Al regresar a la festividad que se llevaba a cabo en el majestuoso vestíbulo, ella se deslizó con gracia entre las numerosas personas congregadas, atravesando el bullicio para dirigirse por un pasaje engalanado que conducía hacia el ala este de la imponente mansión. Siendo una completa desconocida en aquel lugar, disfrutaba de la libertad para obrar según su voluntad y capricho. Al alcanzar el final del pasillo, giró el picaporte de la puerta y, al hacerlo, se vio confrontada por dos individuos ataviados con elegantes trajes negros: uno de ellos, de avanzada edad, y el otro, un joven adulto. El joven, enfurecido, se mostró impetuoso y dispuesto a agredirla, pero fue frenado por la intervención del anciano. Con voz serena y autoritaria, el veterano le instó al joven a esperar afuera y custodiar la entrada. Parecía que el anciano tenía un asunto pendiente que atender con la mujer, un asunto que requería su atención inmediata. Si alguien querría acercarse, debía hablar con el joven.
Los bellos de la nuca se erizaron al ver que alguien entro por esa puerta, una joven dama que parecía alcoholizada más que nada por la copa, no, ya divaga por los nervios para después ver a un hombre que salta por la ventana y la mujer yendo por la puerta ¿acaso sabían de su plan? ¿Que estaba ocurriendo? ¿Era una trampa? El silencio se hizo presente su cabeza daba mil vueltas a causa de mil escenarios que pueden ocurrir. Nego con la cabeza tras segundos de cerrar los ojos sus dedos sujetaron el borde de su saco jalando suavemente de este .
— Vamos a ver ... Actúa normal .—
No se iba a arriesgar a ir tras de ellos su plan es pasar desapercibida y seguir a algunos de los dos en busca de información sería un riesgo, así que tomaría el camino de la puerta de dónde la mujer entro saliendo así al salir de fiestas. Se encaminaba entre la gente buscando a su objetivo .
Como un depredador ante su presa, sus ojos se agudizaron y una larga y fina sonrisa se formó. Estaba a punto de caminar hacia ella, pero apareció un hombre detrás. —Vienen por el Ala Este. Y en lugar de verse afectada, se veía entusiasmada. Le dejó su copa al hombre y se retiró como si nada hubiese ocurrido. El hombre en cambio, cerró sus ojos y suspiró casi fastidiado. —Lamento la intromisión... Entonces el hombre se acercó a la ventana para saltar a través de ella, luego de balcón tras balcón hasta llegar al suelo engramado; era más fácil llegar al Ala Este rodeando la mansión, y más fácil interceptar ciertas criaturas indeseables. A partir de aquí, la situación se volvía extraña; y seguir o no a la mujer impertinente de mirada escarlata, o al hombre misterioso era una decisión que tomar.
. Había pasado ya un buen tiempo que no solicitaban la ayuda de esta persona, se había mantenido en "hiatus" de alguna u otra forma sin encargó un día llegaría a su correo un extraño mensaje no decía mucho solo ; De : K Para : A Asunto : (.) 36.275824 - 138.254926
Miraría extrañada ese correo hasta que su celular sonó mucho más raro le pareció la situación, al observar este miro que era su cuenta bancaria que decía .
Se a realizado un depósito 1000,000€
Junto un mensaje de texto Realice el depósito has bien tu tarea
Y solo eso y ahí es donde Aoi había dado con ese lugar, esa mansión en aquella habitación pensando que es lo que estaba haciendo .. sabía cuál era su objetivo pero no estaba segura si era lo correcto , mientras su diestra tocaba su rostro por la frustración cosa que se vio interrumpida por el abrir de aquella puerta y ver a una mujer entrar solo la observó ¿ Es acaso ella su objetivo?
Vicepresidente: —Tan deslumbrante como costumbre… Directora. Primer Ministro: —También lo pienso así. Jefe de Defensa: —¿Aceptaría una copa?
Fulminantes, esa era la palabra apropiada para describir la mirada escarlata de la fémina ante la verborrea de los hombres. Aceptó la copa cortésmente, y tras levantar levemente la bebida en agradecimiento, se retiró sigilosamente con aquel adorno cristalino entre sus finas falanges. Su mala fama y su apático actuar desde hace mucho indujo distanciamientos fuertes a nivel mundial, especialmente de quienes temían a lo desconocido, y eso incluía a la Iglesia quien abiertamente estaría en contra de ella y su Biblioteca ¿Le importaba? ¿Le importaba aquellas opiniones o saber que podrían asesinarla en cualquier momento? No. Una vez fuera de los únicos tres personajes que la conocían personalmente más que solo su cargo, pasó inadvertida entre los invitados hasta llegar a una de tantas puertas con accesos desconocidos.
