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Agares1581086 · 36-40, M
una esencia algo obscura y misteriosa, de hecho si aquel aceptaba la invitación sería alimentado y se le sería entregada agua y algunas raciones, mas si esta invitación no era aceptada, eran millas y millas antes de la siguiente ciudad. En aquel Dominio, sin importar cómo hubiese llegado a este plano, fuese por accidente o azares del destino, entendería aquel nuevo viajero que las condiciones hostiles de esta zona podrían ser bastante rudas para alguien nuevo en la zona, y además muy pronto según aquellos exploradores el Monarca de aquellas tierras llegaría, interesado en el nuevo visitante. Las razones del porqué quizá él podría preguntar a aquellos que le encontraron en medio de la nada, un viejo explorador con turbante y ropas algo dañadas, un joven sacerdote de Thoth, y una mujer misteriosa y silenciosa con cabellos negros.
Agares1581086 · 36-40, M
Había estado sucediendo en el Dominio del Sol, que de cuando en cuando brechas extradimensionales se abrían en medio de las Arenas Infinitas causando que viajeros extradimensionales llegasen a aquel lugar, y por ende un suceso así había pasado no hace mucho tiempo. En ese instante en el puesto de avanzada, lejos de la ciudad capital de Shaheesra, se había llegado a la conclusión de que justamente uno de estos viajeros habría llegado a las cercanías de dicho puesto.
Varios exploradores habían rodeado al hombre pero no con intenciones de asesinarle, u hostilidad, de hecho alguno de estos con voz calma le había pedido con amabilidad que les acompañara al puesto más cercano, que estaba como a una milla, ya que el desierto era caliente y terrible, y en ese puesto de avanzada podría tener bebida y comida al menos hasta que llegase el Monarca, quien querría sin duda conocer al viajero más reciente. Uno, que según alguno de los magos que se encontraban allí llevaba (...)
Varios exploradores habían rodeado al hombre pero no con intenciones de asesinarle, u hostilidad, de hecho alguno de estos con voz calma le había pedido con amabilidad que les acompañara al puesto más cercano, que estaba como a una milla, ya que el desierto era caliente y terrible, y en ese puesto de avanzada podría tener bebida y comida al menos hasta que llegase el Monarca, quien querría sin duda conocer al viajero más reciente. Uno, que según alguno de los magos que se encontraban allí llevaba (...)
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