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M1576007 · 26-30, F
—Huh... —esta vez no duda en dibujar una sonrisa ladina, producto de la visión en la que sus ojos encontraron a Teresa engullendo todo lo que conseguía con esa alevosía. El verla degustar de esa manera le despertó el apetito, pues ir con el estómago vacío no parece ser una de las mejores ideas —A ver, dame un poco de lo que tienes ahí —el comentario bien pudo ser tomado con un sentido muy lejos del que Maverick se refiere, acompañando con una mirada que roza la seriedad y la galantería. Su mano derecha se aleja del volante por un instante para sumergirla en la bolsa de frituras que tiene entre las piernas y manos. Se asegura de tener un buen puñado de estas al momento de sacar su mano, y sin reparo alguno se lleva algunas a la boca.

Durante el viaje, el tramo cada vez se había vuelto más oscuro, las luces del auto se habían encendido y pronto imaginaba la escena al llegar de nueva cuenta al local de conveniencia de Mr. Sanchez.

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T1581466 · 26-30, F
La voz de la fémina la alertó mientras abría unos twinkie, el hambre se la estaba llevando mucho a la chingada y no era momento de hacerlo. Apretó los labios en una mueca mientras terminaba de romper el empaque, sacar ese delicioso, grasoso, horrible y lleno de conservadores digo, Twinkie y meterlo entre sus labios de una sola exhibición, cuando terminó de tragar por completo le dió un largo sorbo a la coca cola. — Mmmh... Ah... Sí, traigo todo. — si con todo se refería a unas chips.
T1581466 · 26-30, F
Mav siempre huia para calmarse, Teresa entró y se acomodó bien en el auto, obviamente no necesitaba su celular, pero lo guardó en la parte baja de su pantalón, en uno de los bolsillos inferiores, eso sí, antes de meterlo mandó una nota de voz, era la persona con la que previamente hablaba, así que daba igual.

«Te llamo más tarde, debo entrar a mi turno en la maquiladora.»

Su mentira descarada fue puesta en silencio y almacenada, ahora sí destapó una de las coca cola que compró en lata, el sonido de la apertura le hizo agua la boca. Mav regresó y ella debía comer rápido para continuar con el trabajo antes de que empezara a regañarla hasta por respirar fuerte. (...)
M1576007 · 26-30, F
No tardó en meterse al auto y cerrar la puerta del mismo. Estaba lista para ir hacia donde el carte de los Santa Cruz, siendo este su único enfoque más allá de las fotografías de Teresa. El silencio fue terminante en el momento de volver a encender el automóvil, y con una mirada cómplice se dirigió hacia su acompañante —¿Traes todo lo necesario? —sabía que debía preguntarle. No era la primera y tampoco la última vez que tendrían que improvisar de no tener todo lo necesario.
M1576007 · 26-30, F
"Bloody hell!" pensó, pues esperaba todo menos que llegara tan rápido. ¿Qué tanto había estado husmeando? ¿Minutos? No importaba, fue lo suficiente para darle el tiempo necesario de ir y volver —N-No, sólo estaba viendo la hora —cualquiera diría que era creíble de no ser por el relog en su izquierda, incluso la pantalla de la radio inteligente en el auto. Se alejó apresurada hasta salir de su asiento, pues al ponerse de pie decidió evadir cualquier tipo de contacto visual con Teresa.

"Eres una estúpida" pensó. Trató de meditar en lo que había llegado a observar, pues aún cuando fue relativamente poco, fue lo necesario como para no dejarla pensar en el contrato con Charles. Mientras el despachador terminó de hacer su trabajo, Maverick se toma el tiempo para sacar de sus bolsillos unos billetes. Las arcas de la riqueza de Charles era lo que pagaba el combustible, así que no didó en hacerlo al propinarle más de la cantidad necesaria, cosa que el despachador tomó como un tip. [...]
T1581466 · 26-30, F
Volvió con su bolsa de papel entre los brazos. Cierto que a pesar de alta era sigilosa, la sonrisa de Teresa se ensanchó mientras atrapó a Mav dentro del auto bien sus nudes. Parecía que llegó al lugar correcto de internet. Alzó una ceja antes de hablar.

