Su pecho se inflo al respirar de esa forma tan pesada, sintiendo que el aire le quema y quita la costra que cubría sus antiguas yagas. Esa sensación prohibida que experimento entre las cuatro paredes donde la ebriedad y el luto lo hizo llorar desde el fondo, cambiar la imagen de todo un caballero recto. Reducirlo a ceniza y permitir que la situación soplace y lo llevara a donde quiera. Darse cuenta que sus dedos heridos jamás harían que las almas mismas susurraran la verdad, dieran mayor esperanza y brindaran un sitio donde sostenerse.

¿Por que debía compartir eso con Wei Ying? ¿Por que debería destapar la hurna que conserva su dolor? ¿A Xia jamás hablo sobre lo que paso? ¿Cómo murió? ¿Quién lo ataco? ¿El por que no lo acepto en ese momento? ¿En que se equivoco?

No quería entregarse a esas preguntas y tampoco estaba dispuesto a releer las paginas de su pasado, ni tomar la decisión de sujetar la pala y excavar sobre el para obtener respuesta ¿Qué ganaban? ...>>