Esperaré a que lleguemos al castillo de la hermosa Reina Blanca en Worderland, nunca imagine que las paredes, flores e inclusive las piedras escuchan todo. Hablemos de cosas menos importantes, algo que no tenga la menor redundancia, Alice. A todo esto, ¿Cuanto falta para llegar a...?
-El estómago del cerdo divino comienza a resonar del hambre que comenzó a sentir ante la mención de la comida y sin siquiera imaginarse que tal reina, no tenia los dotes para la cocina o era demasiado extravagante. Continua sus pasos mientras sigue a su guía y compañia hacia su nuevo destino.-