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Kaalia 12 Años.

𝓟𝓪𝓹𝓪́
 
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TheodoreD · 56-60, M
—Así es esto, nos llegan sujetos rotos nos toca a nosotros darles dirección a sus miserables vidas, no deberías quejarte es probable que por fin consigas entrenar a un grupo competente, a lo mejor encuentras a quien te reemplace entre ellos...— Diría tranquilo volviendo a su silla, levantó la mirada a donde los ojos de Mathias y soltó una carcajada por la insolencia de este. — Sigue llamándome viejo, sigo creyendo que cuando tengas mi edad necesitarás un puto bastón para moverte, fuera de aquí, tus reclutas se van a empezar a enfriar y sentir cómodos si no vuelves a joderles la vida.—
TheodoreD · 56-60, M
—Ya te lo he dicho, haz lo que debas hacer con ella, en caso de que no sirva yo me encargaré del resto.— Le repitió a aquel hombre, ya una vez había cometido el error de dejar que la madre de Kaalia saliera de la organización y se llevará a la pequeña cuando nació, ambas eran propiedad de la patria y de la organización, sin embargo era la manera de premiar el servicio de aquella mujer que si bien le causaba enfado que existiera también reconocía que no había causado problemas ni hablado de más, era probable que la única persona a la que hubiera hablado de la organización era a la niña, y si esa niña sería propiedad de la organización esa mujer valía más vida, al menos por ahora. —¿Ronan?, el psicopata.— preguntó al escuchar aquel nombre, sonrió apenas como si recordara aquella vez que encontraron el peculiar “talento” del mocoso.
(...)
TheodoreD · 56-60, M
Sabía guardar silencio, era una de las cosas que le habían enseñado en su entrenamiento, aprendió a analizar a las personas, a entenderlas para saber como romperlas, todo eso se lo enseñó a Mathias, sabía perfectamente que era la persona correcta ´para entrenar a aquella chica, no había nadie más, ni él se consideraba apto para aquella tarea, volteó a verlo cuando por fin terminaron sus reacciones y su discurso, había desarrollado paciencia para aquel hombre, era útil y confiable a la causa, probablemente el único con el que trataría aquello y el único al que le podía dejar en claro cuál era su intención respecto a Kaalia.(...)
SW-User
Así que quieres el trato más especial que se le puede dar a un aspirante ¿Eh? Desde que inició el entrenamiento de Ronan no me habías pedido otro igual.

—Una sonrisa torcida se extendió por su rostro, pues si algo disfrutaba era poder emplear absolutamente todos sus recursos para formar un solo elemento, los resultados siempre habían sido satisfactorios.— Supongo que si es tu sangre, algo tiene que haber sacado tuyo y más le vale que así sea, ha tenido una vida fácil y no tiene ni la más mínima idea de en lo que se mete... ¿Estás seguro de que nos servirá? —Posiblemente era la mayor preocupación de Mathias, tener que desperdiciar tiempo en alguien que no valía la pena, pero si debía ser sincero no necesitaba respuesta alguna y tenía más que claro que Theodore no se la iba a dar.—

Como sea, tu mandas anciano, tu mocosa recibirá el mejor trato que soy capaz de dar.
SW-User
Kaalia Dahmer... Con un carajo Theodore ¿En verdad terminó aquí por su propia voluntad? ¿Acaso tu bastarda salió igual de loca que tú?

—Una corta risa se le escapó mientras su mirar se mantenía fijo en aquel quien fuera el jefe de la facción. Parte de si no daba crédito a lo que estaba pasando, pues la madre, esa mujer que como elemento fue destacable pero que al final no fue capaz de entregar todo a su patria, bien se había encargado de alejarla de todo ese mundo deseando para su hija una vida normal, pero sabía bien que con ese tema Theodore era incapaz de jugar y sobre todo cuando hizo su petición, que más que una orden Drakov podía tomarlo casi como un favor personal.—(...)
SW-User
—Si esa mañana al despertar alguien le hubiese dicho o siquiera intentado dar a entender que estaría recibiendo noticias así por parte de Theodore le habría pegado un tiro creyendo demente a quien lo hiciera, pero en ese momento y siendo el mismo Dahmer quien le estaba informando la situación su arma tendría que quedarse enfundada un rato más.

En principio apenas supo que se trataba de un nuevo recluta dejó de escuchar por un par de segundos mientras tomaba el expediente, pero apenas el apellido de su amigo fue mencionado su atención volvió hacia lo que este le decía y mientras oía leyó el nombre de la nueva aspirante que estaba por caer en sus impiadosas manos.—(...)
TheodoreD · 56-60, M
—Vino aquí por su voluntad y desea unirse a los vipers, pensé en regresarla con su madre pero admito que hay fuego en esa mirada y siempre es mejor dirigir el fuego que permitir que haga arder las cosas a voluntad, mañana pasarás por ella, le dí la opción de huir pero se que estará esperándote, la dirección del lugar donde se queda está en el expediente— por fin dio aquella instrucción a su viejo amigo, pero había algo más, algo que debía pedirle de forma personal. — ¿Recuerdas tu entrenamiento verdad?, asegúrate de que ella recuerde para siempre el suyo, usa lo que necesites de su expediente, aprende todo lo que requieras conviértela en una verdadera viper y si eso no sirve reportarlo a mi, yo me encargare de deshacerme de ella.—
TheodoreD · 56-60, M
Hizo un leve gesto y levantó el rostro manteniendo la mirada en el documento que estaba aún en su escritorio, el archivo que tenía todo sobre la nueva recluta que Mathías tendría a cargo, su nombre, donde creció, sus padres, quienes habían sido sus amigos e incluso como había llegado a ellos, era un trabajo maravilloso, prueba de que aún y cuando nunca estuvo al lado de la joven jamás la había dejado de vigilar, y es que dentro de todo aquel hombre de ojos azules disfrutaba tener el control de todo. —La niña, Kaalia… Dahmer— anunció a su amigo lo que se encontraría cuando empezara a revisar el expediente, el había sido el único al que le contó de forma directa de la existencia de la chica. (..)
TheodoreD · 56-60, M
Ya se había levantado y encendido un cigarrillo abriendo la ventana de la oficina para que el humo saliera sin llenar su habitación, negó nuevamente cuando aquel hombre entró a su oficina, su carácter era el de siempre, le parecía extraño que pudiera contenerlo durante las misiones, aunque claro lo había entrenado bien para ello. — Te tengo otro juguete nuevo. — Diría con una voz serena antes de voltear a ver a su viejo amigo con atención, pese a lo relajado de su rostro y de sus hombros no había señal alguna de que estuviera feliz o esperanzado, sin embargo al decir aquello era notorio que había soltado un peso que llevaba cargando durante años, y es que todo su ser incluído sus errores debía pertenecer y servir a la patria y a su causa, incluida también aquella chica su único descendiente y único familiar directo.(...)
TheodoreD · 56-60, M
Cuando pidió la presencia de Mathias esperaba perfectamente la respuesta de su parte, la lengua de aquel viejo solía soltarse con facilidad cuando hablaban, era tan normal que incluso él respondió de mala gana y altisonantes palabras a sus insultos y colgó lanzando el dispositivo usado al escritorio con algo de fuerza, esa era una de las habilidades de “su mano derecha” uno de los pocos vipers que había entrenado y probablemente el único con el que tenía paciencia suficiente para llamar amigo. (...)

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