-Después de todo lo que había experimentado en el bosque de los árboles gigantes. Durmió por horas. Después de sobornar a un superior de la policía, salió a caminar por las calles, tiene las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta, ve el bar y suspira un poco entrando allí. Los hombres que estaban allí la observan y le silban cuando ella pasa, uno de ellos, le lanza un piropo atrevido el cual ignora, se sienta en la barra sonriendo coqueta al dueño. —Una cerveza, por favor. — no era de beber, pero por alguna razón en especial necesitaba alcoholizarse para olvidar-
-Señaló en silencio, llevándola precisamente al baño y regaderas de chicas.- -Hitch, Y-Yo... -Al llegar volteó a ver a la puerta, su corazón empezó a latir con fuerza y desmensurado miedo que puede reflejarse en su rostro. Respiró hondo viendo a la joven de la policía militar.- -No quiero que ella entre. -Habló con más calma, viéndola mientras iba despojandose de su indumentaria. En su blanca piel podían notarse cicatrices de toda índole: Mordidas, cortadas y algunas cicatrices que conllevaron perdida de piel. Indudablemente, no fueron causadas por el entrenamiento, eran de más tiempo atrás. No obstante, Sapphire estaba un poco más tranquila ante la presencia de la bella joven, a quien sabía debe obedecer por mandato de la sargento Zoe.-
