—Ahhg, no sé. La próxima te tiro yo de las escaleras y te preguntó qué te dolió.

Su sarcasmo no moriría, no ahora. Por otra parte, el mueble en el que se había golpeado tenía unas perillas dónde sujetarlo, algunas cosas encima también, todo esto en su espalda fueron como piedras a su contra.

—Me encanta —se refiría al dolor—, me recuerda que estoy vivo, de forma muy cruel.

Escuchó el ruido que hizo el mueble al moverse a causa de la caída de el, que rápidamente la alertó y de prisa intentó atraparlo mas falló. Confusa se arrodilló a su lado, al no saber que causaba su dolor le miraba como sí buscara descubrir con solo eso.

━ ¿A qué te refieres con eso y de qué estas hablando? ━ Respondió con cierta molestia pues consideraba no tenia nada que ver con lo que veían sus ojos, aspiró profundo cerrando sus ojos y entonces al exhalar se relajó, le sujetó del brazo y entonces le movió para colocarlo de costado, quería saber si en la espalda tenía alguna herida. ━ No entiendo, ¿que demonios te causa tanto dolor?

De no ser por su estado habría respondido al empujón. Pero en sus sentidos perturbados el asiático se tambalea, sus pies lo traicionan y cae de espalda contra uno de los muebles de la sala. Un fuerte dolor en la espalda lo hace reaccionar, soltando un quejido casi ahogado. E incapaz de reincorporarse se tiende al suelo, con las manos tras de sí.

—Porque lo lógico no es lo mío —dijo en quejidos de dolor—, sí no me gusta lo hago. Y sí me gusta lo dejo.

Arrugó el entrecejo ante aquella respuesta, se sintió engañada por lo que su primer impulso fue darle un empujón, aspiro hondo y exhaló. ━ ¿Por qué demonios le dijiste que si entonces? ... Con lo que odio me quieran ver la cara de idiota. ━

Gruñó mientras se daba la vuelta para darle la espalda y entonces alzar sus brazos hacia arriba estirándose un poco, tenia que sacar tensión.

—No soporto muchas cosas, por eso bebo.

Declara en anormal naturalidad, como sí fuera tan obvio pero la ambigüedad en el desentendimiento de sus problemas hacía el argumento tan sólido como una casa de palitos.

—No tomo pastillas... No me gustan.

En silencio le observo por un breve momento, luego soltó un suspiro. ━ No deberías beber tanto si no soportas la resaca. ¿Qué pastilla se supone tomas? Te la traeré. ━ Se llevó la diestra la cintura mientras esperaba la respuesta.

—¿Fumar? No, no. Es la resaca de anoche —declara para cerrar con fuerza los ojos y apretando la quijada. El retumbar de la cabeza sumado a los sentidos agudos hacían de hasta el más mínimo ruido un estruendo, y de tenues rayos del sol como una luz cegadora—, una pastilla y como nuevo.

━ Ya fumaste, ¿Verdad?