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—Konichiwa y más de esa mierda japonés.
 
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ZV1566403 · F
—¿Cruel? Creo que el cruel aqui de los dos eres tú. Pero si... Eso lo sé, si te empujara me arrastrarías contigo. No tengo ninguna escapatoria cuando se trata de ti, Alessandro—.

El cielo estaba sumamente gris, no tardaría en llegar la lluvia y no sería una simple llovizna aunque ella no tenía de que preocuparse, llevaba un pequeño paraguas en su bolso. Mantenía una pequeña sonrisa en sus labios al verlo levantarse tan rápidamente apenas ella le ofreció sus cigarrillos, estaba dándole una calada al propio cuando ya tenía a Alessandro inclinado sobre ella, juntando el extremo de su cigarrillo contra el de ella para encenderlo y por un instante que le pareció larguísimo lo observó detenidamente esperando a que encendiera uno de sus vicios que ella bien conocía.
—¿Uh? Eres muy cruel conmigo, yo tanto que te tengo en cuenta pequeña Zylith, ¿Sabes? Sí me dejaras caer, por supuesto que te haría caer conmigo, sí tú caes yo caigo. Así funciona esto.

Dijo súper convencido para ver el cielo oscuro, parecía que una lluvia se avecinaría, pero como no tenía paraguas o dinero poco le quedaba más que aceptarlo.
Entre su suerte la bendición del tabaco fue brindada por ella, tanto que Alessandro casi de un brinco de alegría le arrebató el mismo.
Pero tan pronto, fue hasta la pelirroja, con el cigarro en la boca y antes de que ella aventara esa chinga aún encendida; juntando ambos extremos y encendiendo el propio.
ZV1566403 · F
—¿Enfermo? ¿Que tienes?—. No pretendía que sonara preocupada pero esa pregunta hacía parecer todo lo contrario. —¿Por qué no me sorprende que vayas a terapia?—.

Ella, por su parte, tenía los brazos recargados sobre la baranda, poco le faltaba para acabar su cigarrillo, no pudo evitar mirarlo de reojo y sonreír ladina.

—Podría empujarte muy fácil sentado así. ¿Malo? Tu lo haces todo el tiempo Al y no veo que te importen mucho los uniformados—. Le ofrece un cigarrillo, a diferencia de los de él, los de la pelirroja eran comunes y corrientes.
—Estoy enfermo, creo, hoy me levanté con ganas de ir a terapia.

Toma asiento sobre una baranda de tubos que detrás daba a un lago. Las piernas contraídas y bien abiertas como si fuera un crío de revista rock.

—Fumar en la calle es malo, Zylitha, ¿No tienes miedo de los uniformados?
ZV1566403 · F
—Como siempre tienes esa cara de pocos amigos—. No pensó que se lo toparia durante su tranquilo paseo, sacó el humo del cigarrillo que llevaba por la boca con lentitud mientras lo miraba.

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