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¿Un ajuste de cuentas?

—No, Diane no se tragaba ese cuento. Algo raro estaba pasando y sus superiores se lo estaban ocultando. De por sí el pueblo no era uno normal, esos asesinatos cada cierto tiempo que hasta parecía tener un patrón establecido no sucede en todos lados. La noche es larga, podría investigar por cuenta propia. No se iba a quedar así, no confiaba en la "justicia" ni en las burdas investigaciones que parecían hechas por un niño de primaria.—
 
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DianeGallagher · 26-30, F
—Cuando salieron por el marco de la puerta se logró escuchar con un fuerte tono de rabia un: "Mañana a primera hora en mi despacho, Gallagher".—

Recibido —Comentó con el rostro desfigurado. Odiaba estar a solas con ese hombre, conocía muy bien sus intenciones y la forma en la que le habló no hizo más que incomodarla.

Ya fuera del lugar suspiró y se giró hacia Ferdinand con una sonrisa un tanto divertida y a la vez sorprendida.—

¿Mi novio? Vaya, ni yo sabía eso. Vamos a casa Ferd. ¿Viniste a pie? —Iba a sacar su teléfono del bolsillo interno de la chaqueta pero no estaba, había quedado en la oficina.— Diablos, tendré que devolverme por mi teléfono. ¿Me esperas?
DianeGallagher · 26-30, F
Se supone que no, pero ya sabes, poco personal y esas cosas. —Mintió, pero no le quedaba otra, tampoco le iba a decir a Ferdinand del infierno que estaba viviendo últimamente con sus propios arrebatos y diferencia de opiniones con sus superiores.

Un bostezo por parte de la rubia la delató debido al cansancio que sentía en el momento, pero agradecía la ayuda del comerciante. A pesar de que se negaba en un principio a que la asistiera, finalmente accedió para poder terminar más rápido con el papeleo. Ordenando los archivos por caso, incluida algunas fotografías que evitaba fueran vista por el contrario debido a lo explícita y confidenciales que resultaban ser.

Estaban listos para irse, incluso había tomado su bolso cuando vio a su jefe abrir la puerta. La tensión se sentía en el aire y la incomodidad también en cuanto Toker miró de arriba a abajo a Ferdinand, sobretodo luego de los dichos de él. En silencio salió rápidamente del lugar con su acompañante.
SW-User
Tú no deberías estar encargada del papeleo de este caso. —Tenía ligero conocimiento de cómo operaban las jerarquías en la policía, y sabía que Diane no estaba realmente en el caso porque se lo ganara, si no porque Toker estaba fastidiándola, ella era la nueva, la novata y a ellos siempre se le cargan la mano.

Pero no dijo nada más, no era el momento, suficiente tenía con estar sumergida entre papeles, así que cual niño obediente, tomó un banco y lo situó a su lado, comiendo galletas, emparedados y café. De vez en cuando, le pasaba algunas hojas, folders de por ahí y llegó incluso a ordenar un par de cosillas, todo con tal de que pudiera irse a casa a descansar.

Iba a levantarse para llevársela por fin cuando la puerta de su cubículo se abrió sin llamar antes, era Toker, que entraba con una fastidiosa confianza, llevaba dos vasos de café pero al ver a Ferdinand ahí, casi los aplastó entre sus manos.— No la estoy interrumpiendo, vine por mi novia para llevarla a casa. Ya nos vamos.
DianeGallagher · 26-30, F
¿Trajiste galletas? Que rico, hace días que quería comer y ahora tú las traes por arte de magia. Eres increíble. —Sonrió y se fue acercando como un pequeño ratón, abriendo las bolsas que traía para poder sacar aquel dulce que tanto anhelaba hasta que por fin las tenía en sus manos, llevándose de a una a la boca para comerlas.—

Muchas gracias por esto, en verdad que lo necesitaba. Deseaba comer algo después de todo este tiempo. Se suponía que hace 4 horas debí irme a casa pero ahora con esto... —Se encogió de hombros antes de sentarse, tomando el vaso de café para beber de a poco por el miedo a quemarse.— Puedes sentarte y comer junto a mí, trajiste todo en doble porción así que, terminaré esto para que volvamos a casa.

—Dejó el vaso sobre el escritorio y se estiró con la intención de relajar un poco los músculos de su espalda que sentía tan apretados. Volvió su vista a la pantalla del computador mientras transcribía algunas cosas bastante rápido, pues tenía un buen dominio.—
SW-User
Claro que tenía que venir, aquí no te cuidan y necesitas comer, te vas a descompensar. —Casi lo gritó, aunque todos los policias estaban en sus asuntos, algunos voltearon a verlo, él también podía fastidiarlos, aunque fuese un poquito solamente.—

Traje galletas, café con azúcar como te gusta, oh diablos, aquí se quedaron mis galletas de avena. —Soltó una risa, sinceramente apenado. En cuanto cerró la puerta, su postura se relajó, mirándola con esa ternura constante que siempre tenía para ella.—

Creo que es bueno que todos estén como locos, ya nadie se preocupó en detenerme. O quizá fue porque dije que venía a entregar un pedido de comida, que no es una mentira. —Se metió una galleta a la boca, encogiéndose de hombros. Abrió el primer paquete de emparedados, improvisando una platito con servilletas.— Anda, la cena está servida, te llevaré a casa cuando termines.
DianeGallagher · 26-30, F
—Internamente maldecía a su jefe por interrumpirla, pues sabía que su presencia ahí era irrelevante por el tipo de trabajo que realizaba, aún así con gran disposición tomó las declaraciones de algunos testigos cercanos y gente lo conocía desde siempre. Todos coincidían en lo mismo: el señor Green era alguien tranquilo que no tenía problemas con nadie.

