-Al pequeño y menor ruido proveniente de la puerta, Sapphire volteaba en posición de ofensiva, frunciendo su entrecejo y buscando algún "arma" como defensa, pero nuevamente respiró hondo viendo la realidad del momento.- -Ella... Ya no está aquí ¿Verdad? -Cuestionó a la joven que le ayuda asearse.- -Si es así, mañana iré con la líder Hanji a una de las expediciones. -No habló más, porque precisamente tenían que tener segura la periferia de las murallas y salvar el bien de la isla.-

-Observa las marcas en el cuerpo de la infante, más no hace comentario alguno, no estaba en posición de preguntar y tampoco era de su incumbencia. Sólo sonríe con suavidad para abrir el grifo de la ducha para luego quitarse la chaqueta y remangar las mangas de su blusa tomando un cuenco y llenarlo con agua y así rocearlo sobre la cabeza de la rubia.-

-Señaló en silencio, llevándola precisamente al baño y regaderas de chicas.- -Hitch, Y-Yo... -Al llegar volteó a ver a la puerta, su corazón empezó a latir con fuerza y desmensurado miedo que puede reflejarse en su rostro. Respiró hondo viendo a la joven de la policía militar.- -No quiero que ella entre. -Habló con más calma, viéndola mientras iba despojandose de su indumentaria. En su blanca piel podían notarse cicatrices de toda índole: Mordidas, cortadas y algunas cicatrices que conllevaron perdida de piel. Indudablemente, no fueron causadas por el entrenamiento, eran de más tiempo atrás. No obstante, Sapphire estaba un poco más tranquila ante la presencia de la bella joven, a quien sabía debe obedecer por mandato de la sargento Zoe.-

-Alza ambas cejas en señal de asombro y se encoje de hombros para llevar a la niña hacia el interior del cuartel, un soldado le cierra el paso, ella le responde que tiene autorización de la Mayor Hanji Zoe y este la deja pasar.- Sapphire ¿dónde son los baños aquí? y no me iré hasta que estés limpia y reluciente, para la próxima me molestaré contigo y no me verás. -Sentencia seria la joven mientras observa a otros soldados hacer sus quehaceres.-

-Sonrió a medio labio aún convencida de mantener aquella infante bajo su resguardo.- -Porque resulta ser que esta una máquina de matar cuando está en las expediciones, es una larga historia que explicaría su presencia en este lugar, después te lo platicaré. -Dejó escapar una sutil risa de picardía.- -Qué ironía, le temes a un simple baño, pero eres capaz de matar Titanes de todo tipo, incluso humanos que amenazan a la Legión. -Volteó a ver a la menor, entregándosela a la joven Hitch.- -Estare en mi oficina, cadete. -Mencionó la mujer aunque iria a buscar a Luz Langerman.-

Mire Hanji, he lidiado con niños caprichosos, los pobladores me llaman para decirle a sus pequeños que coman la sopa. "Si no comes la sopa, le diré a la policía militar que te detenga" Eso que se lo dejen al abuelo de Pixis... -Menciona con fastidio observando a Hanji y luego con severidad a la pequeña.- Si ella es una niña, no entiendo como la tienen aquí si se porta así...

-De cierto modo, asiente viendo con severidad a su pequeña alumna, debía aprender muchas lecciones de distinta índole si deseaba estar entre las filas de la Legión.-

- ¿Estás segura? -Vió a la joven.- Sapphire debe de entender que eso quedó en el pasado y además no desearía que sus actividades se vean interrumpidas cadete.

-Hanji cambia drásticamente su expresión ante la conducta de la menor.- -Sapphire deja de llorar, recuerda que ya no estás en ese lugar,ahora eres un soldado de la Legión. Es hora de que los niños dejen de llorar y se conviertan en lo que son ahora. -Suspiró levemente, luego vió ala joven Hitch.-

-Nuevamente le agradezco mucho, por cierto, he buscado a la cadete Langerman. ¿La ha visto? -Mencionó la sargento mientras aprisiona con más fuerza a la niña que intenta escaparse.-

Superior Hanji, ¿me deja meterme al baño con esta niñita, por favor? -La empieza a consolar acariciando la pequeña espalda con cuidado una y otra vez, los llantos de los niños a veces le desesperan, pero no podía ponerse agresiva con la pequeña por ello.-

-Sus ojos iban humedeciendose paulatinamente al recibir esa indicación de la joven Hitch y la sargento Zoe. Sollozo en silencio mientras limpia sus regordetas mejillas con el dorso de su pequeña mano.- -N-No... B-ba-ñ-ño... No. -Nuevamente ese trauma salió a emerger en ella.-