... ahora sé que hay seres muy fuertes en este mundo, y por ello debo esforzarme un poco más para alcanzar ese nivel...
Con su semblante aún abajo elevó la diestra para accionar una carga eléctrica sobre la palma de su mano, miles de voltios rebotan ahora asemejando pequeños rayos que controla a la perfección. Cerraría su puño absorbiendo la estela de energía, sacudiendo su brazo al terminar y elevando la mirada antes de darse media vuelta, dándole la espalda a la oscura entidad.
─ ... Algún día volveré para recuperar mi sangre, y quizás te cobre el interés...
Una corta sonrisa se desplegó desde sus labios heridos, aún con aquel amargo sabor recorriendo su garganta en cada paso de saliva, tomó iniciativa para proclamar algunas palabras ya que sentía necesidad de elogiar aquella presentación. ─ Entonces eso eres... ahora entiendo que no eres un ser al que deba tomar muy a la ligera, sin embargo...
Hizo una corta pausa, bajando su mirada antes de completar su frase. Ni siquiera lo pensó, solo lo dijo y fue quizás un poco intrépido, tal vez mucho más de lo que debía.
─ ... no siento temor alguno de ti. Quizás solo es mi lado humano el que impulsa esta estupidez, pero agradezco mucho la enseñanza...
... que se concentra sobre su paladar luego del estímulo de la lengua contraria. Fue el propio sabor de su sangre, que como un antídoto llegó acompañado de dolor para apaciguar el desespero de sus papilas ante el fuerte sabor, luego de completar el proceder intenso de aquel beso y el roce de sus afilados colmillos, mismos que dejaron clara marca y un sangrado continúo. Una vez liberado de aquella atadura, utilizó la parte superior de su brazo para limpiar la sangre que aún emana desde los cortes, notando la satisfacción de aquella entidad, al parecer había funcionado bien, pero cumpliría ahora su parte del trato, solo podía esperar para comprobarlo, mientras tanto la dejaría disfrutar su momento sin interrupciones.
Su egocentrismo fue silenciado por la acción de la doncella oscura que en una sola acción, tomó dominio entero sobre el albino quien solo pudo ajustar su mirada sobre la ajena. La presión sobre su cuello aunque no era nada cómoda no llegaba a lastimarlo, por alguna extraña razón no sintió necesidad de alejarse ni mucho menos deseos de pelear, era como si aquella aura oscura que ahora los rodea a ambos, otorgara paz a su ser. Había recorrido durante mucho tiempo esas tierras en busca de algunas respuestas, sin embargo, el encontrarse con aquella criatura de imponente presagio, suponía una casualidad a su favor, no podía bajo ninguna circunstancia perder su única opción de acceso a una respuesta concreta que lo encamine más cerca de sus objetivos. La fusión de sus bocas dejó sorpresa sobre la mirada del chico; ambos ojos se abrieron y la reacción inconsciente de su cuerpo fue tragar aquel amargo fluir...
en el rostro, una mirada extasiada en un morboso placer por el mero capricho de probar la sangre una vez mas como el que quiere un helado en verano. Sin delicadeza dio un latigazo con la cola soltando el cuello del joven finalmente alejándolo de ella. Solo quedo la escena de la Daeva saboreando su premio cuando la flexible lengua repaso sus labios y tragar saliva. Quizás ahora hablara menos. ─ 𝒜𝒶𝒶𝒶𝒶♡~...
𝗡i un segundo mas. Sigue pensando que habla demasiado y su jovial entusiasmo la asquea. Elegir la boca como pago es por el mero hecho de callarle . Las alas se desplegaron repentinamente dando sombra a ambos, la cola que se enrosco a su cuello fue elevando su rostro para que se miraran fijamente, incluso acaricio los labios del joven con la punta de esta en una gala de una destreza ingeniosa. El acercar es inminente, los últimos centímetros los apresuro la Daeva para juntar finalmente sus oscuras comisuras en el joven. No fue un beso de cuento de hadas. Un sabor fuerte es la que inunda la boca ajena, un néctar amargo regala la bífida lengua que invadía el interior. Sin dar espacio a respirar prolongo aquel juego en diferentes velocidades y ángulos, los múltiples araños, cortes, perforaciones que daban sus colmillos en la zona de su boca e incluso las exteriores hizo fluir la sangre en la que ambos se bañaron. Ahzi satisfecha fue retirándose lentamente para suspirar
─ ¿Es así?... Dijo mostrando nuevamente esa confianza sobre su semblante, haciéndole frente una vez más a esa altiva dictadura que impregna las frases exclamadas por las fauces de aquella entidad oscura. ─... de ninguna forma he puesto en duda tu posición en todo esto, hice una observación y si lo analizas, comprobarás que solo estoy cuidando mi parte del trato. Elevó la mirada buscando en una oportunidad más encontrar aquellos ojos que demandan oscuridad y se muestran algo incómodos ante la extensión de aquella charla. Aitor no era un tipo que diera su brazo a torcer tan fácilmente, sin embargo estaba claro que aquel espectro tenía un punto a favor y era encontrarse en sus dominios, por lo que debía negociar con cautela. ─ Muy bien! Puedes tomar un poco de sangre, y esperaré mis respuestas...
𝐄l humano habla demasiado, no uno ordinario, pero uno al fin y al cabo. Un poco de electricidad estática no supone una medida para hacerla recular, mas bien. La embaucadora arrugo la nariz molesta y impaciente. ─ Silencio..."¿Exigir mis derechos?" "¿No nos conocemos de nada?" Lo único que recibirás de mi será una explicación y tu me darás tu sangre. Un trato con una Daeva, no soy una sucia Succubo. No negociare ante un precio tan ínfimo. 𝐒entencio con firmeza y una ágil cola se movió para enroscarse al cuello del joven, apretó con fuerza solo los primeros segundos para arrodillarle frente a ella, ahora sin soltarlo pero aflojando el agarre fue inclinándose para observarle sonriendo de nueva cuenta y una lengua bífida repaso sus comisuras ansiosa, muchos milenios son los que lleva encerrada y esto solo es un pequeño "foreplay" para su entretenimiento. ─ La sangre la reclamare de tu boca.
Pudo notar aquel deseo que grita solo con ver las últimas acciones de aquel ser oscuro ¿Acaso en verdad estaba sedienta? ¿O era acaso una treta para apuntar a su lado vulnerable y tomar una ventaja? De cualquier forma, en este punto ya no existe un retorno, solo podía dejar todas sus cartas sobre la mesa y prepararse para el peor de los escenarios.
