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Bien, esto promete.
Los llamados urgentes de última hora siempre traen acción consigo.
 
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DianeGallagher · 26-30, F
Ah, esto. No es nada. —Le restó importancia al corte por lo superficial que era. Inmediatamente se percató del sarcasmo del contrario por lo que solo se limitó a sonreír de medio labio, sabía que algún día se lo cobraría por lo que por ahora lo dejó así. —

Bueno, al menos me alegro que tu visita a mi trabajo no sea a causa de un robo o algo peor. —Comentó con cierta tranquilidad adentrándose a su oficina, por suerte dejó ordenado el caos de papeles que tenía en la mañana repartidos por todas partes.— No sé cómo es que lograste entrar aquí sin que te dijeran nada. Supongo que una mentira habrás dicho. Pero... —Miró con una sonrisa la caja de donas y la tomó, dejándola sobre la mesa para poder abrirlo. Rió por aquel comentario.— Algo así, sí. Aunque no a todos les gusta y otros, simplemente no pueden comerlas por problemas de azúcar. ¿Quieres compartir conmigo? Iré a preparar café si es que gustas.
SW-User
Mira nada más, la noche pareció estar muy densa. —Recargado del umbral, pudo admirar la escena en todo su esplendor, sonriendo sarcástico... Debido a que él ya tendría que haber sido atrapado como ellos desde hace años, pero estaba ahí, libre y sin sospechas sobre sus hombros.—

De ninguna manera, hace horas cerré, peeeero, imaginé que una oficial tan dedicada a su trabajo tendría hambre y... —Alzando los hombros, haciendo un ademán para que se adentrara a su propio despacho, tomó la caja de donas decoradas que había en el escritorio y se la extendió, como si fuera un producto importado o fino.— Amablemente compré un aperitivo para usted, mi querida policía favorita. Dicen que estas cosas son como sus baterías, ¿o es un mito?
DianeGallagher · 26-30, F
—Últimamente en el bar del pueblo las riñas durante las primeras horas de la noche no se hacían esperar. Tal vez era el estrés de los pueblerinos con todas las malas noticias que que circulan día a día o el efecto de la pandemia que no tardaba en llegar.

Una simple pelea de borrachos y unas cuantas botellas volando por los aires era el escenario. Por los pelos lograron esquivar los vidrios aunque uno logró hacerle un superficial corte en la mejilla diestra de Diane. ¿Resultados? 4 detenidos.

Ya devuelta en la estación policial, la recepcionista le indica a la rubia que había alguien en su despacho.—

¿Ferd? ¿Qué haces aquí? No me digas que entraron a robar a El gato negro.
SW-User
—Va a llevarle donas cuando vuelva.—

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