100+, M
Vampiro S. XVIII
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DiosaPandora · F
Os deseo un muy feliz cumpleaños
DiosaPandora · F
¡Os deseo que tengáis yn Feliz cumpleaños!
lionheart1556627 · F
Ooc: Por MP estaría bien, enseguida te lo mando. ~
lionheart1556627 · F
Ooc: Gracias por aceptar mi solicitud, espero podamos llevarnos bien y tener un rol ameno.
SW-User
R.Out: Gracias por aceptar, rol cuando gustes.
SW-User
[code]Off. [/code] [code]Esperó que podamos llevar un buen rol. [/code]
SW-User
[ Gracias por aceptar..]
SW-User
[code]Su fin, ¿qué tan patético podría ser? Había ido con la guardia baja al considerar que el peligro en esa remota villa solo era un alebreste de los residentes del sitio, nada que no se solucionara en una sola noche. Que no eran más que tristes suposiciones de algo irreal, qué perdida estaba, sin duda alguna. Terminó en el fondo de una cañada remota, a los pies de otro cuerpo. Nadie la encontraría ahí, quienes se decían conocerla “perfectamente” nunca verían como opción que se fue al fondo de un risco, algo meramente ilógico de quien protege al templo de Acuario.
Miles de imágenes recorrieron su mente, desde que inició el entrenamiento para ser solo una Saintia, hasta que fue removida para servir en Siberia bajo la tutela de Hyoga, donde mostró todo el potencial que no desperdiciarían en solo una escolta personal. Debía ser algo “más” para poder llegar a su máximo. Fue en ese momento que se reconoció como bendecida por la onceava constelación.
Fue entonces que una punzada muy aguda a la altura del cuello hizo que casi volviera en si, la debilidad de sus extremidades aunada a su cuerpo, en general, impidió que pudiera reaccionar o siquiera proferir que seguía viva. Cerró los ojos con fuerza, el dolor era más de lo que podía soportar, sin embargo, a medida que su mirada se iba nublando, más placer insano sentía ¿Qué era lo que estaba ocurriendo en ese momento? El aroma metálico llegó hasta sus fosas nasales, pero lo relacionó directamente a que era producto de la herida que tenía en la cabeza.
De pronto, un sopor realmente cómodo la envolvió de manera que dejó de dolerle prácticamente todo, desde la punción en el cuello, hasta la fractura en una de sus piernas. No sabía a ciencia cierta qué ocurría, pero fue lo suficiente para “confiar”, no veía nada, pero sabía que no yacía aun en el suelo, era lo suficientemente cómodo como para no diferenciar una superficie de otra, sin embargo, su conciencia volvió a abandonarla, parecía que no era importante nada de eso.
Lo que sucedió después fue ignorado, no había conciencia en cada cosa que aconteció. ¿Cuánto tiempo pasó? No lo supo, simplemente su organismo pudo recuperarse a su marcha con todo lo que le fue conectado por venoclisis, tanto los nutrimientos como el agua faltante con los electrolitos que harían a su función cardíaca regresar a un ritmo normal. No fue partícipe de su palidez, mucho menos de que estuvo a punto de morir y no en manos de los seres que la acecharon durante la mitad de la noche. Su mismo organismo hizo que abriera lentamente los ojos, fue que reconoció lo mullido de la superficie en la cual ahora yace. Se removió con cuidado, parecía ser temprano, a juzgar por el único rayo de sol que se coló por entre las gruesas cortinas, fue entonces que diferenció que sobre su piel había un suave camisón de tela blanca, no fue capaz de “recapacitar” todo lo hecho, hasta que sintió el ardor en una de sus venas en el brazo izquierdo, abrió la manga y notó que estaba conectada.
Frunció el ceño hasta que por fin recapacitó lo que estaba pasando, se quiso reincorporar de lo que notó era una cama, pero un mareo súbito hizo que desistiera de su propósito- No te muevas… -Una voz surgió de entre la oscuridad, no supo de dónde venía, a causa del rayo que se colaba directamente a su rosto impedía que sus ojos pudieran adaptarse a la densa oscuridad- ¿Qué es este lugar? ...- Musitó luego de sentir un sabor demasiado pastoso en los labios – No se mueva…- Fue lo que escuchó por segunda vez. Frunció el entrecejo, ¿qué era todo eso? Le resultó muy obvio el querer preguntar, pero optó por obedecer.
