ー Precisamente era ese el motivo de mi pregunta: saber si estabas lo suficientemente listo para llevarte de cacería. Sin flechas. Sólo usando tu rapidez, tus manos y armas simples.

Si has de ser un guerrero, debes acostumbrarte al olor de la sangre, a la textura del músculo y la piel en tus manos desnudas.

Para efectos de simplificación se quitó una daga del cinto, para mostrársela. Siendo el diseño de su gente, entre mango y funda se formaba una curva. Madera y cobre en cuyo bajo relieve la forma de un dragón se dejaba ver. Y al desenvainar, un filo tan agudo como el pétalo de una flor; en la hoja había caracteres escritos. Su nombre.

—Si, el miedo puede ser un buen amigo. — lo aprendió haciendo experimentos con animales, con esclavos, incluso una vez llego a torturar a Magda por una travesura, pero sabe y conoce a la perfección el miedo y lo que este provoca.

—Ya hace un par de semanas las comencé, aunque es un poco aburrido porque me las da el amigo de mamá, tío Erundur. Prefiero ir a cazar con Yitien! —dijo maravillado de aquella grande mujer en quien confiaba y le encantaba su forma de ser, igual que con Zhen, pasaba las tardes sin aburrirse y sin pensar de más.

ー Eso ayudará a aplacar sus instintos y obedecer mejor, ¿no?

Se notó cómoda y alegre en compañía del muchacho; éste gozaba de una mentalidad diferente a cualquier joven de su edad. Tenía inquietudes bélicas, lo notaba. Y ella bien sabía que reprimirlas podría resultar contraproducente. Quizás sólo reencaminarlas sería lo ideal.

ー ¿Has comenzado ya tus entrenamientos, Ívar?

—¡Ah! Entonces si lo requieres de esclavo, vuélvelo un eunuco. —le sonrió a la mujer, le gustaba su compañía. Es agradable tener ese tipo de pláticas con ella, ya que los demás incluso su madre le veían reprobando su pensar.

ー Excelente idea, Ívar. ¿Pero qué tan funcional sería un esclavo sin mano? Decidí que lo tomaré como servidumbre. ¿Qué otra parte sugieres cortarle?

—¡Jun! córtale una mano (?)—