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Kaalia 12 Años
 
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xKaalia · 31-35, F
blusa de tirantes y al final una sudadera que también se ceñía a su menudo cuerpo. Todo a la medida, le sorprendió el hecho de que incluso los tenis fueran de su número exacto.
Llevó consigo la petaca, habían unos mitones deportivos, una liga con la que se ató el cabello en una coleta alta y una toalla pequeña, así como un botellín de agua.

Estoy lista.—mencionó apenas llegó frente a Danielle.
xKaalia · 31-35, F
Caminó junto a Danielle en silencio, no sería ella quien soltara palabras si su mentora no le daba pauta a hacerlo. Cada paso era audible en el pasillo, y el frío parecía acrecentar conforme avanzaban hasta llegar al locker indicado.

Observó con la mirada llena de curiosidad, iba y venía entre las filas de lockers y volvía al punto inicial, todo era repetitivo, daba la sensación de estar en un lugar estéril.

Bien... Gracias. —asintió y tomó el equipo del locker, la ropa estaba perfectamente doblada, y encima de ésta habían otros elementos dentro de una pequeña petaca de tela. Adicional a ello un par de tenis deportivos en color negro, todo era negro.

No perdió el tiempo y se dirigió a donde le fue indicado. Entró a una habitación, era pequeña, pero daba toda la pinta de fungir como vestidor. Se quitó el vestido, las bajas zapatillas y vistió la ropa, parecía licra gruesa, pues la sintió ceñirse a sus piernas y cadera apenas se puso el pantalón. Luego la(...)
DanielleCrowley · 26-30, F
La respuesta de Kaalia Dahmer era correcta. Había muchas más cosas qué hacer, los viper eran sin duda armas letales, pero no tuvo tiempo de decirle absolutamente nada, pues ya había abierto la puerta el asistente.

Gracias, Lows. Vamos, Dahmer. — tomó la llave de inmediato, en él tenía el número "71", lo analizó un momento, agarró aire y empezó a caminar entre el pasillo lleno de lockers. Varios pasos hasta llegar, justo en la séptima sección, el segundo de esa hilera. Eran amplios, bastante más amplios que cualquier casillero normal, pues dentro estaba el equipo necesario para empezar.

Dahmer. Tienes cinco minutos para vestirte, en esas habitaciones entre las secciones de lockers puedes hacerlo. Te espero en la sección de máquinas.
xKaalia · 31-35, F
con toda clase de objetivos que beneficien al Estado. —explicó muy en superficie mientras una de las puertas era abierta por un asistente. Dentro, un amplio salón se mostraba ante ambas mujeres; habían algunos aparatos de ejercicio que en su vida había visto entre otras cosas.

Srita Crowley —dijo el asistente que entregaba en manos de Danielle una llave con un número, era de un locker donde aguardaba ropa idónea para Kaalia.

Ella miró en silencio, esperando por las indicaciones de quien sería su mentora, no tenía idea de que seguiría.
xKaalia · 31-35, F
Sé que es la base... Y sí, me han hecho algunas—refirió mientras caminaba junto a ella observándola sin discreción a momentos, veía su perfil, el largo de su cabello y su mirada calma, cuestionándose en sus adentros el trasfondo de ello, el como alguien que no lucía tan mayor a ella era ya una Viper... Inevitablemente pensó en que quizá ella había tardado demasiado en llegar ahí.

No obstante, la mención de su apellido le sacó del soliloquio mental que llevaba a cabo, sólo para volver la mirada al frente con un extraño punzón en el pecho, quizá orgullo al ostentar el apellido de su padre, no por lo que él representaba para la facción, sino por la admiración incondicional que por él sentía.

No sé mucho... Es decir, sé que... —pausó, las costumbres moralistas saltaban a la vista, culpa de una crianza "normal" tan innecesaria ahora en ese lugar— Sé que trabajan para el estado, son... Armas, personas dedicadas a cumplir...
DanielleCrowley · 26-30, F
La mirada profunda de Kaalia le hacía sentir algo extraño, repentinamente recordó, solo por un momento, por todo lo que ella estaba pasando aún, los viper jamás dejaban del todo de entrenarse, así que pensaba en eso, y veía el cuerpo menudo de Kaalia aún. Hizo apenas una mueca con los labios.

