Debería de averiguar por su propia cuenta acerca de los misterios, claro , si lograba saber hablar a la Lasombra — Inténtalo, si puedes —Su sonrisa calma seguía plasmada en su pálido rostro — Espero que sea así, la eternidad aburre y hace monótono todo. —
Le sembró varias dudas siendo ella un antiguo miembro del Sabbat que además había cometido diablerie en contra de aquellos puristas sanguinarios ¿Qué habrá querido decir con que no estaba tan muerta como Jin lo pensaba? — Que intriga y qué interesante será llegar a descubrir quién o qué eres. — Recibió la pipa nuevamente para darle una calada más. — Conmigo no te aburrirás, tenlo por seguro. —
— No estoy tan muerta como piensas — Dejó claro ese punto que dejaba al aire muchas interrogantes, incluso para ella. Dejando eso de lado le miró fijo y al segundo sonrió con entero orgullo — No me deseo aburrir, no puedo tener miedo si ya no existo como una viva ni tampoco como una muerta — Le guiará en ese mundo que tal vez le quite la vida, dependerá de él si puede sobrevivir ante las dificultades.
— Seguramente no te afecte en nada. — Pese a que era una mezcla bastante poderosa, Jin dudaba que surtiera algún efecto sobre la albina. — No te acostumbres, lo que pasa es que me tomaste por sorpresa, aunqueee si estás aquí frente a mi es porque decidiste ayudarme con los manus nigrum. ¿Verdad? —
Nunca había fumando marihuana hasta ahora, arqueando una ceja por el sabor más vegetal que este tenía. Se lo devolvió a la par que exhalaba el humo en dirección opuesta, así no incomodar con el humo.
Se puso algo nervioso cuando le arrebataron su pipa. — Es un incienso especial, que permite sincronizar la mente con el entorno, ayuda bastante en los procesos de meditación para lograr el estado Zen. — Era una mezcla de cáñamo índico con algunas plantas aromáticas, en pocas palabras, "weed".
