[code][b]Nacido en un pequeño pueblo alejado de las grandes ciudades, un diminuto niño de rubia cabellera crecía diferente a los demás niños de su edad. En general era delgado y débil.
El pequeño pueblo no tenía nombre, solo le conocían cómo "La pequeña cantera", puesto que de aquel poblado habían salido numerosos mercenarios de renombre. Cada 10 años llegan a La Cantera reclutadores de todo el país para ver qué nuevos prospectos hay y poder darles un pago a los padres para poder llevarse a los niños a sus respectivas ciudades y hacerlos soldados de valor.
El problema con el pequeño protagonista, es que nadie podría dar ni una moneda de cobre por él, no tenía valía para ser soldado.
A la edad de 14 años, el joven Ádan, que ahora constaba de apenas 154 cm de estatura y pesaba alrededor de 45 kg. Totalmente frustrado y destinado a la recolección de frutos y labores del hogar por mandato de su padre, escapó de casa y huyó hacia el norte, dónde había escuchado la leyenda de un ser "divino" que brindaba poder a quién lo requería. Era una leyenda, por supuesto, pero no tenía nada más qué perder.
Cansado, hambriento y desdichado, el muchacho se adentró a una caverna, dónde en su desvarío, escuchó una voz femenina cómo en un eco. Ádan siguió la voz a través del oscuro pasaje hasta llegar a una cámara, dónde al fondo se alzaba sobre una piedra una armadura gris, roída por el pasar del tiempo, con muescas de golpes y espadazos. El muchacho se aproximó a voluntad media, pues era guiado por la voz, principalmente.
Aquella voz que él consideró divina, le explicó que la armadura podría darle el poder que tanto quería, pero solo si estaba dispuesto a olvidar su pasado; todo lo que había vivido, todo lo que era, por algo totalmente nuevo; un futuro incierto.
Por supuesto que el muchacho ofreció todo cuánto fue, pues había sido nada más que una carga para él.
La voz le dijo que tendría que tomar casco y levantarlo por encima de su cabeza la armadura y resistir el tiempo necesario para su transformación, pues se transferiría en un intercambio el pasado del chico, con el pasado de la armadura. Durante la magia, la armadura comenzó a retomar un color brillante, cómo si retrocediera el tiempo en ella, mientras el chico también estaba cambiando su fisionomía: le creció un poco el busto y se tonificó más sus caderas, incluso el color de su piel se volvió más suave y sus cabellos se alargaron mucho más. El problema radicó en la debilidad del muchacho, quién se desmayó en pleno proceso dejando caer el yelmo al piso.
Tras despertar, se dio cuenta de que su fisionomía era la de una mujer. Aunque la voz que había escuchado antes le dijo que el cambio no había resultado satisfactorio del todo, pues había modificado mucho de su físico, pero no incluyó a estatura y su sexo... Era una chica con pene.
Sin embargo, su fisionomía había cambiado, medía lo mismo: 154 cm, pero ahora su peso había aumentado a 80 kg, más no se notaba en su físico. Con el peso también vino la fuerza, que claramente había aumentado drásticamente. [/b][/code]
