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Tenerla cerca era también una gran distracción para el mayor, sus ojos bailaron de un punto a otro por sobre el rostro de su hermana, llegando a pasar en sus labios momentos antes de que ella se acercará para besarlo. Su brazo alrededor de su cintura se esmeró en tratar de mantenerla allí el mayor tiempo posible en lo que su boca saboreaba la ajena. Sus caricias solo hacían que el dios del engaño llegara a suspirar suavemente. Se alegraba de saber de que al menos ella estuviera bien.

Los sonidos de la casa es lo que termina arruinando el momento, un pequeño fruncir de ceño dejo a relucir. ¿Habría sido su madre? Él también pensaba igual, las casualidades a veces eran muchas para ignorar. Más a Loki no le importaba y solo termina por frenarse porque su hermana así lo deseó.

"Hmm..." Asintió entonces a lo dicho, volviendo su mirar al pequeño juguete. El que sus manos estuvieran heladas no solo era por la casa, la habitación, o lo que pudiera rodearles. Loki siempre ha creído que eran así aún en otros lados, más de una joven se lo ha dicho después de todo; ´Tus manos son frías.'
Frías.


Miró en la dirección por la cual Hela había decidido irse, y él se quedó allí un poco más. Para cuando ella volviera seguramente el juguete ya estaría reparado. No era mucho lo que debía hacer para dejarlo bien.

No deseando esperar mucho a que su hermana regresara, dejo aquello sobre la mesa y se puso de pie. Bajo las escaleras y se dirigió hacia la cocina suponiendo ella se encontraba ahí. De no ser así, iría a su habitación. Hela le había dicho después de todo que quería hacer sus maletas, de poder evitarlo o mínimo hacer ese trabajo menos tedioso, Loki iría a ayudarle con ello también.

Él claramente ya estaba acostumbrado a su forma de actuar, a sus nervios cuando no se encontraba cerca, a todo lo que ella era. Más allá de las tristes circunstancias de su pasado, él no lo cambiaría por nada porque eso podría significar un futuro sin su hermana, por la cual él estaba eternamente agradecido. La amaba por sobre todas las cosas, por sobre sí mismo.

Al menos ahora ellos lidiaban con su propio destino, no había nadie que pudiera lastimarlos, pero claro, dependían de sus propios logros también para poder salir adelante. Por eso Loki se empeñaba tanto también en su máquina, necesitaba tener éxito para poder cuidar de Hela como era debido, poder brindarle los lujos que ella merecía y todo lo demás que pudiera necesitar. Para el dios del engaño, ella era su mundo.

Los recuerdos recorren su mente hasta que su hermana finalmente le hace saber que se dirigía a su taller, como era de esperarse. Al verla llegar lo primero que hace es dirigirse a ella y tomarla de las manos imaginando estarían frías. Buscando calentarlas aunque fuera solo un poco.

"Así era, pero como no ví progreso alguno el día de hoy hizo que... comenzará a dolerme un poco la cabeza. Tuve que subir un rato," suspiro, aun así con una dulce sonrisa hacia ella. "Si, lo sé. No te preocupes, pronto las cosas mejorarán." Agregó después tras el comentario de su partida hacia América, escuchando lo demás en lo que se acercaban al interior de su taller en donde él vuelve a sentarse en la silla donde estaba anteriormente.

Deslizo un brazo por sobre la pequeña cintura de ella cuando Hela arrimó sus manos hacia sus hombros. Ante la primera pregunta, él deja salir una pequeña risa. "Ya lo haré yo, por favor, Hela... No tienes que hacer todo por mí." Se giró a verla, entrecerrando la mirada. "Estaba recordando..." Comenta después sobre el juguete que ella notó. "Estamos algo grandes ya para juguetes pero si quieres que lo repare, lo haré gustoso." Volvió su mirada a dicho juguete, el cual entrega en sus manos.


"¿Tú cómo te encuentras hoy?" Pregunto con curiosidad, no habían estado comiendo bien últimamente y obviamente le preocupa su bienestar.

Siempre se ah sentido extraño, verse protegido por su hermana menor en tiempos en el que sus padres -oh más bien padrastros- se desquitaban con él de una forma u otra. Claro que Hela no era inmune a estos malos tratos, pero nunca dejo de asombrarle verla correr en su ayuda cuando eran más jóvenes. Esto solo haciendo que dentro suyo, una cólera se fuera juntando con el tiempo. No por los lindos gestos de su hermana, pero porque él mismo sentía que no la merecía. Se supone que siendo el mayor, es él quien debería velar por ella, y sin embargo muchas de esas veces pareció congelarse en el lugar.

Tantas dudas en su mente, tantas preguntas. No entendía porque sus padres eran tan fríos con ellos. Eventualmente era solo cuestión de tiempo que las cosas se distorsionaran con su hermana, siendo la única persona con la que podía encontrar consuelo y confort. Recordar también como por causa de este amor prohibido llegaron a aislarla de él por un buen tiempo, afortunadamente todo quedó en el pasado y ahora estaban juntos.

Así como Hela sentía cosas fuera de lo común, él también sentía que usualmente el caos parecía seguirle en ciertas situaciones. Manifestaciones telequineticas tras estados emocionales le han hecho preguntarse más de una vez ¿qué era todo eso? ¿Cómo saber siquiera que les habían borrado la memoria de otros tiempos, en otro mundo? ¿Cómo saber que ella era la diosa de la muerte y él el dios del engaño? Quizás todo tendría más sentido el porque usualmente era ella quien se encargaba de las muertes de sus prometidas y él simplemente hacia lo demás.

Desde que habían comenzado a hacer estas atrocidades con tal de conseguir lo necesario para poder sustanciar su proyecto, todas esas mujeres no significaban nada para él, claramente. Usualmente su hermana participaba en elegirlas también, era lo mismo. Y él a su vez podía ser tan cruel que a la última que le había puesto los ojos resultó ser una chica bastante joven. Daba igual.

Ahora, Loki quien se encontraba curiosamente no afuera con su maquinaria, pero en su pequeño taller, perdido en sus pensamientos mientras también observaba por la ventana. Los copos de nieve cayendo, solo aumentando la frialdad del lugar a pesar de que se viera hermoso todo de blanco, asemejando algo puro... Casi como él quien por fuera aparentaba ser una cosa y por dentro era otra. Este castillo en ruinas podría verse bien por fuera, más por dentro era algo completamente diferente. Sosteniendo uno de los juguetes que le había hecho a Hela hace algunos años. Dejó salir un suspiro en lo entrecerraba la mirada y giraba el pequeño muñeco de madera entre sus dedos. A veces cree que su sueño de poder restaurar la antigua gloria de esta familia pudiera ser en vano.


Escuchó la voz de su hermana llamarle desde abajo, sacándolo de sus pensamientos y regresándolo al mundo real. Se puso de pie para acercarse a las escaleras y ver hacia abajo con la intención de divisarla con la vista. "¿Qué ocurre, Hela? Si, estoy arriba," le hace saber.

No sería un perfil mío si no estuviera en contra de tu tiranía, Hela. Saludos cordiales. (?)

— Como dice un refrán muy famoso: ai jet yu[?].

— Aaah, el veneno, el veneno que usaremos para matarlo, ese veneno[?].

— ¿Vieron el cielo esta tarde? Era el mismo[?]