teresa salió del escondite y se abalanzó sobre él para quitarle la escuadra. — quédate ah
El último fue más listo, ya vio que no le iba a ganar a la morena para los putazos, así que corrió a atacarla con una escuadra corta, no, Teresa no era a prueba de balas, así que volteó uno de los escritorios y se ocultó agachada tras él.
— ¿Quién eres, perra? ¿Qué quieres aquí?
Preguntó el insulso cómo si le fueran a responder. Estaba nervioso casi, parecía ser su primer trabajo porque estaba todo enclencle todavía. Su voz de quebró, como sus piernas cuando Teresa le disparo a una de las rodillas.
— Ay por favor. Eres un extra de tres pesos.
Mientras él se retorcía, Teresa salió del escondite y se abalanzó sobre él para quitarle la escuadra. — quédate ah
T1581466 · 26-30, F
En cuanto entró ya estaba peleando con uno de los sujetos, eran tres los que custodiaban la habitación, lo que le pareció extraño pues en el informe decía que justo ahí dentro debían estar cuatro, en ese momento las cuentas no le daban y cuatro ya le suponía una desventaja sino sabía dónde estaba el otro. La bomba de humo se había disipado muy rápido porque era una señaladora, ahora no tenía como decirle a Mav que necesitaba ayuda para cuando realmente la necesitara.
El hombre con el que peleaba no duró mucho, los cuchillos a corta distancia le dieron la ventaja rápido, pero en cuanto la bomba se disipó tenía que enfrentarse a los otros 2, quienes se lanzaron contra ella, no sabía si estaban haciéndola menos porque ninguno fue tan listo como para ir a agarrar los rifles, fueron a romperle el hocico a mano limpia. Cómo que querían vengarse, Teresa se quedó con uno de lo cuchillos para pelear, pero eso...
El hombre con el que peleaba no duró mucho, los cuchillos a corta distancia le dieron la ventaja rápido, pero en cuanto la bomba se disipó tenía que enfrentarse a los otros 2, quienes se lanzaron contra ella, no sabía si estaban haciéndola menos porque ninguno fue tan listo como para ir a agarrar los rifles, fueron a romperle el hocico a mano limpia. Cómo que querían vengarse, Teresa se quedó con uno de lo cuchillos para pelear, pero eso...
M1576007 · 26-30, F
Entre que la fuerza de las balas iban empujándola hacia atrás ante la peligrosa cercanía, apoya su cabeza y hombro izquierdo contra el torso masculino para liberar la mano derecha, y con ella buscar a Grief, el revolver que carga siempre consigo. Toma este con algo de trabajo ante la posición incómoda, pues los segundos eran preciados como siempre, y al asegurar el arma en su mano, asoma el cañón por debajo de uno de los hombros del hombre —ahora muerto— que es utilizado como su barrera —Aquí te mueres, hijo de perra —susurró con total agresividad, estaba harta de tener que soportar el peso y llenarse de la sangre de un desgraciado como este. Su revolver acciona un par de disparos certeros, buscando el rostro en todo momento.
Las balas impactaron, perforando y destrozando tejido, hueso y todo tipo de materia orgánica de lo único que alguna vez fue un rostro. El arma en las manos del hombre siguió accionada desde el primer disparo hasta su deceso contra el suelo.
Las balas impactaron, perforando y destrozando tejido, hueso y todo tipo de materia orgánica de lo único que alguna vez fue un rostro. El arma en las manos del hombre siguió accionada desde el primer disparo hasta su deceso contra el suelo.
M1576007 · 26-30, F
quien se esconde en la penumbra —Ah shit... Here we go —suspira un poco, cosa que asusta al hombretón con el arma. No duda en alzar esta para disparar, pero lo único que sale entre la espesura de la oscuridad son las manos de Maverick tomando el dorso del cañón del rifle, valiéndose de la incertudumbre y la desorientación de su oponente, mientras logra acestar un golpe contra la tráquea masculina con ayuda de sus nudillos —de la mano libre—. Mientras aquello sucedía, el otro custodio se gira media vuelta al escuchar el sonido torpe de una respiración, de su compañero intentando tomar bocanadas de aire, pero con trabajo.
Alza el arma y no duda en disparar en dirección a la atacante —que hasta ahora permanece en el misterio ante sus ojos—. Maverick utiliza el cuerpo del primero para tomarlo desde los brazos y cubrirse, cual escudo de carne. La ráfaga de balas perforan las zonas expuestas por el antibalas, por lo que el hombre empieza a ser acribillado. [...]
Alza el arma y no duda en disparar en dirección a la atacante —que hasta ahora permanece en el misterio ante sus ojos—. Maverick utiliza el cuerpo del primero para tomarlo desde los brazos y cubrirse, cual escudo de carne. La ráfaga de balas perforan las zonas expuestas por el antibalas, por lo que el hombre empieza a ser acribillado. [...]
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