Al paso de un tiempo, le quitaron los tubos, solo se quejó necesariamente por la aguja retirada. Así como a su alrededor no había ruido, decidió permanecer así hasta que se sintió sola, se aseguró de eso y se reincorporó de la cama, cuando controlar su mareo, abrió la puerta y salió al primer pasillo que encontró a su paso. Se asomó lo suficiente, quiso ser sigilosa, pero seguía dando tumbos a causa de la inestabilidad que seguía gobernando su cuerpo ¿Cuántos días habían pasado desde que fue enviada a la misión? No sabía en dónde buscar, a quien acudir o donde preguntar-
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Miles de imágenes recorrieron su mente, desde que inició el entrenamiento para ser solo una Saintia, hasta que fue removida para servir en Siberia bajo la tutela de Hyoga, donde mostró todo el potencial que no desperdiciarían en solo una escolta personal. Debía ser algo “más” para poder llegar a su máximo. Fue en ese momento que se reconoció como bendecida por la onceava constelación.
Fue entonces que una punzada muy aguda a la altura del cuello hizo que casi volviera en si, la debilidad de sus extremidades aunada a su cuerpo, en general, impidió que pudiera reaccionar o siquiera proferir que seguía viva. Cerró los ojos con fuerza, el dolor era más de lo que podía soportar, sin embargo, a medida que su mirada se iba nublando, más placer insano sentía ¿Qué era lo que estaba ocurriendo en ese momento? El aroma metálico llegó hasta sus fosas nasales, pero lo relacionó directamente a que era producto de la herida que tenía en la cabeza.
De pronto, un sopor realmente cómodo la envolvió de manera que dejó de dolerle prácticamente todo, desde la punción en el cuello, hasta la fractura en una de sus piernas. No sabía a ciencia cierta qué ocurría, pero fue lo suficiente para “confiar”, no veía nada, pero sabía que no yacía aun en el suelo, era lo suficientemente cómodo como para no diferenciar una superficie de otra, sin embargo, su conciencia volvió a abandonarla, parecía que no era importante nada de eso.
Lo que sucedió después fue ignorado, no había conciencia en cada cosa que aconteció. ¿Cuánto tiempo pasó? No lo supo, simplemente su organismo pudo recuperarse a su marcha con todo lo que le fue conectado por venoclisis, tanto los nutrimientos como el agua faltante con los electrolitos que harían a su función cardíaca regresar a un ritmo normal. No fue partícipe de su palidez, mucho menos de que estuvo a punto de morir y no en manos de los seres que la acecharon durante la mitad de la noche. Su mismo organismo hizo que abriera lentamente los ojos, fue que reconoció lo mullido de la superficie en la cual ahora yace. Se removió con cuidado, parecía ser temprano, a juzgar por el único rayo de sol que se coló por entre las gruesas cortinas, fue entonces que diferenció que sobre su piel había un suave camisón de tela blanca, no fue capaz de “recapacitar” todo lo hecho, hasta que sintió el ardor en una de sus venas en el brazo izquierdo, abrió la manga y notó que estaba conectada.
Frunció el ceño hasta que por fin recapacitó lo que estaba pasando, se quiso reincorporar de lo que notó era una cama, pero un mareo súbito hizo que desistiera de su propósito- No te muevas… -Una voz surgió de entre la oscuridad, no supo de dónde venía, a causa del rayo que se colaba directamente a su rosto impedía que sus ojos pudieran adaptarse a la densa oscuridad- ¿Qué es este lugar? ...- Musitó luego de sentir un sabor demasiado pastoso en los labios – No se mueva…- Fue lo que escuchó por segunda vez. Frunció el entrecejo, ¿qué era todo eso? Le resultó muy obvio el querer preguntar, pero optó por obedecer.
Al paso de un tiempo, le quitaron los tubos, solo se quejó necesariamente por la aguja retirada. Así como a su alrededor no había ruido, decidió permanecer así hasta que se sintió sola, se aseguró de eso y se reincorporó de la cama, cuando controlar su mareo, abrió la puerta y salió al primer pasillo que encontró a su paso. Se asomó lo suficiente, quiso ser sigilosa, pero seguía dando tumbos a causa de la inestabilidad que seguía gobernando su cuerpo ¿Cuántos días habían pasado desde que fue enviada a la misión? No sabía en dónde buscar, a quien acudir o donde preguntar-
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SW-User
[code]Para su horror, confirmó que también, en el fondo de la cañada, yacía el cuerpo de un joven de cabello verde, de ropas lo suficientemente antiguas a pesar del aspecto del cadáver. No había fetidez, mucho menos algo que le hablara del tiempo que llevaba ahí, seguramente era alguien que también padeció el ataque de los mismos desdichados que le tendieron la trampa. Sintió lástima por aquel, ella ahí sin poder hacer nada, no podría ni enterrarlo. Se volvió a arrastrar para mover el cuerpo, notó cierta rigidez en él, pero al menos pudo acomodarlo de forma solemne. Incluso lo contempló por un rato, pensando vagamente en que probablemente terminaría haciéndole compañía.