– Es nuestra base, Kaal. Ya te hicieron algunas pruebas, ¿no? es hora de que empieces el entrenamiento. – le hizo un gesto para que la siguiera a través del pasillo. Danielle no era demasiado más alta que ella, pues solo se llevaban tres años, pero las zapatillas hacian una diferencia muy notoria.

– ¿Qué sabes de los vipers, Dahmer? – Sí, sabían quien era, pero era su parentesco lo que precisamente exigía que la pequeña diera más.
xKaalia · 31-35, F
era la primera persona que se presentaba con su color y no con su nombre.
"Bienvenida al mundo del engaño"

Aquella frase hizo mella profunda en lo que suponía su conciencia, una aún
pulcra para un mundo tan turbio al que estaba adentrándose.

No dijo nada al respecto, sólo asintió con los labios juntos en un silencio absoluto, pues era su mirada la que contaba los tirones de historias que le habían hecho llegar hasta ahí, esa profundidad y claridad contaba el tormento de años tiernos amargándose en la ausencia de su padre ¿Black sabría que ella era la mismísima hija del hombre a quien le debían lealtad absoluta todos los que estaba ahí?

¿Qué haremos aquí?–cortó el silencio por fin. Pero la respuesta llegaría pronto al salir un par de mujeres de una de las puertas, indicándole a Danielle que podían pasar: Los análisis procederían.
xKaalia · 31-35, F
Resopló, los minutos se volvían eternos, casi sufribles. Estaba ahí desde temprano, incluso desde antes de que el sol se entronara en el cielo, y esto sólo hacia que el sueño fuera persistente en ella de a poco.
Bostezó, largo y tendido en la privacidad que le daba la soledad, sin saber que estaba siendo monitoreada en todo momento. Se talló los ojos y quiso ponerse de pie, necesitaba estirar las piernas, pero justo en ese momento una de las tantas puertas a lo largo del corredor se abrieron, sólo que ésta vez era una mujer vestida de negro, demasiado joven también, y encima, ahora ésta se dirigía a ella.

Kaalia dudó por segundos hasta escucharla hablar, sí, era con ella el asunto. Por primera vez en el día alguien le dirigía más de dos palabras, al fin.

Hola, Black... –fue lo único que dijo tras esa presentación ¿Black? Claro que no le extrañaba, sabía que los Vipers se distinguían por colores dependiendo sus habilidades o sus rasgos más profundos; sin embargo,
DanielleCrowley · 26-30, F
(...) Bienvenida al mundo del engaño. - sonrió de manera ciertamente dulce. Aunque en aquel blanco mundo, los ojos de ese azul profundo de Kaalia le llamaron la atención, había una chispa en ellos, una chispa que no veía hace mucho tiempo.
DanielleCrowley · 26-30, F
La indicación que recibió fue fuerte y clara; como miembro recién nombrada de "Vipers" le habían asignado un color ya, el "negro". Lo que indicaba el grado de confianza que habían puesto en ella. Había especial interés por parte de ellos ver como se desenvolvía fungiendo cual fuese una maestra.

Le habían asignado a su primer recluta para viper. En unos días iba a cumplir 16 años y aún así ya tenía una responsabilidad tan grande. Agarró aire. Según el protocolo, Kaalia debía tener ya seis horas esperándola, así era como decían las reglas. Así que de un momento a otro, apareció frente a la niña, una mujer vestida en negro, un contraste curioso con las paredes de aquel sitio.

Danielle llevaba el cabello corto, lacio, de piel blanca y piernas largas, traje sastre y zapatillas que fácilmente le subían diez centímetros a su estatura usual, no llevaba maquillaje encima, más que un discreto labial color piel.

- Kaalia. - Agregó en voz calma. - Soy Black, tu mentora a partir de hoy(

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