- Los meses pasaron. La colmena se volvió más prospera que nunca. El Alcalde seguía desaparecido, varios miembros del consejo habían muerto en el ataque y todo se supo en la ciudad. Williams se convirtió en el nuevo alcalde, con Nualla como aprendiz. Trabajaba y estudiaba sin descanso, con una facilidad para delegar responsabilidades única. Resulta que los chicos que fueron mascotas habían aprendido muy bien de sus amos, así que se volvieron asesores de Nualla, y los impuestos se dirigieron a donde realmente se necesitaban. Seis meses pasaron, y el puerto comenzó a ser uno de los más ...
- No era lo único que quería discutir con Nualla. Cada vez la veía menos, desde que le entregó el escudo de su madre parecía haber adoptado una nueva convicción, más metas. El pueblo podría convertirse en una ciudad muy pronto, el ejemplo de muchas que Nualla podría conquistar. Algo lo sacó de sus pensamientos. Sus pies descalzos para el trabajo sintieron una muy efímera vibración en el suelo, algo que los humanos corrientes no podrían notar. Le abrazo por la cintura y se puso de pie, cargandolo.- ¿Sentiste eso?
