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22-25, F
⛩️. 山口海田. YAMAGUCHI's dragon.
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Mikhail1577019 · 26-30, M
¿Caramelo? Frunció los labios, mientras abría tranquilamente su camisa, exponiendo su sostén y sus redondos pechos, muy grandes pese a estar escondidos ahí. Hasta incluso parecía que le quedaba pequeño el sostén. Mikhail no pudo evitar comportarse como un pajero y no apartar los ojos de ella, negó intentaba pero no podía. A los ojos, pajero. Acudió, mientras extraía de ellos un pequeño papelito de aluminio donde yacía el polvo. Solo Mikhail y Kaida estaban ahí, el tercero se quedó en la puerta totalmente paciente junto a su guardaespaldas.

Son dos cajas de cigarro para el Hyakki. Dijo sin más, esperando que pagará y se largará.
 
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Mikhail1577019 · 26-30, M
Si entendí. Dijo a lo que iba, pero la verdad es que el dialogo no era su fuerte ni tampoco pretendía que lo fuera. Tenía ciertas dudas aún, pero no permitía que molestaran su accionar ni mucho menos cuestionar su autoridad. Caminó hasta donde tenía, no se colocó su capucha sino que guardo las manos en los bolsillos esperando así calentarlas, no le había venido para nada bien ese viaje a esa casa de humos, y la verdad es que prefería estar en su territorio que haciendo está mierda de misión.

La tipa se mantuvo ahí, escuchando lo que Kaida le decía con una sonrisa en sus labios y el mentón afilado. Parecía aceptar lo que decía, mientras relajaba un poco el cuello. Conmigo tienes que hablar. Dijo mientras desechaba un poco de cenizas al suelo, se apoyó en el dorso de la puerta más cercana del aula. Esperando que les siguieran.

Mikhail observó a Kaida, no le parecía buena idea encerrarse en territorio privado y encima enemigo, pero no estaba en posición de cuestionarla ni tampoco de demostrar miedo o peor aún, duda. Pero no voy a quedar sola contra dos de ustedes. Dijo mientras abría la puerta de su aula, había un par de sujetos que salieron hasta quedarse detrás del marco para en todo caso, poder hablar en privacidad pero ante cualquier cosa, podían entrar a ayudar a su lider.

Bueno, ¿Qué querías hablar? Será algo importante imagino.
Mikhail1577019 · 26-30, M
De todas maneras él espera esa mierda ¿Sabes? Así que... Se quedó callado al sentir aquel toque mientras ella bromeaba, la verdad es que no se lo tomaba para nada gracioso, la situación no le daba ni un céntimo de humor y no tenía porque corresponder su broma, se estaba tomando según Mikhail todo muy a la ligera. Está bien. Diría sin más, dado que no tenía un verdadero argumento para poner en su contra y la verdad es que desobedecer no iba fuera de sus actitudes. Tenía que subir las escaleras cruzándose con distintos individuos que no conocía, pero si que sabía que no llevaban la heráldica de ninguna de las bandas, lo que les convertía en independientes de las bandas, no llegaban a ser siquiera una cuadrilla de demonios como para intentar asaltar un aula, lo cual les valía para bien: Nadie pensaría que tenían intenciones violentas, pero esa misma falta de músculos significaba que se encontraban expuestos a cualquier enemigo.

El piso estaba controlado y habitado por escolares sin color, y había varías agrupaciones que convivían entre ellos, sabían reconocer a Hyakkis como agujas en un pajar, así notaron sus miradas hostiles a quienes invadían su territorio sin razón conocida, la Capitana Kaida era muy conocida para pasar desapercibida al ojo común, lo mismo que el coloso de dos metros que le seguía como una sombra y el pequeño soldado. Una mujer fumaba ahí, tenía el cabello rapado y dos redondos aretes, sentada en un pupitre en medio del pasillo. ¿Se perdieron, chicos? Señaló con tranquilidad, más ni siquiera les miraba. No lo necesitaba, había suficientes ojos sobre ellos.
Mikhail1577019 · 26-30, M
Apenas había terminado la conversación Mikhail saldría de aquel aula, no tenía demasiado sentido quedarse ahí junto con las momias ahí echadas, pero por otro lado apenas salieran al exterior del pasillo le habló a Kaida. ¿Vas a conseguirle la droga al tipo ese? Sabía que no lo había prometido, pero de todas formas lo mejor era no traicionar la confianza si el tipo había sido "generoso" en dar esa información, tema de códigos, pensó. El otro demonio se había quedado detrás de ellos mientras se acomodaba su gorra y tenía fuertes arcadas por el olor que todavía le perforaba el cerebro de lo fuerte que era.

