Cuarto día del cuarto mes del año 30,000 después de la gran batalla.
En aquel momento los vientos arenosos en aquel sector de la Tierra de Arenas Infinitas se encontraban bastante fuertes, como si intentasen encubrir algo que allí se encontraba, lo que parecia ser las ruinas de un antiguo templo de Osiris, uno que al menos esta reencarnación de Horakthy no conocía. Una leve premonición le había llevado a ese lugar, había decidido llevar un pequeño grupo de exploración, incluyendo un espía de Anubis, y un escriba del Sub-Dominio de Thot, debían ser cuidadosos.
pero lo que más temía, sin lugar a dudas, que su llegada a este plano tuviera que ver con eso. Si los Magus también habían aparecido aquí, quién sabe que atrocidades puedan cometer al tener una correlación de fuerzas con el gen de la maldad de este plano.
Ante la brisa, contemplaba al rey y a sus gentes ya armando campamento, ya protegiendo su tierra. Preparó un poco de su magia; más carecía de grandes reservas de resistencia para malgastar en una situación así.
—Parece que esto es solo el inicio de la tormenta, mis señores...–susurró Karonte, casi cual profeta– No ha llegado aún la tempestad.
