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—¿Lo prometes?— Se apresuró a decir, no soportaba la sola idea de que le hicieran daño, aunque conocía los riesgos del trabajo para el que había sido contratada, no pudo evitar llorar, gimoteando suavemente entre sus brazos.
Zareen · 26-30, F
Apretó sus labios, había elegido muy mal sus palabras y eso había desencadenado en su amada la inseguridad, Zareen respiró y la rodeó con sus brazos con firmeza, quería decirle que jamás la dejaría ir. — Rosie...— le llamó como solía hacerlo de cariño, cuando nadie más miraba o escuchaba. — Jamás confiaré en que soy indestructible, porque ante todo soy tu escudo y espada, uno que debe conocer sus límites para no romperse enmedio de una batalla difícil...— apoyo sobre la cabeza de Rosé su mentón y cerró sus ojos. — Tendré cuidado, siempre...—
No la soltó, por el contrario, se aferró a ella con toda la fuerza que pudo. —Porque nadie es indestructible, Zareen... ni siquiera tú. Y si ese exceso de confianza hace que un día te maten...— La idea de quedarse tan sola otra vez hacía que se le encogiera el corazón. Su ingenuo sueño era estar entre las estrellas y con mucho esfuerzo, con muchos sacrificios, a pesar de su origen lo había conseguido, pero después de alcanzar la cima, cuando miró hacia abajo... se dio cuenta de que la vista la mareaba, las cosas no eran como había imaginado, era más una prisionera, lo había sido durante años y solo al conocer a la dragona se había dado cuenta de lo bien que se sentía pisar el suelo bajo sus pies.
Zareen · 26-30, F
Rosé se preocupaba demasiado, no podía comprender del todo sus palabras, Zareen nunca había sido así de cercana con alguien. — ¿Por qué temes que no sea como lo digo? — se aventuró, quería entenderla mejor, conocer sus preocupaciones y de esa manera poder cuidar mejor de ella y lo que tenían que si bien no era nada formal, definitivamente había muchos sentimientos de por medio.
—Me da miedo cuando dices cosas así...— Cerró los párpados, acurrucándose contra ella, sus orejas caninas estaban más agachadas que de costumbre, perdiéndose entre su cabello claro.
Zareen · 26-30, F
— Rodeó su cintura con sus dos manos, la apegó un poco a ella e inclinó un poco su cuerpo para pegar su cabeza a su cuello aspirando profundamente su aroma. — Voy a estar bien, soy dura y nada puede contra mi. —
—A pesar de lo sexy que te ves cuando fumas, no quiero que termines enfermando.— Se acercó a ella, rodeó su cuello con ambos brazos y prácticamente se colgó.
Zareen · 26-30, F
La miró por un momento, iba a reprocharle sin embargo solo suspiró, le quitó el cigarrillo y lo arrojó al suelo pisandolo. — Entonces trataré de dejarlo. ¿De acuerdo?—
—Esto te hará daño.— Hace un puchero.
Zareen · 26-30, F
— ¿Que pasa? — Levanta una ceja, le había tomado por sorpresa.

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