El mundo se detuvo por un instante luego de escuchar las palabras de Meadowes y luego siguió su curso. Instintivamente llevo su mano hacia su cabello rubio e hizo una mueca. Bueno, una semana no era tanto tiempo y si ponía en balanza las cosas que había evaluado perder luego de la apuesta; esto era mucho más leve. Sin embargo, sabía el revuelo que causaría y que no la dejarían en paz los primeros días. Una semana, se repitió ya más confiada.

—Bien, ¿tienes el hechizo o la poción? La verdad nunca me teñí el cabello.

Admitió encogiendo sus hombros resignada a lo que le había tocado y volvió a chequear los alrededores disimuladamente para confirmar que nadie las veía. Tal vez podía inventar una historia de que quería probar algo nuevo en un peinado y un intento después, termino a lo Lily Evans. Pero ni una palabra de que había perdido contra la gryffindor en algo tan estupido.