— Si también las quieres solo debes pedirlas. No olvides agregar algún apodo bonito para sentirme segura. — reabrió su lado del conductor, aún no terminaba de reírse de Mav.
M1576007 · 26-30, F
y con ese miedo de poder encontrar algo que no fuera a gustarle para nada. Para su (buena/mala) sorpresa, lo único que pudo hallar ahí mismo era la misma selfie que antes se había tomado, pero sólo era eso nada más. ¿Acaso debía seguir indagando antes que ella llegara de su sitio? Podría, existía esa posibilidad. Su índice curioso (de la derecha) se acerca para deslizar lo que sea que fuese, y aquella foto sólo era una vista preliminar, pues bajo esta existe una fila de imágenes de su propietaria. Eran tan diferentes a la última recién tomada que pronto quedaría sin habla conforme más su dedo se desliza. A veces suspirando para quitarse esa sensación calurosa que invade su rostro, como si una explosión carmín pigmentara su piel de golpe conforme más sus ojos ven.

—... ¿Pero qué-? —no lograba entender cómo Teresa podía ser tan descuidada ¿O es que acaso fue totalmente intencional? Algo era cierto y era que, en efecto, no puede dejar de observar.
M1576007 · 26-30, F
No había tenido tiempo de contemplar a detalle a Teresa en el momento que decidió ir hacia el local, aunque aquello no fue lo que llamó su atención, no. Fue la pantalla luminosa del móvil sobre el asiento del co-piloto lo que atrajo su total atención. Barajeaba la idea de asomarse y encontrar lo que fuese que vaya a encontrar ahí mismo, o simplemente abstener su curiosidad alimentada por esos actos "sketchy" de Teresa. Su vida personal no era de interés suyo... O eso realmente quería pensar, pues la convivencia cada vez se tornaba más densa cuantos más acercamientos se generaban.

Dejó que el despachador haga lo suyo y decidió adentrarse en el auto por un instante, dejándose caer sentada, pero con las manos en el volante y el pie izquierdo fuera. Sus ojos a veces observan hacia el interior de la tienda, otras veces se desvían "sin querer" hacia el móvil. Y fue ahí mismo cuando su rostro comienza a tornarse en dirección a la pantalla, que con interés comienza a echar un ojo

[...]
T1581466 · 26-30, F
Un sentimiento de alegría la invadió, sintió el odio aunque fuese un momento. También esa mirada eventual que la mujer le lanzaba, casi le hacía regocijarse de gusto. Bien sabían en que se habían metido cada una. — Voy por unos twinkie y una soda. ¿Quieres algo? —solo esperó por su respuesta que probablemente fuese una negativa, como siempre. Dejó el móvil desbloqueado sobre el asiento, por supuesto que era a propósito.

Dentro de la tienda tomó algunas cosas más de lo que quería originalmente, se estaba muriendo de hambre, una tripa se comía a la otra.
M1576007 · 26-30, F
—Huh —fue lo único que emitió. Las palabras sobraban, y agregar algo iba a ser tan inecesario como una mala actitud, o una mala cara. Decidió abrir la puerta y proceder a ordenarle al despachador que llene el tanque de su auto. Quién sabe que tanto estaban conduciendo desde la noche anterior cuando le tocó ir a por Teresa. No se denotaba cansada, tampoco malhumorada; sólo seria, aunque esa seriedad se presiente cortante y más filosa que habitual. ¿Molesta quizá? Posiblemente, pero ¿Quién es ella para decirle qué hacer y qué no hacer? pensó.

Su espalda se apoya contra el auto entre tanto, y mientras el despachador intenta mirar hacia otro sitio al sentirse ligeramente intimidado por la frívola mirada de Maverick, esta se dispone a observar a Teresa de soslayo ocasionalmente. A veces fingía tener que mirar hacia delante, otras veces hacia el local de conveniencia de la estación de gas.

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