Cuando todo terminó estaba en la oficina terminando de transcribir algunas cosas sobre el caso además de ir subiendo las imágenes recopiladas para mantener todo en orden. Se frotó los ojos con el dorso de las manos porque sentía la vista cansada hasta que escuchó la puerta abrirse, girándose en su silla para observar con una sonrisa resignada al comerciante.—

¿Qué haces aquí, Ferd? No tenías que venir, te dije que te llamaría más tarde aunque... huele delicioso. —Se levantó para ayudarle con las bolsas y luego cerró la puerta tras él.— ¿Cómo es que te dejaron entrar? Están todos vuelto locos.
SW-User
Yo iré por el café, compraré algunos sandwiches y... —La voz de Toker lo sacó de sus casillas con una facilidad increíble, sin embargo, no iba a separarse de ella. En el pasado, dejó que él tomara las riendas de la situación, pero ahora no, haría las cosas diferentes, haría sentir a Toker incómodo como lo había hecho sentir a él.

Dejó que se fueran, la escena del crimen se despejó, los forences llegaron y el cuerpo fue retirado. Él fue a una tienda de conveniencia, compró dos café con azúcar, galletas de chocolate y un par de sándwiches para ella.

Eran la una de la mañana cuando llegó a la comisaría, tocó la puerta el y el policía lo miró con desprecio, pero Ferdinand sonrió y entró sin si quiera decirle a qué iba, porque cuando el guardia intentó detenerlo, pasó de largo, diciendo que entregaría una orden para la detective Gallagher.—

¡Te traje la cena, Diane!
DianeGallagher · 26-30, F
Sí, ajuste de cuentas. —Confirmó sin siquiera mirarle a los ojos, tenía esa costumbre que al mentir no podía sostener la mirada o se darían cuenta de que estaba ocultando algo por sus gestos.— No te preocupes, aunque no me vendría mal un café en estos momentos, está haciendo algo de frío.

—Le dedicó una sonrisa honesta, tenerlo cerca en un escenario así tan cruel y crudo era una especie de escape y alivio. Metió la mano dentro de la chaqueta tomando algunas monedas, las que empuño y metió sin preguntarle nada al bolsillo del pantalón del contrario.— Ahí está mi café. Y no sé si puedas ayudarme mucho, ahora viene papeleo y tendré que quedarme en la oficina un poco más, pero... —Iba a continuar cuando fue interrumpida por un fuerte "Gallagher", Toker la estaba llamando, con la clara intención de molestar al comerciante—. Gracias. Te llamaré más tarde si quieres.

—Suspiró con resignación para irse en donde su jefe quien la necesitaba para tomar nota de algunas declaraciones.—
SW-User
—Esta vez, pese a lo tenso que resultaba el ambiente, pudo notar que ella tenía una preferencia hacia él... Y muy contrario a la situación, logró sonreía cuando la notó caminar hacia su persona.—

¿Ajuste de cuentas? —Su ceño se frunció y alzó una ceja, pensando exactamente lo mismo que ella: eso no era cierto, no había modo de que algo como eso se justificara con tan terrible diagnóstico.—

Al parecer será una noche larga, ¿necesitas algo? ¿Puedo ir por café para ti? —Y entonces lo sintió, a lo lejos, alguien lo estaba mirando con una profunda mala vibra. De reojo logró mirar a Toker, el capitán de policías. Ferdinand sonrió con ironía, sabía que estaba enojado porque frustró su plan aquella noche en que Diane se emborrachó.— Seré tu pareja no oficial esta noche, estoy a tus servicios.
DianeGallagher · 26-30, F
—Usualmente no solía meterse en este tipo de asuntos tan "graves" como asesinatos o muertes, pero tenía turno y debía ayudar a sus colegas a pesar de ya dar aviso al capitán y demás superiores.

Colocó aquella por todo el perímetro para evitar que la gente se acercara más de la cuenta y así no alteraran la escena del crimen. Muchos le preguntaban pero fiel a su estilo no dijo nada, estaba pensando muchas cosas a la vez y claro, ese ajuste de cuentas sonaba bastante creíble para los demás, menos para ella. Tomó lápiz, papel y la tabla que usaba como soporte para poder scribir el informe inicial con los datos del momento, pero al escuchar su nombre de aquella voz, rápidamente se giró a él y fue a su encuentro, alejándose un poco de la curiosa multitud.—

Un... Un ajuste de cuentas. —Susurró. No estaba segura de contarle aún las sospechas que tenía, después de todo era trabajo y no sabía si era buena opción meterlo a él también en ello.—

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