*Faltaba mucho para las clases nocturnas, por esa razón, el albino caminaba por esos rincones. Observaba la rutina escolar de los alumnos que asistían a las horas diurnas. Como lo esperaba su estado era más anímico, alegre, casi daba miedo. No faltaban las quejas de algunos. Se detuvo unos leves fracciones de segundos apreciando el paisaje, luego continuo su camino . El clima era demasiado agitado, fuertes ventiscas azotaban la población. Pronto el invierno llegaría, de eso estaba seguro. Sin reaccionar a tiempo, se había impactado con alguien. El humor del albino no es muy apacible cuando se trata de encuentros bruscos con los humanos. *
Fijate por donde caminas...
*Alborotó su cabellera, fijo la mirada el humano, por las prendas de vestir deducía que era estudiante de la academia, la cual acaba de pasar. Luego de su disculpa, su actitud cambió. Buscaba algo, no iba a meterse en asuntos ajenos, ignoraría el encuentro no si antes sentir algo debajo de sus zapatos. Se arrodillo para ver que era. Encontró un trozo de papel. Probablemente esto sería lo que buscaba el varón.*
