« Back to Album
Newest First | Oldest First
1-10 of 24
Agares1581086 · 36-40, M
El escriba sabiéndose el único no combatiente ayudaba a verter algo de vino para mantener el calor esa noche, primero al Monarca y a su invitado, a quienes también ofrecía comida en unos platos ligeros de madera, y luego a las guerreras y a sí mismo, si bien ellas ya habían comenzado a comer después del trabajo físico. Horakthy comía tranquilamente y se mantenía pensativo escuchando lo que Rash tenía que decir. — El caos es parte del cosmos, no busco destruirlo, pero sí que no se salga de control, mi nuevo amigo. Lo que no entiendo es porqué alguien querría esparcirlo. — Y bien como profesó Rash, la tormenta de arena comenzó a soplar con poderío y brutalidad, trayendo consigo la ceguera de estar atrapado entre viento y arena, al tiempo que los vientos huracanados hacían dificultoso el dormir. Horakthy decidió que las guerreras descansaran y que él tomase la primera guardia con el escriba, y Rash si prefería quedarse o descansar. — Será una larga noche. —
[center][media=https://pho
[center][media=https://pho
Agares1581086 · 36-40, M
— Hechiceros ¿Mmm? ¿Terra a caso? — Preguntó Horakthy ya que comenzó Karonte a hablar de su origen y el lugar de dónde venía, si bien Agares había hecho lo posible para mantener a los otros seres sentientes de ciertos secretos anárquicos y destructivos, era imposible inclusive para alguien como él que de vez en cuando no se filtraran piezas de información aquí y allá, y por ende la magia negra era uno de estos secretos que había llegado a Terra y a otros lares que se regían más por lo místico que por lo tecnológico, si bien Terra era un balance entre ambos. Fuese cual fuese el caso, el Monarca bajó sus manos cuando la barrera mágica fue creada esa noche, ya la Anubita y Amazona se sentaron a comer un buen merecido trozo de pan con carne seca preparada en especias y sal, una comida perfecta para las exploraciones considerando que no caducaba con facilidad.
Karonte · 26-30, M
pero lo que más temía, sin lugar a dudas, que su llegada a este plano tuviera que ver con eso. Si los Magus también habían aparecido aquí, quién sabe que atrocidades puedan cometer al tener una correlación de fuerzas con el gen de la maldad de este plano.
Ante la brisa, contemplaba al rey y a sus gentes ya armando campamento, ya protegiendo su tierra. Preparó un poco de su magia; más carecía de grandes reservas de resistencia para malgastar en una situación así.
—Parece que esto es solo el inicio de la tormenta, mis señores...–susurró Karonte, casi cual profeta– No ha llegado aún la tempestad.
Ante la brisa, contemplaba al rey y a sus gentes ya armando campamento, ya protegiendo su tierra. Preparó un poco de su magia; más carecía de grandes reservas de resistencia para malgastar en una situación así.
—Parece que esto es solo el inicio de la tormenta, mis señores...–susurró Karonte, casi cual profeta– No ha llegado aún la tempestad.
Karonte · 26-30, M
Por su parte, el ahora llamado Rash no perdía sus mañas vulpinas ni su buen humor. Los Hacedores debían siempre ser una ventaja, no una carga, o al menos no una tan obvia. Se puso en movimiento al compás de la hueste, que con seguridad de mostraba preocupada por el aparente saqueo de alguna de las huestes, sólo una cuestión apareció en su mente mientras se abrigaba con su propia capa ante el inclemente viento helado de la nocturnidad venidera.
—De dónde vengo hay hechiceros singulares, muy poderosos...—relató con la mejor de intenciones– algunos de ellos siguen dioses similares, pero en primer instancia son adoradores del Caos...
No bajaba el ritmo de su andar, sino que se ponía al compás de ellos por más "cansado" que estuviese. Temía que en este plano existan los infames Heraldos de Kaitan o seguidores de los daemon, pues eran enemigos de casi toda especie que no profese sus dogmas y objetivos...
—De dónde vengo hay hechiceros singulares, muy poderosos...—relató con la mejor de intenciones– algunos de ellos siguen dioses similares, pero en primer instancia son adoradores del Caos...
