La noche se agitaba dentro de las instalaciones de un Acuario en Japón, en las oficinas principales se escuchaban murmullos y lamento entre el jefe del lugar y el resto del personal atados de las muñecas con una soga, los ojos y bocas estaban tapadas con cinta negra adhesiva; todos menos el jefe. El castaño se acerco sin mas tomándole del mentón y apretándole de las mejillas con una sonrisa bajo esa mascara de la peste.
— Hey agradezco que colabores, mira que al comienzo ya me estabas tocando la moral, pero todo se arregla con mano dura al final. [+]
Cuando la presión del agua paro solo se quedo atónito al ver que lanzo aquella extraña membrana solo para cerrar el agujero del vidrio, de ese modo tapar la fuga de agua. ¿Enserio quería seguir con esto? Aria había tomado este reto con mucha determinación.
Se puso de pie ahora corriendo hasta el cristal, ahora podía notarse con claridad como la su pareja tenia la ventaja cuando lo levanto hizo ver al animal mas peligroso y letal del océano como un mero oponente débil, una mirada a los espectadores de que ella reinaba.
La imagen fue cruda, horrenda pero quedo quedo ahí anonadado, todo ese lapso había quedado en silencio hasta que la vio saltar de victoria, poco a poco dibujo una sonrisa en su rostro ya aliviado pero haciéndole gracia todo lo que le hace pasar.
— Jajaja, oye, si que me haces asustar, un dia de estos no sabre que pensar, bien echo, sabia que querias pelear con el por eso te traje.
Aclaro mientras hablaba con ella desde el otro lado del cristal, froto su diest