El más alto se llevó las manos a los bolsillos de su cazadora, mientras juntaba secretamente los puños debajo de la tela de la prenda. Se quedó pensando sobre el modus operandi y también la resolución de la "capitana". ¿Iremos directamente? No se si siquiera confiar en ese sujeto, no le conocemos. Pero parece que es nuestra única pista, la división que tienes a cargo solo es de cinco o seis, el resto está todavía sanando, no tenemos mucho musculo como para pasarnos de vivos con ellos, imagino que estarán pesadamente armados.
Mikhail1577019 · 26-30, M
¿Ahora el diablo tiene que presentarse ante un demonio? No me jodas... Se reía entre fuertes toses, casi espasmo que su cuerpo maltrecho podía sostener. La boca le ardía como el infierno e incluso la pus que resaltaba desde sus labios quemados brillaba más que su piel amarillenta, quien sabe que hongo podría crecer de ese maldito cuerpo, que incluso los gusanos dejarían de comer para vomitar. No era ni el <<caballo>> más barato lo que había inyectado, sino que algo más, algo nuevo, eso quizás bastaba en responder si sabía de donde conseguir un poco de extra para drogarse. Se acariciaba la cabeza, rapada en algunos lados y mechones de cabello en otra parte en un desorden horrible. Se donde pueden vender eso... Porque yo gaste todo lo que no tenía por un poco de eso ¿Eres tonta o practicas? Riéndose conforme se relamía sus labios, Mikhail nada dijo porque la conversación podría convertirse en algo poco más serio y no tenía sinceras ganas de quitarse la mierda de la bota en la cara del ajeno, pero poco le falto en su expresión hastiada por como le habló a Kaida. Al grano... Reveló que su paciencia pese a considerada equiparable a su tamaño tenía un justo limite. Pues consíganme un poco de eso, no tengo dinero...así que... Termino de revelar, la adicción siempre podía más y la información era el bien más caro que cualquier cigarrillo en el Jigoku, hasta una momia drogadicta sabía ese valor. ¿Y como sabemos que eres de fiar? Diría con cuidado, mientras alzaba el cuerpo ajeno desde los hombros aquel demonio. Simplemente les ofrezco lo que tengo, fueron los primeros en venir, si hubiera sido otra banda hubiera dado lo mismo...Así que apuren y vayan al salón de Segundo D. Pregunten por el dulce... Y traigan un poco, no me traicionen. Cumplan con su palabra...
Mikhail1577019 · 26-30, M
No consumo regularmente esto... Señaló Mikhail con la misma incertidumbre, claramente incomodo con que algo le incomodara a él, se sentía que su orgullo de criminal de ley se ponia en jaque al actuar de forma <<amanerada>> frente a su chica, un Vory asqueado de la mierda del Jigoku era bastante patético, pero ciertamente le repugnaba a él verse metido en tal antro. Los pasos esquivan a los dormitantes y sus colchones raidos, oye la tos. Ve agujas, ceniceros, botellas de alcohol de cocina vacias, petacas, y todo mezclado con orines, vómito y pegamento.

Los ojos perdidos de algunos se escapan, casi como hormigas ajenas en su rumbo, sonrisas sin dientes sanos y miradas que todo lo decían: Estaban lejos del Jigoku, estaban en otro mundo.

Jared...Jared... Dijo el pequeño Hyakki al toparse a un dormitante chico, tenía la boca manchada y quemada con pegamento, la bolsa en su pecho perdido en quién sabe que otro lugar.

Ehhh Dijo al ser alzado por el Demonio, adormillado. Jared ¿Dónde conseguimos Polvo de Polilla?

El tipo se quejó, mientras parecía querer apartarlos para dejarse caer. Más una voz, no de Jared, sino de otro sonó.

"Yo se dónde pueden conseguir eso..." Una genuina sonrisa traidora por parte de otro, un poco más sobrio.

"¿Que tienen para dar de pago por esa información?"
Mikhail1577019 · 26-30, M
Entendido. Advirtió Mikhail mientras se ponía de pie. No dudada en sacudirse un poco la tierra y la ceniza de su chamarra de cuero, mientras se estiraba apenas para ponerse listo, no necesitaba planear nada: Esas cosas no iban con él para bien o para mal, en todo caso Kaida es la que tendría que pagar los errores y planearlo todo, cosas de capitanes.

S-si Capitana. Afirmó el chiquillo mientras torpemente se ponía de pie, dispuesto a salir hacía adelante en el trayecto hacía las escaleras caminaba con mucha velocidad pese a su baja estatura. Incluso a Mikhail le hizo ajustar el paso, iban hacía el primer segundo piso con rapidez. No había demasiadas personas caminando, la mayoría estaban en sus aulas intentando hacer lo posible para mantener el fuego y el calor, eso les vendría bien para moverse sin demasiados ojos metiches. Quizás Kaida tuviera su sonrisa marcada en sus labios cuando vea los bancos desparramados junto a los pupitres y sillas que usualmente debían de esquivar o zigzaguear para no frenarse. Irían hacía la ultima aula del primer piso, alejada de las demás y situada justo donde la pared de concreto ponía fin al edificio.