No bajaba el ritmo de su andar, sino que se ponía al compás de ellos por más "cansado" que estuviese. Temía que en este plano existan los infames Heraldos de Kaitan o seguidores de los daemon, pues eran enemigos de casi toda especie que no profese sus dogmas y objetivos...
Agares1581086 · 36-40, M
Fuera cual fuera el caso, Horakthy sabía a la perfección que debían andarse con cuidado, era el año 30,000 después de la gran batalla contra Apophis, y las pestes y ciclos caóticos se sabía que retornaban de cuando en cuando a irrumpir en la paz y prosperidad que él y sus antecesores habían logrado. Fue de ese modo que el calor intenso comenzó a desaparecer, y mientras se acercaban al campamento el Monarca, Rash y el escriba llegaron al mismo donde la Anubita y guerrera de Sehkmet ya se encontraban listas, la segunda incluso había cazado un lagarto del desierto para la cena.
— ¡Oh vaya! Qué suertudos somos. — Admitió el escriba quien ahora se ponía en el papel de chef, el moreno rey suspiró y cerró sus ojos, ya que el viento se volvía fuerte, frío, y la arena que traía comenzaba a golpear un poco. Susurrando algunas palabras, algunos glifos dorados se produjeron en la arena, notándose como un manto de magia de destellos dorados cubrían el sector para protegerles de la intemperie.
— ¡Oh vaya! Qué suertudos somos. — Admitió el escriba quien ahora se ponía en el papel de chef, el moreno rey suspiró y cerró sus ojos, ya que el viento se volvía fuerte, frío, y la arena que traía comenzaba a golpear un poco. Susurrando algunas palabras, algunos glifos dorados se produjeron en la arena, notándose como un manto de magia de destellos dorados cubrían el sector para protegerles de la intemperie.
Agares1581086 · 36-40, M
— Vamos Rash, creo que es tiempo de moverse. — Aquella actitud cálida aparentemente inmutable había cambiado a una fría y calculadora cuando aquel nombre fue proferido, algunas partes del templo parecían estar colapsando mientras arena se filtraba lentamente por algunos otros sectores del lugar. Sus pasos fuertes y firmes se movieron hacia arriba con premura, mirando por sobre hombro para percatarse de que su nuevo aliado estuviese bien, ya que si bien era un monarca intrépido y en ocasiones algo egocéntrico, le importaba lo que sus amigos y pueblo sintieran o pensaran, y claro el bienestar de estos.
Ya llegando a la entrada que lentamente era devorado por la arena por cuenta nueva, enterrado como debería estar considerando la naturaleza de este, un pequeño suspiro salió por entre sus labios, ¿Habrían estos ladrones robado algo que le sirviera a la secta de Apophis, con respecto a Osiris?
Ya llegando a la entrada que lentamente era devorado por la arena por cuenta nueva, enterrado como debería estar considerando la naturaleza de este, un pequeño suspiro salió por entre sus labios, ¿Habrían estos ladrones robado algo que le sirviera a la secta de Apophis, con respecto a Osiris?
Agares1581086 · 36-40, M
— ¿Apophis? — El semblante tranquilo de Horakthy se volvió serio y firme, y sus puños se presionaron al escucharle proferir semejante nombre, fue de ese modo que sus ojos dorados, y pupilas negras ahora dilatadas se posaron en él, y de ese modo dejó salir un suave suspiro, entrecerrando sus párpados, y negando con suavidad. — Puede que sean simples saqueadores, pero si tiene que ver con la gran serpiente, definitivamente fueron enviados por alguien más con propósitos ruines. — Fue de ese modo que observó al escriba, añadiendo con seriedad. — Que Khonsu proteja nuestro camino errante esta noche, porque si de veras esos saqueadores tenían algo que ver con esa criatura, definitivamente tendremos algunos problemas en el futuro. —
De ese modo los ojos del escriba de Thoth se ampliaron y rápidamente comenzó a tomar notas apurándose a salir de allí, ya que las arenas comenzaron nuevamente a cubrir la entrada mientras el viento de la tarde que pronto se volvería noche comenzaba a sopla
De ese modo los ojos del escriba de Thoth se ampliaron y rápidamente comenzó a tomar notas apurándose a salir de allí, ya que las arenas comenzaron nuevamente a cubrir la entrada mientras el viento de la tarde que pronto se volvería noche comenzaba a sopla
Karonte · 26-30, M
su empuñadura como parte del filo poseían grabados de serpientes, más no cobras reales ni víboras nobles, sino culebras más similares a los gusanos que a otra cosa—. Esto lo encontré en el lugar donde desperté...
