« Back to Album
—Confessions
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
El melancólico azul de la noche es el último color que le da un matiz sombrío a la pintura en donde avanza la solitaria musa, doncella de largos cabellos tan claros como flores de cerezo y boca pintada de rojo ; avanza sosteniendo un parasol que cubre parte de su silueta dando un sombrío aspecto a la favorita del Emperador Toba.

La señorita Mikuzume abandonó los jardines del palacio para deambular por los exteriores, pasos tan finos eran imposibles de detectar, casi flotando danza con solo el silbido de la noche acechando su caminar.

Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que ha sembrado la semilla del caos en esa tierra nipona y sus garras ocultas por el kimono imperial se mueven ya inquietas queriendo saciar su deseo por la destrucción y la poca fortuna ; es lamentable la situación del a mujer demonio, tiene encima los ojos de Onmyojis poderosos que dudan de su gran intelecto y belleza amenazando entre los susurros de las habitaciones su inminente caida.

(1/2)
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment