Quizá la chica venía de una aldea lejana o algo así pero la pregunta era muy directa y sus modales dejaban mucho que decir. La armadura que portaba con más razón no debía pertenecer a ninguna orden lo que solo le generaba más preguntas. Pero algo era cierto: la chica era fuerte, capaz de aguantar golpes y hasta tenía un misterio en la forma de aquel colgante que se convertía en una armadura misteriosa: no había motivo para no investigar más al respecto.
─ Hmm hmm... Si estás buscando respuestas y puedes aguantar bien los golpes hagamos un trato ─ Julia se acomodó el sombrero ─ ¿Por qué no te unes a mi party?