—¡Te prometo que no le diré a nadie ni cantaré al respecto — Vuelve a extender la mano hacía donde Mona, estaba bastante ebria a esas alturas, aunque seguro que nada más había bebido una o dos copas.
— no te atrevas a mencionarlo en alguna de tus canciones, pequeño bardo — Puede mantener el equilibrio aun o eso cree al aun no haberse levantado luego de unas horas
—No hay nadie más, va a ser nuestro secreto, hehe— Extendió su pequeña mano en dirección de donde Mona, de una vez se adelantaba por si se quería mover, no quería terminar viendo como se caía de cara en el suelo.
— Gracias por gritarlo al mundo, aprecio tu falta de tacto — El sarcasmo en su lengua es notorio, alzando una ceja preguntándose en donde se acumula tanto alcohol en un cuerpo tan pequeño
—Porque estoy acostumbrado ¡y parece que tu no!—En realidad si, además, como siempre bebía se necesitaba bastante para poder tumbar a Venti, con todo y su corta estatura además de su bajo peso.
— No es necesario que hagas eso..— Los movimientos continuos de los dígitos le marearon haciendo que cerrase los ojos con mala expresión — Lo que me sorprende es que tu no lo estes, usualmente se te ve desde la ventana casi destrozado pro el alcohol —
—No me engañas— Movió un poco su mano frente a la vista de la chica, parecía ser había bebido más de lo debido. Dio un profundo suspiro y negó con la cabeza.
— No..— Aseguro tras un bufido, dejando la copa sobre la mesa. Ha bebido poco pero su nula experiencia con el alcohol le hacen susceptible a sus efectos.