La extendió sin miedo, para que pudieran contemplarla y discernir más sus secretos.
La extendió sin miedo, para que pudieran contemplarla y discernir más sus secretos.
Karonte · 26-30, M
correspondió a las instrucciones que otorgaron, pues bien necesario era salir de aquí antes de que quedasen encerrados para siempre, con los secretos que ahí yacían. Dispuesto a avanzar, Karonte rompió la cercanía para dar unos pasos resueltos, al compás de sus botas.
—No tengo grandes descubrimientos, sier, más si novedades interesantes...—concluyó al elevar su índice hacía arriba— . Alguien llegó antes que ustedes, y también antes que yo. De hecho, podría decir que estas personas tuvieron que ver con mi aparición aquí, aunque no puedo asegurarlo bien...pero así me lo dice mi instinto.
Sus ojos se afilaron, pues tenía que concentrarse en trasmitir de la mejor forma lo que sabia.
—Son más que meros saqueadores, y están relacionados con lo que fuere que llamen Apofis....—esa era la palabra en cuestión, y de hecho, prosiguió a desenfundar de detrás de su capa, el sable que bien podría ser considerado una khopesh, poseía una hoja muy maltratada pero recientemente usada, y tanto
—No tengo grandes descubrimientos, sier, más si novedades interesantes...—concluyó al elevar su índice hacía arriba— . Alguien llegó antes que ustedes, y también antes que yo. De hecho, podría decir que estas personas tuvieron que ver con mi aparición aquí, aunque no puedo asegurarlo bien...pero así me lo dice mi instinto.
Sus ojos se afilaron, pues tenía que concentrarse en trasmitir de la mejor forma lo que sabia.
—Son más que meros saqueadores, y están relacionados con lo que fuere que llamen Apofis....—esa era la palabra en cuestión, y de hecho, prosiguió a desenfundar de detrás de su capa, el sable que bien podría ser considerado una khopesh, poseía una hoja muy maltratada pero recientemente usada, y tanto
Karonte · 26-30, M
Entendía muy bien las desconfianzas, y por otro lado, le resultaba extremadamente único el carácter del monarca, demasiado cálido para representar tan orgulloso puesto, sin embargo, Karonte era muy similar en sus modos; rara vez no poseía una sonrisa en sus labios y mucho más extraño era ante él no comportarse de formas amables, respetuosas y complacientes.
La guerrera llamaba poderosamente su atención, sin dudas temía que ella tuviese una cruzada -como tantos otros- con aquellos que vuelven a la vida, y más aún, a aquellos que se posan en lado misterioso de las tinieblas, como era este viajero en cuestión, que alzó sus manos negando todo tipo de honor o de celebración con una risa tímida.
— Oh, no hace falta, fue pura casualidad y suerte de que me rescataran ahora, no podría haber soportado más aquí por mi cuenta...—explicó con certeza, pues pese a que poseía dones otorgados por su propia naturaleza, no estaba preparado para soportar tanto martirio de forma solitaria. De hecho..
La guerrera llamaba poderosamente su atención, sin dudas temía que ella tuviese una cruzada -como tantos otros- con aquellos que vuelven a la vida, y más aún, a aquellos que se posan en lado misterioso de las tinieblas, como era este viajero en cuestión, que alzó sus manos negando todo tipo de honor o de celebración con una risa tímida.
— Oh, no hace falta, fue pura casualidad y suerte de que me rescataran ahora, no podría haber soportado más aquí por mi cuenta...—explicó con certeza, pues pese a que poseía dones otorgados por su propia naturaleza, no estaba preparado para soportar tanto martirio de forma solitaria. De hecho..
1-10 of 24
Add a comment...