Encogió los hombros, la había pillado demasiado tarde, sino hubiera hecho alarde de ello.
━La que vimos primero fue acertada y no te ponían calvo. ━Guiñó el ojo. Después dejó el plato sobre la mesita de roble, ahora sí podía demandarle algo de atención, se recostó en su hombro.
━La gente se avergonzaría de saber que estamos vivos... Por cierto, las chicas se compraron una nueva casa cerca de Pentos, ¿podemos visitarlas? ━lo miró batiendo las pestañas con encanto. ━Tenemos libre el sábado.
━ En realidad mataste a una. ━ Décadas después había descubierto que Jana había matado a la chica Lannister, aunque nunca había dicho nada. No iba a perder la cabeza por un reclamo como ese, y en realidad no le importó mucho. La gente en esos tiempos moría por menos.
Se recargó en el sofá mirando los créditos pasar de forma vertical por la pantalla, aunque después terminó riendo para si mismo.
━ Me conformo con saber que no es la única adaptación. Hay mejores... Aunque prefiero el lado cómico. ━
Ahora sí que habían tocado la fibra de las fibras. Quemaría el libro que inspiró esa basura, pero lo que más le causó gracia fue el harem rodeando al calvo y la tetona sin hacer nada más que amenazar con las garras desde lejos.
━Yo las hubiera matado... ━susurró con una papa entre los labios. ━Dioses... ¿Esto le enseñan a los niños sobre los Amantes, los Matasangre?
Volvió a reírse, pero se le cayó la mandíbula al final del episodio. Retrataba la boda de una insolente reina que despreciaba todo por mero aburrimiento y la consumación del matrimonio de forma precoz.
Estaba conteniendo la risa mientras le colocaba catsup a sus papas. La historia continuó hasta que Jana volvió, encontrándose a un Aemond ebrio rodeado de mujeres, las cuales cargaban bebés falsos. Se le cayó una papa apenas la iba a llevar a su boca.
━ No puede ser. ━ Y sí, lo pintaron como un promiscuo. En realidad ese rumor tenía un contexto, pero no había procreado bastardos. Permaneció el resto del capítulo con la mirada muy sombría, dándole feroces mordidas a la hamburguesa.
Se lanzó al sofá, ya estaba por darle un mordisco a su cena pero el brillo de la pantalla revelaba unas exuberantes tetas que parecían de plástico, un vestido diminuto y la mirada arrogante, que por cierto, era verdosa en lugar de liácea.
Mejor mantuvo el silencio al comer, de seguro él se estaba partiendo de la risa.
La Janâ de telenovela corría por unos pasillos oscuros para encontrarse con aquella Targaryen en una sala, que salía en casi todos los capítulos, servía el vino entre carcajadas e intercambiaban un diálogo cursi sobre la amistad y lealtad. Cuando la platinada cae envenenada termina Janâ diciendo: Yo soy la reina ahora, perra.
En la nefasta adaptación ella no le cortaba la cabeza, lo hacían unos sirvientes porque detestaba la sangre.
━Yo nunca dije eso... ¡Y eso no pasó así! ━dijo con la boca llena y la vena en la sien.
También moría por saber qué ocurriría en esa espantosa novela de época, que muchos ya estaban tomando como verdadera. No podía creer que el actor que lo representaba era calvo, con una barba albina al parecer representando su cabello. Al parecer pensaban que su historia ocurrió en sus cuarentas, y no en sus veintes.
Aceleró el Tesla X que con suavidad les llevó a casa, y después de estacionarlo fue directo a la cocina, donde prepararía todo para las hamburguesas.
Disfrutaba cocinar, ver todos los artefactos nuevos para ello. Al cabo de un rato ya estaba llevando dos platos a la sala, donde un mullido sofá les daba la bienvenida y una gran pantalla proyectaba el entretenimiento.
Rugió su estómago en respuesta. Además de ser genial como esposo, su adorado Aemond cocinaba como los Dioses. Ella jamás aprendió a llevarse bien con la cocina, aún cuando la modernidad lo hizo más sencillo. Las prácticas pasaron a segundo plano, en un abrir y cerrar de ojos ya se estaba abrochando el cinturón de seguridad.
━Quiero llegar a tiempo para la telenovela, falta poco para que me deleiten con la recreación de la Guerra de Reinas. ━Lo que más le intrigaba era como pondrían en escena su relación con Rhaenyra, cabe decir que no tenía grandes expectativas, la actriz que la interpretaba ni siquiera se le parecía. ━Vamos, Aemond, no me hagas pisar ese acelerador por ti. ━
Ella atinó perfectamente, y él obtuvo el mismo resultado. Soltó un suspiro resignado y reconoció que necesitaba practicar por su cuenta, antes de ser humillado en cada sesión que hacían juntos.
━ Me alegra eso. Disfruto ir allí, las fogatas y las historias son interesantes. ━ Y el aire, los animales, todo ese entorno que le recordaba a sus inicios. Enfundó el arma en su respectivo lugar contra su cinturón.
━ Y para reconocer mi derrota también invitaré la cena de hoy: nutritivas hamburguesas con papas. ━
— Pensé que ya habías renunciado a nuestra casa de campo. — En realidad no era una simple casa, era una granja en toda su forma muy a las afueras. Ahí vivía gente que cuidaban ganado, hacían agricultura y eran bastante discretos con las visitas espontáneas de sus duelos, todo a cambio de vivir allí en paz, huyendo de sus pasados.