Ya el hedor desde detrás de la puerta corrediza era insoportable; una mezcla de un azufre con ceniza y quien sabe que más, que sería peor a la hora de abrirla. Así fue, aquella <<Casa de Humos>> como llamaban simplemente a los aguantaderos de drogadictos que se juntaban básicamente a pudrirse entre almohadones sucios, colchones vomitados bajo la oscuridad y la poca luz de velas secas. Les encantaba a sus huéspedes tanto estar en un ambiente así, que cerraban la puerta para que todos los fluidos, el humo y los restos de sustancia se mezclaran en un mismo himno a la desgracia. Incluso Mikhail sintió pesadas ganas de vomitar, a medida que andaba dentro peor aún.

El chiquillo todavía andaba delante, mientras esquivaban a algunos rastreros que ahí dormitaban.

Aquí encontraremos algún canario.
Mikhail1577019 · 26-30, M
Hablar no era lo suyo, quizás si escuchar, pues se mantenía en absoluto silencio intentando sacar algo interesante de las palabras. Las peleas de bandas no estaban entre esas cosas, de hecho no le llamaba en lo absoluto la atención que bestias dentro de la misma jaula se sacudieran pero incluso negandolo era uno de ellos, un demonio más. Mikhail alzó su mentón contra sus propios desgastados nudillos. Entendía que las drogas de las que hablaban estaban bien guardadas en lo profundo de alguna banda o asociación que demás está decir era independiente, o al menos desconocía si el propio Frente estaba involucrado.

Los demonios se habían juntado ahí, aunque eran solo unos pares de la división de Kaida, que excluyendo a Mikhail eran patéticos en cuanto a combate físico se tratase. Si son traficantes estarán bien armados. Pareció ser su único cuestionamiento, que más bien sonó como una observación su mano izquierda solo alzó con cuidado un pequeño papel que arrojo a las llamas mientras observaba aquella hoguera. Pero si eso es lo que deseas, por mi esta bien. Aseguró sin duda alguna, pues así de fiel le era a la nipona en dichos asuntos, solo necesitaba decir y él haría lo que necesitase.

Bueno, bueno. Hay muchas formas imagino de "hablar"...pero primero debemos llegar a ellos. Le diría a al otro demonio, una chiquilla de no más de quince o catorce años, alargada como un fideo y con la cara consumida, con particulares quemaduras en ambos pómulos. Busquemos a algún adicto y le sobornaremos para que diga algo ¿Que les parece?
Mikhail1577019 · 26-30, M
¿Desde cuando te van las drogas, милый? Le pregunto más en curiosidad que en regaño, ya que no podía ver intenciones maquiavelicas en aquello, ni de paso ni de coña. Solo parecía quedarse con lo obvio "Hay nuevas drogas, nuevos clientes que se tatuaran menos". Mikhail quedó atónito ahí mientras el pequeño Hyakki dejaba descansar el cigarrillo entre sus dedos mientras urgaba en su chaqueta deportiva para buscar quien sabe que cosa. Si tuviera forma de conseguir eso no estaría aquí mismo ¿Sabes, Capitana? No se consigue con facilidad, los camellos se hacen los desentendidos cuando alguien va a comprarles eso, sin embargo andan todos por ahí medios colocados con eso...Ya ni se. Dijo alzando ambos hombros, mientras saludaba en la cercanía a varios de su escuadra, aquella que pertenecía a Kaida como miembro de los demonios -la peor de todas, según Mikhail- y estaba bastante venida a bajo en comparación a otros subejercitos del Hyakki.

¿Se te ocurre algo, Cap? Preguntó otro.
Mikhail1577019 · 26-30, M
No se que ocurre. Dijo con cuidado Mikhail, mientras avispaba su vista hasta aquel pequeño demonio. Sus ojos se entrecerraron con sorpresa, mientras esperaba que el contrarió tuviera la atención que necesitaba. Lo más probable es que no tuviera nada importante que decir, simplemente estuviera sintiéndose solo y por eso demandaba unos segundos de compañía que el ruso y la nipona le pudieran dar.

Oe, Capitana Kaida. Parecía alzar su mano como si quisiera llamar su atención, no entendía porque le ignoraba de tal manera, quizás era porque arruinó su momento meloso matutino. Cosa contraría, dijo algo que podía ser interesante para los oídos de ambos. Pues yo si se que anda ocurriendo, he oído que hay unos polvos que son furor ¿Saben? Te ponen patas para arriba, literalmente. Pero los vendedores son muy canutos.

El ruso le oyó con cuidado, mientras llevaba la mano de Kaida al borde de su mentón, donde apoyó con cuidado sus labios mientras pensaba. Una nueva droga, tampoco es que fuera tan novedad pero imaginaba que entre los consumidores y las bandas eso tenía mucha importancia, prefirió afirmar. Eso no vendrá bien para las bandas imagino, ni para los tatuajes. La gente no sabe en que gastar sus cigarros.