-¿Quien te detiene?-¿Si no era el, nadie mas lo haría? Y quien se atreva sentirá el poder de su disgusto. Su conejo, su tesoro, su swich dramático que sube y baja según lo amerite la situación.

Absorto en su sabor y el lo bien que palpita su yugular siente que en su cuerpo nace la bestia que espera ser saciada con el sudor y la esencia de su amante. Alimentado con su carne, el calor en su punto y arrullado con su gemir.

"Pensar que "al diablo" con lo que piensen los demás ¿Esta mal?" Era un momento para ambos, no necesitaba refrescar la moral y su correcta postura.

Gruño en cuanto fue separado y callado con el efímero beso de su amor. Le tomo de la cintura con mayor posición mordiéndole apenas los labios y entrometer su lengua en esa boquita. Mallugó la divina carne anterior y lo obligo a caer sobre su pecho.

—Lan Zhan, cariño~ No digas eso, sabes que soy capaz de no despegarme de tu lado con tal de que nadie ni nada se atreva a usar ese lugar—refunfuño con un pequeño puchero que por supuesto no fue visto, después de todo su Lan estaba muy ocupado besando su cuello, el mismo hizo su cabeza hacia atrás dándole más espacio y con travesura se aplastó más en ese punto donde ambos se encontraban—Estaba ayudando a los Junior con una cacería, ya sabes, si no ayudo un poco luego dirán que HanGuang-Jun se casó con un aprovechado y ocioso, y no puedo permitir que duden de mi amado esposo.

Tomó su rostro y lo obligó a separarse de su cuello, se inclinó y reclamo sus labios ansiosamente con la necesidad producto de haberlo extrañado durante todo el día.

El animal se retorció por el imprevisto retorciéndose en las manos de WWX, movió su cadera y pataleo con sus patitas hasta que le soltó. Un par de brincos apresurados hasta salir de escena. Buscaría un nuevo sitio donde dormir y no ser molestado.

Aquellos soles gravaron la clara imagen de un nuevo candidato, un joven de silueta divina y perfecta sonrisa. Sus manos delinearon sin tocar la figura que se cuela sobre su desnudo cuerpo aterrizando en la caída anterior de su cadera. Froto con todo su derecho arrastrándolo hasta donde ambos topan.

-Lo descuidaste-

Serpenteo entre su cuello oliendo el perfume antes de besarle a lo largo.

-¿Donde estuviste?

Gateo hacia él y aparto cuidadosamente al conejo, pero en lugar de apoyar allí su cabeza se sentó sobre su regazo con las rodillas apoyadas a los lados de su cadera—Hmp. No deberías darle este lugar a nadie más que a mí, ni siquiera a los conejos

-No te veo reclamandolo-

—Lan Zhan~ Ese conejo está en mi lugar