- Bella como el sol de Abril, desde el momento que te conocí, supe que serías la luz de mi camino. -Respondió el Comandante con esa ligera y afectuosa sonrisa.- -No temas o desconfíes de mi, querida mía. -Susurró a los oídos de la joven Hitch.- -Porque ahora tengo un motivo más para pelear la libertad que añoramos fuera de las murallas. -Le invitó a sentarse y disfrutar de aquellos benditos alimentos que sirvió el mesero. En el rostro del rubio, podía denotarse amor puro y espontáneo disfrutando cada instante de la juvenil cadete.-

-El calor de sus brazos y su beso fue como una revelación ante la chiquilla que experimenta una serie de cosas al ser besada por el Comandante también unido a los vítores y las palabras de los presentes hicieron que el momento fuera intenso, ella susurra un "te amo" en el oído de Mike y luego se separa de él algo apenada saludando con una sonrisita tímida a la gente.-

-Mike se levanta aún sin retirar su mano de ese par de suaves labios. Después la apegó a él, alzando con delicadeza el rostro de la joven a la que besó apasionadamente. Los presentes aplaudieron ante la enternecedora y romántica escena, aquel superior había encontrado el amor de su vida y eso le daría más fuerzas para pelear ante el peligro y la incertidumbre.- - Te amo, Hitch Dreyse. -Mencionó viéndola con amor puro y sincero.-

-Un sonrojo fuerte asalta sus mejillas, al escuchar su pregunta y su proposición, ella en una relación con un superior, la chica tragó aire y se abanica con la otra mano, ella dice que si con la cabeza y lleva la mano del hombre a su boca besando el dorso de esta-

- Siempre hay tiempo para todo, querida. Entonces ¿Aceptaría ser la dueña de mi humilde corazón? -Está vez Mike se levantó y se posicionó en cuclillas, tomando la mano de Hitch y llevándola del lado derecho de su pecho, justamente dónde se podía sentir las aceleradas palpitaciones de aquel órgano vital.-

-Entretanto, su rubor emergió en sus tersos pómulos. Las personas veían orgullosas y enternecidas por la acción del comandante Zacharyus.-

-La respuesta la descoloca un poco, pero atina a reírse ante la ocurrencia del mayor, nombrar a la niña y sus celos le parece algo raro, pero al fin al cabo sólo era un niñita la cual requería atención.- No diga eso, comandante o me sentiré culpable de que no cumpla sus misiones por mi culpa.

- Sapphire solamente. -Respondió a la vez que dejó escapar una melodiosa risa que emerje de sus cuerdas vocales. Ésta vez, le había divertido mucho aquella pregunta, además de su respuesta.-

-Pero si usted acepta mi petición, seré literalmente si esclavo, mi estimada y bella Hitch.

-Agradece al mesero con una corta sonrisa para volver su atención hacia Mike, las caricias en los dedos ajenos no ha cesado, como dándole respuesta a aquellas palabras que él le dedica con suma ensoñación.- Me complace escuchar sus palabras, pero si acepto sus flirteos ¿ninguna mujer se sentirá celosa, no es así?

- Es el deber de un Comandante velar por el bien de sus compañeros en todos los sentidos. -Cerró brevemente sus ojos, complacido por esa joven y encantado por la sencillez.-

-Usted, se ha ganado un lugar en el corazón de éste Comandante, si me permite decirlo, señorita Hitch. -Mencionó con una leve sonrisa, posando en ella sus ojos azulados y cándidos. En ese momento, llegaría el mesero con el pedido de ambos.-
M: ¿Se le ofrece algo más Comandante Zacharyus?
-Oh, cierto, lo había olvidado. Traiga una jarra de jugo de frutas.

Oh, la pequeña Sapphire es un encanto esa niña aunque sea un poquito rebelde, se ve que le tiene mucha adoración y que usted es su ídolo, quien no; el soldado más fuerte de la humanidad. -Entorna su mirada ante el beso en su mano, el flirteo entre ambos no ha desaparecido en ningún momento, también tengo que agradecerle que haya estado a mi lado en mi pequeño momento de debilidad.