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Se detuvo, dejando de toser para ver lo que estaba haciendo. Sin duda era bueno para suprimir necesidades.
Odiaba las cosas dulces, y el agua que no tuviera aunque fuera un poco de alcohol, pero ante tanta amabilidad tomó del agua, y luego se metió aquél dulce como si fuera un cartoncito de candy flip. Quizá eso lo haría más tolerable.

—Ehhg, gracias, gracias. ¿Cómo te llamabas? —Lo había olvidado, muchas cosas para procesar por ahora—, sólo sigamos recto, conozco un atajo por los callejones. Quizá podamos patear a algún indigente y quedarnos con la pasta; dinero fácil y divertido. Es como recibir pago por patear gente de la calle. Ah, que suerte que traje mis mejores botas.

Siguió alegre, extendiendo los brazos como si jugara a ser un avión para después subirse a una pequeña rampa de la acera que de caer daría hacia una pequeña colina.
Alessandro tenía vértigo, y hacer eso lo estaba mareando.
User1582041 · 22-25, F
—Urbana no solía tener mucha empatia cuando estaba molesta pero esta vez hizo la excepción porque Alessandro la estaba ayudando y acompañando. Apresuró los pasos hasta alcanzarlo y poder acercarse hasta él, respetando si espacio lo miró preocupada.
Sus ojos azulados estaban clavados en Alessandro, en la manera que empezó a toser hasta inclinarse le pareció preocupante.

Apretó apenas con sus labios el cigarro para que no caiga y usar sus manos para buscar dentro de su bolso unos caramelos de miel y una pequeña botella de agua fresca.

Se lo ofreció de manera amable, quizás eso lo ayudaría o quizás también lo hacía de manera de agradecimiento.—

Dos manzanas en línea recta y luego a la derecha.
—No sabía si te encontraría entre personas, pensé que gritar tu nombre por la calle llamaría la atención. En fin, un día nos reiremos de esto. O quizá no.

Mirando hacia el cielo, no escuchó negativa a su petición; prendió fuego al cigarrillo y disfrutó del sabor de sus filtros alterados. De pronto comenzó a toser por la nociva sustancia, que hasta se vió obligado a tomarse de las rodillas para recargarse.
Maldijo su cuerpo en voz baja, la debilidad cada vez era más fuerte.

—Por eso odio los doctores; me dicen que no debo fumar y me recuerdan que quiero fumar más.

De recordarlo se empezó a reír, y al erguirse siguió camino recto....
Ahora que lo pensaba Alessandro no tenía idea de a dónde iban. Se detuvo en seco.

—¿Entonces, hacia dónde?
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—Miraba hacía los costados como memorizando el sitio para empezar a conocer el lugar, ver el nombre de la calle o alguna dirección.

Caminaba a un ritmo más calmado pero siguiendo detrás suyo, justo estaba llevándose un cigarro entre sus labios cuando oyó esa pregunta, al menos no le molestaría el humo, pensó.

Se relajó un poco más en saber su nombre, era un inicio al menos para ella conocer a alguien en la ciudad, estaba buscando una dirección de un bar dónde le dijeron que buscaban mesera justo cerca donde estaba alquilando. Era algo bueno para ella, al menos eso creía porque también olvidó precisamente donde vivía.

Sacó su móvil para buscar en el GPS la ubicación de su casa, viendo que no estaban tan lejos, quizás eran unas veinte cuadras.

Guardó su móvil en el bolsillo de su pantalón negro para sacar su encendedor y prender el extremo de su cigarro.—

Alessandro; ¿Eh? Bueno, tú ya sabes como me llamo.
Un gusto.
Alcanzó a escuchar ese comentario, a lo que se reía negando con su cabeza.
Una chica así de testaruda era presa fácil.
Sí quería evitar inconvenientes debería cambiar su actitud, quizá era una muchacha bien acomodada.
Aunque la envidiaba, sabía que eso generaba vulnerabilidad entre las calles.

—Ah, por cierto. Yo soy Alessandro.

Volteándose a ella con una mirada amistosa, acompañada de una mano cargando una cajetilla de cigarros.

—¿Te importa si fumo? Hoy ha sido un día agotador.

En realidad ya llevaba a sus labios un cigarrillo, todo en caso de que se le olvidara que quería fumarse uno.
User1582041 · 22-25, F
Mierda. . .
—Notó la presencia de esos sujetos que parecían ser un problema para ella, debió hacerle caso a su tía y no venir a esta ciudad donde parece todo más peligroso.

No quería depender de un extraño que le daba asco su comportamiento pero tampoco podía arriesgar su vida después de todo lo que pasó.
Por esta vez, solo por esta vez aceptaría su ayuda; total, dudaba volver a cruzarlo en su vida de nuevo.

Pero no iba admitir que necesitaba su ayuda así que lo empezó a seguir en silencio, su mirada estaba clavaba en la espalda del extraño.

Estaba molesta, la próxima se tomaría un estúpido Uber o taxi, fue mala idea ahorrar.—

De todos modos voy para esa dirección.
—No. Evita ir allí.

Dijo esta vez, serio y con la mirada afilada.
Pues a unas cuadras advirtió a un par de hombres que los había visto hacia rato, y juzgando por como miraban a Urbana no era buena señal.

—Sí necesitas llegar a algún lugar te llevo, pero no pongas en peligro tu culo sólo por tu descontento. O bueno, he oído que las bolsas negras son cómodas de todos modos.

Sí le seguía o no, ya no era su problema. Se metió las manos a los bolsillos y caminó de manera inversa. Así que no le quitaba la mirada a Urbana pero se iba alejando. No podía negar que tenía curiosidad en la recién llegada.
User1582041 · 22-25, F
—No le debía más que darle las gracias pero lo haría por educación, porque le pareció muy grotesco su comportamiento infantil y arrogante pero para evitar problemas en una ciudad desconocida le agradeció con sarcasmo porque no le daba buena pinta.

Tomó sus cosas y ese papel sin mirarlo, lo arrugó haciéndolo un bollo como si fuese basura.

Lo miró de arriba hacía abajo como juzgandolo, le pareció demasiado creído y resultó serlo.—

Sí, claro, gracias héroe que toda persona quisiera en su vida.
—Claro, adelante. Toma tus cosas —Bostezó como sí la falta de entretenimiento lo estuviera durmiendo. Las reacciones de Urbana fueron sencillamente obvias—. Pero no es de mí de quién deberías estar asustada; te devuelvo lo que robaron, se podría decir que yo soy el héroe.

Ladeó la cabeza y con un divertido gesto de mano entregó una cosa más. Dándole en la mano libre de la rubia una nota.

—Tiene algunos lugares o transportes que no debes tomar, a no ser que quieras ser asaltada de nuevo. De nada.~
User1582041 · 22-25, F
—Confundida lo miraba, estaba viajando para buscar un empleo y un nuevo departamento para alquilar debido a problemas personales que tenía. Tuvo muchos descuidos en el trayecto de su búsqueda hasta que recién había caído del como sabía su nombre, molesta y sorprendida por ese atrevimiento le quitó de mala gana su mochila.— ¡Aléjate de mí!

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