[code]Mi intuición me dice que ya sabes quién soy. Y, si realmente me conoces, sabes que no necesito a nadie para completar mis cacerías... Pero sí que me intriga conocer de que eres capaz. Tú, ved'ma, podrías convertirte en una buena adquisición. –la sonrisa del cazador se ensanchó, teñida completamente de la malicia que siempre emanaba cuando su instinto caótico tomaba el control.[/code]

[code]La mirada del albino se estrechó ante toda la ostentosa parafernalia de la bruja. La entonación de la voz, sus movimientos calculados; todo parecía destinado a amplificar ese encanto natural. Desgraciadamente, esas artimañas nunca habían funcionado con aquél hombre.

Suspiró con pesadez y su mano izquierda se deslizó rápidamente alrededor de la cintura de la mujer. Su movimiento no era una respuesta a los intentos seductores de la bruja, sino una medida de precaución.

Lo que inicialmente parecía un abrazo grácil desde atrás se convirtió en una prisión cuando aplicó fuerza. La proximidad entre ambos hizo que el ambiente se volviera más denso, lo cual inquietó a la criatura que se movía por el cuello del cazador.[/code]

⸻ Podemos ser aliados en lugar de enemigos.

Propuso Béatrice, acercando su rostro al del cazador, dejando que su aliento cálido rozara la mejilla.

⸻ Mis poderes podrían ser útiles en tu chasse. Y a cambio, podrías revelarme los secretos que ocultas, permitiéndome saborear el deleite de lo desconocido.

Béatrice sabía cómo jugar sus cartas, manipulando la intriga y el deseo del cazador mientras se acercaba cada vez más al peligro.

La sonrisa de Béatrice se amplió ante la reacción del cazador, disfrutando de la resistencia y desconfianza: no le importaba desafiar a alguien que se creía superior a los demás. Moviendo con elegancia un mechón de su cabello cenizo detrás de su oreja, se acercó aún más al cazador, dejando que su perfume embriagador lo envolviera.

⸻ Querido cazador, tus amenazas no me intimidan.

Susurró Béatrice, su voz resonó con un tono seductor.

⸻ No busco tu presa. Mi interés radica en los secretos que ocultas detrás de tu fría apariencia y en el poder que destilan tus acciones. Hay algo más en ti, algo que me atrae irremediablemente.

Mientras hablaba, Béatrice deslizó suavemente su mano enguantada por el brazo del cazador, dejando un rastro de electricidad en su contacto. Su figura esbelta y esculpida parecía moverse con una gracia felina, exudando sensualidad y misterio.

[code]No era habitual toparse con magos en aquellos parajes, pero ahora comprendía la obsesión intoxicante que la mujer sentía por el trofeo que adornaba su cuello.

Puedes tener toda la fama que quieras, pero sigues siendo una simple humana. Así que mantente alejada de mi presa. –con un gesto rápido, apartó la mano que se aproximaba a la criatura y, acto seguido, llevó el cigarrillo a sus labios para tomar una profunda calada, creando un momento de silencio.

A pesar de todo, el cazador no confiaba en las palabras de la mujer. Su personalidad y su aroma iban en dirección opuesta a la de una maga; emanaba un inquietante olor a magia oscura.

Si vuelves a mentirme, meteré una puta bala en tu cráneo, bruja. Ahora dime, ¿qué carajos quieres en realidad? Sé que este "encuentro" no es fortuito. –el perfume de violetas y grosellas ya lo había percibido días atrás, pero hasta ese momento no le había prestado atención.[/code]

Béatrice no se inmutó ante la respuesta burlona del cazador. En cambio, una sonrisa coqueta curvó sus labios mientras lo observaba con una mirada desafiante. Era consciente de la hostilidad que emanaba de él, pero no le intimidaba en lo más mínimo. De hecho, le intrigaba aún más.

⸻ Interesante... No es común encontrar a alguien con tu actitud.

Susurró con una voz suave y cautivadora, sin apartar la mirada del cazador.

⸻ Je suis Béatrice, una maga de renombre con un apetito insaciable por lo desconocido... Y tú, cazador, ¿cómo te llamas? Pareces llevar una carga en tus hombros, y esa mirada tuya habla de una historia fascinante.

Béatrice se acercó un poco más al cazador y extendió su mano con lentitud hacia la bestia, acercándola con delicadeza. Su figura esbelta y provocativa contrastaron con la intensidad del momento.

[code]El cazador había cumplido con su cometido y en su cuello descansaba la presa de su contrato. "Una criatura casi mítica, una deidad aprisionada en un cuerpo terrenal." La bestia era ensalzada como una entidad divina, pero no era más que la creación de un demonio; una decepción.

Con un cigarrillo entre los labios, inhaló brevemente debido a una inoportuna interrupción. La mirada se posó en aquella mujer y su expresión mostró una leve sorpresa.

– Kazhetsya ty velikodusno nablyudayesh' za etoy svin'yu... –comentó con tono burlón, girando su cuerpo para enfrentarse a la mujer. Luego, retiró el cigarrillo de su boca, permitiendo que sus labios se curvaran en una media sonrisa.– ¿Sabes? La gente comúnmente ignora por completo a esta criatura... Entonces, dime, ¿quién carajos eres tú?

Su único ojo visible transmitía un único deseo: la destrucción. Ese anhelo teñía todo el rostro del cazador. Estaba listo para atacar si fuera necesario.[/code]

Béatrice se encontraba paseando por las animadas calles de la ciudad. La mirada curiosa exploraba a su alrededor, buscando algo que llamara su atención en medio del bullicio urbano.

Fue entonces cuando sus ojos se posaron en un intrigante persona que llamó su atención. El hombre llevaba una serpiente enroscada en su cuello, como si fuera una mascota exótica. Béatrice no pudo resistir la atracción que sintió hacia la misteriosa criatura, y su curiosidad la impulsó a acercarse.

Con una sonrisa juguetona en los labios, avanzó con paso seguro y elegante, mientras el eco de sus tacones resonaba en el pavimento.

⸻ Bonsoir, monsieur. No puedo evitar notar a esa encantadora criatura que tienes. C'est fascinant. ¿Podrías contarme más sobre ella?