[i]-El sobresalto del felino lo asusto, pero un momento se cuestiono. ¿Cómo un gato puede hablar? o tal vez no era un humano era un humano, pero si eso fuera por que no tiene el olor de una persona y tiene el de una especie diferente, era una incógnita que por mas que quería saber y preguntarle, solo se podía guardar la pregunta para si mismo. Sonrió de forma divertida, mas que lastima era el primer comentario de queja por causa de el, le pareció que hizo una travesura sin querer. Presintió las intensiones del mínimo, por el lugar donde viene lo hizo que fuera un poco frio a las quejas, escucho ese exclamo
"¡¿Qué os pasa, Tio?¡
Soltó una sonrisa como si quisiera reír pero solo se escuchaba un leve sonido de risa, a eso fue un esfuerzo para sus cuerdas vocales, con su brazo lo llevo a la parte superior de su boca para poder toser. ¡ Pero un momento! eso pensó cuando era libre y era un niño pequeño aun recordaba como escribir, se arrodillo y noto que el suelo era terroso, con la punta de su dedo escribió con una letra horrenda pero entendible, por la falta de practica. -Disculpa. -Levanto su cabeza, por el olor se guio un poco para saber la ubicación de su acompañante, tanto había dominado este sentido tan aguda como la de un canino, sonrió ladinamente, mientras que sintió como le daba su cola, y como lo invito a compartir la sombra, se sintió muy a gusto, olvido esa satisfacción de cuando tratan como algo normal y no como un objeto, se sintió ameno, Con la cola esponjada era muy sedosa, siguió hasta sentir el lomo y cabeza del felino. Era simplemente extraordinario que un gato hablara.[/i]