—Esa corrección fue tan judía de tu parte.—Se rio recargando su hombro contra el del contrario. —Eres un maldito salvaje, no te cubriré el culo con mi madre.—[?]

—Cartman, numero uno, la violencia doméstica es ¡en casa! no en lugares públicos.— Terminó de limpiar la sangre, doblando y guardando su pañuelo en una bolsa, no iba a tirar uno de tela, luego lo lavaría. —Y dos, ya cállate porque apuesto a que no tarda en iniciar la película.— Quería reír ante su comentario, su novio era un cabrón, pero era un cabrón muy gracioso; obviamente no iba a hacerlo y prefirió solo poner el ice recargado con cuidado en la nariz herida de Eric. Se preocupaba aunque no lo dijera.

—¿De que estas hablando? Esto es violencia doméstica, te demandare.—Le guiño un ojo con esa sonrisa torcida que le caracterizaba, disfrutaba ver a Kyle llegar a su límite, esos enormes ojos verdes con el ceño fruncido eran todo lo que necesitaba, se dejaba limpiar la nariz hinchada por el golpe.

¿Lo había grabado? De verdad era un cabrón, desgraciadamente el suyo. Tomó el pañuelo que siempre cargaba con él y quitó las manos de Cartman de su nariz para poder limpiarla con cuidado. A veces sentía que de verdad se preguntaba que demonios fue lo que le gustó de su pareja. —Borra esa cosa antes de que te rompa algo más que tu nariz.—

¡Carajo! La nariz le comenzó a sangrar, el judío de mierda tenía un buen gancho derecho, pero no pudo evitar echarse a reír a carcajadas, el grito de Kyle había sido tan marica que había valido que casi le rompiera la nariz. —Grabe tu grito.— Le dijo con una sonrisa repitiéndolo una y otra vez en conjunto con el sonido del puño de Kyle rompiéndole la cara.

Estaba tan ensimismado pensando en los próximos estrenos que no noto la creciente presencia de Cartman cerca de él, no es que estuvieran muy alejados pero Kyle tenía un problema con el respeto al espacio personal(?). Cuando su acompañante gritó, este también saco un grito, acompañado de un severo golpe en la cara de Eric, debido a la impresión. Su cara tenía una mueca extraña, mezcla de la culpa y la diversión de la situación, eso le pasaba a su pareja por ser un jodón. Aguantó lo más que pudo la risa solo para hacer un comentario respecto a la situación. —Lo siento, gordo, pero te lo ganaste.—

Los anuncios promocionales habían terminado y finalmente iniciaban los buenos, posibles nuevas películas de terror estarían disponibles para el próximo mes, la huérfana dos llamaba la atención de Eric, esa chiquilla era una puta, también la del Poo asesino entre otras más de exorcismos y demás cosas, por ahora estaba un avance que los mantenía en tensión, era el momento perfecto para una broma, se acercó a la oreja de Kyle con sigilo y le grito en esta misma para aterrarlo.

—"Por mi está bien". Eso ya lo veremos.— Cuando volteó a verle estaba a nada de caer ante sus encantos de nuevo, las miradas y sonrisas sugerentes eran lo suficiente para tenerlo en la palma de su mano pero entonces su conciencia lo hizo entrar en razón ¿Quién se creía Cartman? ¿Leo DiCaprio? Iba a resistir a sus malditas provocaciones. Con las laterales de su gorro ushanka tapó su propia vista periférica que daba directo a Eric y se concentró en los horribles y aburridos anuncios del cine. Le haría tragar sus palabras, y tal vez otra cosa(?).

Quería seguir jodiendolo, pero por una vez que no lo hiciera no se iba a mori… al carajo, no lo resistía. —Por mi está bien. —Retiro su abrazo y se dispuso a abrir la hamburguesa, observándolo de vez en cuando con la ceja elevada y una sonrisa encantadora acomodando la mejilla sobre su propia palma, no dejaba de mirarlo de forma sugerente, sin embargo en canto los anuncios empezaron le retiro los ojos de encima quitándole toda su atención, ya veremos quien cae primero, pensó para sí.

Hizo una mueca de asco ante la escupida del ice pero eso tampoco le impidió tomar una de las servilletas para limpiar con cuidado los labios de Eric, entendía porque la risa pero no pudo evitar estrellar la palma de su mano con todo y servilleta en la cara de su amante una vez éste terminó de hablar. —Perrita sucia tu culo obeso, carajo.— Se cruzó de brazos, enojado con la acusación pero no sorprendido, las burlas de Cartman era su pan de cada día(?). —Además, no necesito de tus besos yo puedo vivir tranquilamente sin ellos.—