-El abrazo la guió a apegarse más al cuerpo ajeno. Era totalmente nuevo y tan propio a la vez. Embonaban perfectamente juntos, como dos piezas de un rompecabezas. No eran sin el otro.-

-No entendía aún porqué, era algo a lo cual el no tenía costumbre, pero, esta paz y tranquilidad...jamás las había experimentado antes, era ciertamente una sensación nueva...

Agradable...

Su brazo afirmó un poco más con ella y así, la sostuvo con firmeza para poder descansar juntos-

-Está cómoda y caliente. Nunca se había sentido tan bien con alguien. Siguió durmiendo en los brazos del dragón sin inmutarse por los sonidos de la noche.-