theDevilRaianKure

- Desplazamiento que escasea del acoplamiento de sus gesticulaciones, siendo algo más zafio en lo que descolla. Su propensión recae más en sus capacidades físicas. Esto fue el efímero análisis que logró sacar al ver esos toscos movimientos.
Su humanidad no tardo ni un ápice en reaccionar ante tal raid, no logró culminar su agresión pero estaba en una perfecta posición para una evasión.
Siendo alguien superlativo en las riñas cuerpo a cuerpo fue fácil para que el encontrará una repuesta ante su ataque, usando como eje su pinrel ubicado en la zaga, el sólo realizó una maniobra de rotación instantánea hacia su lado zurdo; levantando la extremidad que no logró hacerle ningún daño relevante al contendiente. Luego de realizar tal acción cilíndrica en una medida de 240° apoyo la suela de su pierna elevada, en su lateral derecho, y ya teniendo una distancia de un metro entre ambas de sus anatomías realizó otro giro pero ahora de 160° hacia la misma dirección que en la que dio alpha a su regate magnánimo.
Dejando en evidencia su prominente táctica al opuesto, esto se podría parecer a como los toreros eluden a aquellos animales con tanta certidumbre y elegancia también acompañado de sencillez.-

- ¿Ya finiquito?, para nada. El arte está en saturar al contrario con ataques sin darle tiempo a proyección.
Usando la misma energía cinética del desplazamiento de viraje, desenfunfa por completo su sable o mejor dicho, su cómplice. Ambas de sus palmas recaen en la empuñadura de su armamento ya libre de la vaina que lo amparaba. Sus brazos estaban bien rigurosos ya que quería acertar en tonalidad con el mandoble.
Ejecucta presión de su cadera hacia arriba, sitúa gran parte de su vigor en sus ante brazos. Realizó un corte horizontal que va en una senda hacia su cuello, el filo de su arma promete remover toda extremidad o cosa que se interponga en su vía. Su destino es esa zona peculiar ya que quiere dividirlo para que deje de vocalizar tanta paja que emerge de sus fauces. Con ello liquidar su existencia de la forma más varonil posible, no es ameno aspirar el mismo aire que ese sujeto.
Esta acción constituyó de mayor velocidad que la antepasada, la propulsión que le dio aquel giro fue la que le brindó superar la barrera anterior. -

- El contendiente hizo acto de presencia, apenas logró percibirlo con su divisar arqueo sus piernas y al unísono emprendió una embestida hacia aquel que supondría que sería su antitético. La misma constituyó de ir de forma recta hacia su frontal, el no estaba para ningún recreo. Ha diferencia del antagónico, el no es alguien que interactúe con algo que ya está inanimado en su entendimiento.
Su trayecto fue raudo, apenas el opuesto dejó de hablar insensateces el ya estaba en su vanguardia intentando posicionar la suela de su pie derecho, que es cubrida por una sandalia desgastada, que las carga puestas en su par de extremidades. Justo arriba del pinrel contrario, buscando inmovilizarlo para que no tenga escapatoria de su persona. No seria ameno que otro de sus enemigos intententen escapar.
Además de eso, posiblemente por la fuerza impregnada en el pisotón fracturaría el pie de su víctima lo cual impediría que realizará alguna actividad con esa zona ya quebrada, en el hipotético caso que acierte de pleno en lo ya descrito.
Pliego su extremidad inferior antes de realizar tal acción, para que cuando haga contacto con un apoyo que le sirva para mantener un centro de gravedad bajo, vaya a ultimar por lo que está por redactar.
En el segundo plano quedó su ofensiva concluyente, mientras su principal arremetida desciende el ya había llevado ambas de sus manos a la empuñadura con trazos de tonalidad bermellón. La sujeto con impetuosidad y en un movimiento fugaz recalcó su magna pericia con aquel sable de un metro cincuenta, desenvaino su armamento y en el instante exacto que su pie toque superficie, lanzará un corte vertical ascendente con el filo de su acero grisáceo observando al firmamento cerúleo, que admira la pugna de aquel que es invencible bajo el sol.
La hoja de su katana tiene la finalidad de mutilar desde la entrepierna del contrincante hasta su hombro, en el transcurso dividirá lo que permanezca en su senda, como lo pueden ser: nervios, tejidos, intestinos, costillas entre otros.
Su compañera bélica quiere bañarse entre el plasma que circula por la anatomía del hostil.-

- Se adentra buceando aquella zona urbana, su transitar era bastante parsimonioso por aquel sendero de pavimento.
Para un vagabundo de la época Sengoku es bastante enigmático errar por un área con esas peculiaridades, aún así, la actividad en aquel lugar está bastante menguada por no decir nula.
Edificaciones se alzan por la cercanía, centros comerciales cerrados se ubican en múltiples puestos de la metrópoli.
El sin igual entre los hombres se detuvo en el punto céntrico de una plaza sin cosas que pudieran obstaculizar su visión periférica, la topografía es rasa, no existe ninguna relieve en la misma. La longitud del entorno debe rondar por el kilómetro al cuadrado.
Se mantiene erguido mientras el que mora en lo más alto le brinda sus rayos de fulgor que amenazan con llegar a los sectores más umbríos.
La indumentaria que ampara al maestro dos cielos está constituida por un haori albo y un kimono negro, siendo un ropaje característico de su cultura.
Su melena azabache junto a sus prendas flamean a la mano de los vigorosos vendavales que arremeten contra su fisonomía hercúlea.
Este será el escenario para la supuesta pendencia, los aires bélicos proclamaban la sangre que estaba por venir.
Su humanidad estaba apercibida que habían enviado a un homicida para finiquitar con su existencia, no era algo novedoso para su persona. El sólo se mantuvo rígido con su guardia en alto, una anomalía en el ambiente y estaría muy eufórico en emplear uno de sus dos sables largos que yacen en su funda en el lateral siniestro de su cadera sostenido por un cinturón que los retiene ahí. -