Sonrió por lo estúpido de aquella reflexión, sin embargo, se dedicó a contemplarlo. Justo en ese momento cuantiosas gotas de sangre fresca, provenientes de su herida en la cabeza, cayeron directamente en el rostro y labios del difunto. Sin embargo, no pudo limpiar su osadía, un mareo hizo que cayera de costado sobre el suelo. Al parecer el traumatismo en la cabeza era de consideración e hizo que volviera a perder la consciencia. ¿Qué sucedería? ¿Sería acaso su fin?
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Sonrió por lo estúpido de aquella reflexión, sin embargo, se dedicó a contemplarlo. Justo en ese momento cuantiosas gotas de sangre fresca, provenientes de su herida en la cabeza, cayeron directamente en el rostro y labios del difunto. Sin embargo, no pudo limpiar su osadía, un mareo hizo que cayera de costado sobre el suelo. Al parecer el traumatismo en la cabeza era de consideración e hizo que volviera a perder la consciencia. ¿Qué sucedería? ¿Sería acaso su fin?
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(Es un mismo post, pero el estupido Oirbix lo cortó)
SW-User
[code]Con sutileza comenzó a correr entre los árboles, su respiración era lo único que hacía eco en el lugar. Ocupaba las sombras para moverse con habilidad, si, estaba agitada, su pecho subía y bajaba de forma que intentaba hacerlo de forma más pausada o menos evidente. No lo estaba logrando del todo, el grado de adrenalina en su sangre pedía ese aporte de oxígeno extra a su cuerpo. Entre la sorpresa y el agravio en su contra, parecía ser que no salía del shock al que se sometió para emprender la huida.
Recién había “terminado” una misión que salió peor de lo que suponía. El santuario había recibido información falsa, quienes solicitaron ayuda solo querían una ofrenda para declarar la guerra en tierra sagrada, claro está, el sacrificio sería alguien perteneciente a la orden zodiacal. Suri, a pesar de ser una representante de la armada dorada, fue superada por la fuerza de ataque del tren de asalto que la sorprendió apenas puso un pie en la aldea, que, según el reporte, estaba presentando el azote de una rara presencia sedienta de sangre. Ella había tomado esa encomienda por la menor complejidad que ofrecía para realizarse, sin embargo, eso no hablaba de la nulidad o fuerza de sus poderes.
Fue capaz de defenderse, regresar el ataque fraguado en su contra, no así de ponerse a salvo. Tenía heridas, pero no las consideró de riesgo o de cuidado por el hecho de poder mantenerse en pie, no tenía algún órgano comprometido o un hueso roto en totalidad, su hombro solo estaba subluxado, de modo que podía moverlo hasta cierto límite, viable aun para poder defenderse. No podía detenerse mucho tiempo entre la maleza que escogió para refugiarse, sus enemigos estaban lo suficientemente cerca como para no darle la escapatoria que buscaba. Y no es que estuviera necesariamente huyendo, quería regresar al santuario a dar el reporte precis, pero a cómo iban las cosas, presumía que no lograría su objetivo.
Su comunicación era más que privilegiada con uno de los caballeros de la misma orden, elevó su energía cósmica para poderle dar el aviso. Juntó toda su energía para darle el mensaje, donde le explicaba todo lo sucedido, lo que logró colectar de información trascendental para un próximo ataque. Así mismo se despidió, informándole que no le restaba mucho tiempo, había caído en una trampa y el número de combatientes superaba todos sus entrenamientos. Pedía perdón y que, de ser posible, su mentor llamara de regreso su armadura cuando su vida se extinguiera, a manera de asegurar que no caería en las manos menos indicadas. Y así, antes de escuchar algún reclamo o similar, cortó de tajo el canal telepático y reanudó su escape. Su cuerpo estaba dando de si, no caería, la situación era algo que mínimo se debía manejar entre dos más de sus similares. Ella se las arreglaría
Pronto, en un descuido, cayó por una cañada oculta por la maleza. Rodó varios metros abajo, la reacción primordial de su cuerpo fue protegerse el rostro y la cabeza, las duras ramas y algunas piedras lograron que su cometido se frustrara, cuando llegó al fondo del mismo, se le consideró muerta por sus atacantes. Aquel desnivel era lo suficientemente profundo y peligroso como para asegurar que, cualquier organismo vivo que rodara cuesta abajo, no llegaría vivo al final del mismo.
¿Cuánto tiempo estuvo sin sentido? Realmente no lo sabía, a pesar de la nueva complejidad de sus heridas, no murió en la caída. Lo que sí, es que sirvió de hermoso distractor, sus perseguidores la dieron por muerta en cuanto le vieron caer, con eso ganaría un poco de tiempo, al menos lo suficiente para asegurar que compañeros de su rango aparecieran por la zona, en tanto, solo debía asegurarse de encontrar un refugio para descansar y tratar lo más posible sus heridas. Apenas se reincorporó, un fuerte mareo hizo que volviera al suelo, se llevó una mano a la cabeza y descubrió que se había descalabrado, seguramente alguna piedra hizo el contacto necesario como para hacer que su herida emanara tal cantidad de sangre, conocía el método para detenerla, también descubrió que se había fracturado una pierna, pero no había hemorragia de consideración, no podría reincorporarse, eso era seguro, comenzó a arrastrarse de forma que no moviera el hueso roto para evitarse complicaciones.
