ºº En medio de los profundos bosques hacia el Sudoeste de la Ciudadela Negra, yacían ruinas de lo que fue en anterioridad una Ciudad Élfica que ahora yacía silenciosa como si hubiese sido devastada por una fuerza desconocida. Los refugiados elficos y seres del bosque no tuvieron idea de qué pudo haber causado aquello, y por ende algunos habían buscado la ayuda de la Compañía para investigar, y reclamar ese lugar ahora arquelógico.
(…) Siendo una simple espectadora de la magia manifestada en el fuego, la princesa se limitó a sonreír de una forma amplia e inocente, similar a cuando uno de infante se cruza con una estrella fugaz por primera vez.
Mientras tanto, al dirigir la mirada al joven Jarrus para ver si el espectaba lo mismo que ella, pudo notar aquella mirada intensa dirigida hacia ella. Intimidada, y un tanto apenada, la joven nuevamente volvió a ruborizarse, y asentir a las palabras del Goliath. — Solo si no vuelves a apartarte de mí. — Respondió silenciosamente, mientras se acercaba lentamente hacia su rostro con los ojos entrecerrados, tomando esta vez la iniciativa.