Se mantuvo abrazando a la mujer sin hacer ruido ni conversación más, el simple hecho de tenerla en sus brazos le bastaba para saber que ella se encontraba bien.
¿Estás bromeando verdad?, entonces tu desodorante huele muy rico. - Evitó comprobar del todo aquello y prefirió quedarse un ratito más a su lado, suspirando levemente y esbozando una espontánea sonrisa.-
¿Perfume? Solo uso desodorante, lo demás es olor natural del buen Sett, seguramente mi testosterona te gusta. -Se ríe un poco mientras que le da uno que otro beso en la cabeza aún manteniéndola abrazada.-
Está bien, dime, ¿Qué perfume usas ahora?, hueles muy bien Sett. - Embelesada y sonriente de su afecto, Cinnia se acomodó sobre su pecho y lentamente cerró sus ojos para conmemorar plácidamente aquel encuentro.-
No tienes que disculparte. -Sus manos acariciaron su espalda con los dedos y posaría su cabeza sobre la de ella para dejar que se acurruque en su cuerpo.-
Perdón, no pude fijarme antes del todo. - Sonrió agraciada de sus besos y le abrazó un ratito más, para memorizar mejor su aroma y la calidez que emitía su cuerpo.-
No sé de que hablas, si yo siempre soy tan cariñoso. -La abraza de igual forma sonriéndole un poco y le da otro beso pero ahora en una de sus mejillas.-