Fue entonces que sucedió, aunque la oscuridad no le permitía distinguir bien del todo, supo que, lo que estaba a un lado de ella, era un cuerpo. Se las ingenió para hacer una pequeña fogata con lo que traía en un bolsillo de emergencia que no perdió durante la caída, necesitaba solo una luz tenue para comprobar sus sospechas.[/code]
Recién había “terminado” una misión que salió peor de lo que suponía. El santuario había recibido información falsa, quienes solicitaron ayuda solo querían una ofrenda para declarar la guerra en tierra sagrada, claro está, el sacrificio sería alguien perteneciente a la orden zodiacal. Suri, a pesar de ser una representante de la armada dorada, fue superada por la fuerza de ataque del tren de asalto que la sorprendió apenas puso un pie en la aldea, que, según el reporte, estaba presentando el azote de una rara presencia sedienta de sangre. Ella había tomado esa encomienda por la menor complejidad que ofrecía para realizarse, sin embargo, eso no hablaba de la nulidad o fuerza de sus poderes.
Fue capaz de defenderse, regresar el ataque fraguado en su contra, no así de ponerse a salvo. Tenía heridas, pero no las consideró de riesgo o de cuidado por el hecho de poder mantenerse en pie, no tenía algún órgano comprometido o un hueso roto en totalidad, su hombro solo estaba subluxado, de modo que podía moverlo hasta cierto límite, viable aun para poder defenderse. No podía detenerse mucho tiempo entre la maleza que escogió para refugiarse, sus enemigos estaban lo suficientemente cerca como para no darle la escapatoria que buscaba. Y no es que estuviera necesariamente huyendo, quería regresar al santuario a dar el reporte precis, pero a cómo iban las cosas, presumía que no lograría su objetivo.
Su comunicación era más que privilegiada con uno de los caballeros de la misma orden, elevó su energía cósmica para poderle dar el aviso. Juntó toda su energía para darle el mensaje, donde le explicaba todo lo sucedido, lo que logró colectar de información trascendental para un próximo ataque. Así mismo se despidió, informándole que no le restaba mucho tiempo, había caído en una trampa y el número de combatientes superaba todos sus entrenamientos. Pedía perdón y que, de ser posible, su mentor llamara de regreso su armadura cuando su vida se extinguiera, a manera de asegurar que no caería en las manos menos indicadas. Y así, antes de escuchar algún reclamo o similar, cortó de tajo el canal telepático y reanudó su escape. Su cuerpo estaba dando de si, no caería, la situación era algo que mínimo se debía manejar entre dos más de sus similares. Ella se las arreglaría
Pronto, en un descuido, cayó por una cañada oculta por la maleza. Rodó varios metros abajo, la reacción primordial de su cuerpo fue protegerse el rostro y la cabeza, las duras ramas y algunas piedras lograron que su cometido se frustrara, cuando llegó al fondo del mismo, se le consideró muerta por sus atacantes. Aquel desnivel era lo suficientemente profundo y peligroso como para asegurar que, cualquier organismo vivo que rodara cuesta abajo, no llegaría vivo al final del mismo.
¿Cuánto tiempo estuvo sin sentido? Realmente no lo sabía, a pesar de la nueva complejidad de sus heridas, no murió en la caída. Lo que sí, es que sirvió de hermoso distractor, sus perseguidores la dieron por muerta en cuanto le vieron caer, con eso ganaría un poco de tiempo, al menos lo suficiente para asegurar que compañeros de su rango aparecieran por la zona, en tanto, solo debía asegurarse de encontrar un refugio para descansar y tratar lo más posible sus heridas. Apenas se reincorporó, un fuerte mareo hizo que volviera al suelo, se llevó una mano a la cabeza y descubrió que se había descalabrado, seguramente alguna piedra hizo el contacto necesario como para hacer que su herida emanara tal cantidad de sangre, conocía el método para detenerla, también descubrió que se había fracturado una pierna, pero no había hemorragia de consideración, no podría reincorporarse, eso era seguro, comenzó a arrastrarse de forma que no moviera el hueso roto para evitarse complicaciones.
Fue entonces que sucedió, aunque la oscuridad no le permitía distinguir bien del todo, supo que, lo que estaba a un lado de ella, era un cuerpo. Se las ingenió para hacer una pequeña fogata con lo que traía en un bolsillo de emergencia que no perdió durante la caída, necesitaba solo una luz tenue para comprobar sus sospechas.[/code]
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