—¿Gustan? —dijo con la serenidad implantada en su silueta. Su sonrisa marcada, sus ojos sinceros de azul brillante cual candela.

¿Debo decir Ahhh? —Sonrió y espero que se le acercara con la cuchara para entreabrir los labios y atrapar el contenido de la misma.— Rico. —Dijo y se relamió al terminar de tragar.—

—Está bien...—con cuidado tomó la cuchara de plata, junto con crema y un frutilla ahí. La dirigió a la boca ajena.

Dame. OwO

—Adelante, provecho.

¡Yo quiero!