— Prontamente había llegado hasta la ubicación de Jin, al menos la esperó así que luego buscaría el modo de agradecerle. Enseguida se le acercó, hasta que empezó a escuchar de nuevo la palabrería casi habitual en él; ya se estaba acostumbrando a su voz y la manera en que le hablaba.— Era necesario, además tengo que alimentarme bien, si es que no quieres que alguna extremidad tuya acabe en mi garganta.
— Comentó con total seriedad mientras lo veía. Al menos estaba preparada con los esencial, así que solo esperaba por él y el siguiente movimiento que harían para marcharse.—
Después de la llamada se mantuvo inmóvil cruzado de brazos en el mismo lugar dónde ella le había dejado, pasó media hora de más hasta que por fin se vislumbró la seductora silueta de quién sería su invitada frente a él. — Por lo que puedo notar ahora si viniste preparada, incluso con suministros de más. — Refiriéndose al visible armamento que ella portaba. — Será un viaje de tres días, esperemos que no te suceda nada malo durante el camino. —
— Becca se tomaba su tiempo en prepararse, dos horas pasaron sin darse cuenta y cuando finalmente había culminado los arreglos, su celular se escuchó repentinamente; el número era desconocido, pero igual contestó.— × ¿Aló?, con quien hablo..× —mientras esperaba un respuesta dejó el sitio que habitaba. Llevaba todo lo que creía necesario; algunas armas blancas alrededor del traje en latex de su muslo, algunos antídotos por si acaso y una ballesta lo suficientemente comoda para traerla reposando en su espalda.— ×Voy en camino, si eres TÚ quien me ha llamado...no desesperes.×
Las horas transcurrían y ella no aparecía ¿Se habrá arrepentido? llegó a pensarlo, pero de inmediato descartó esa idea ya que Rebecca parecía ser una mujer de palabra, por algo lideraba un clan dónde era temida y respetada. Afortunadamente Jin grabó en su memoria el número que ella le dejó escrito en su pecho. « Qué mujer tan excéntrica y extraña, ¿qué clase de secretos ocultará para que mi secta quiera reunirse con ella? » Decidió entonces llamarla por teléfono aún a la espera que le contestara.
No acepto un no por respuesta. Sé obediente. — Le miró con amargura, soltandolo y dejando que fuese él mismo que la siguiera. Aunque al final... Decidió dejarlo pasar por ese momento. Becca decidió marcharse, al menos hasta ese entonces, pues debía poner sus cosas en orden antes de regresar con él y poder dirigirse hasta la secta. Finalmente antes de irse, le dejó su nombre y número escritos con labial en su pecho.— Volveré, recuerdame como Rebecca.
La observó de arriba hacia abajo, era evidente que Rebecca no se encontraba vestida apropiadamente para emprender un viaje de varios días entre la naturaleza y las montañas. — ¿No te importará estar en lencería frente a los altos mandos de mi secta? — Lo comentó con sarcasmo, sin embargo, fue inesperada la acción ejercida contra él al ser jalado hacia ella. — ¿A dónde me llevas? Puedo esperar aquí por ti. — Claramente Jin ahora mismo se veía envuelto por los caprichos de una mujer poderosa y peligrosa.
¿Insinuas que no estoy cómoda por venir en lencería? — Arqueó una ceja y sonrió. Ella se sentía cómoda, o al menos tener la libertad para cualquier movimiento. Sin embargo, era más apropiado llevar ropa más apropiada o al menos más cubierta.— Prefiero arrastrarte conmigo, sígueme. — Lo jalo desde la tela en su cuello poco sutil, más bien bruta y con el ansía de querer caminar rápido.—
— Que ironía y yo pensé que tendría que cuidarme de ti. — Lo mencionó por el pequeño corte que le provocó sobre su cuello la primera vez que se encontró con ella. — Ahora mismo, pero si prefieres ir a ponerte un atuendo más cómodo, podré esperarte. —
Ya te lo dejé claro, tú. — Esperaba que su respuesta fuese clara para despejar la duda en él.— entonces será una caminata entretenida. ¿Cuando empezamos?
