Perdón llego a irme por un tiempo por que tengo ocupaciones que hacer, me ayudaria que comenzaras..
SW-User
En ese instante esta saliendo de unos de mis lugares favoritos para poder comer, un pequeño restaurante a lado de una bella plaza hasta que noto que un papel vuela cerca de mi rostro tomandolo sintiendo que alguien choca contra mi aunque no le muy bien el rostro tomandole de la mano para que no se caiga mirandole a los ojos- Mmh esta bien le paso algo malo -Dijo algo preocupado por saber como estaba aunque el joven no me responde nada esperando que me diga algo-
*Faltaba mucho para las clases nocturnas, por esa razón, el albino caminaba por esos rincones. Observaba la rutina escolar de los alumnos que asistían a las horas diurnas. Como lo esperaba su estado era más anímico, alegre, casi daba miedo. No faltaban las quejas de algunos. Se detuvo unos leves fracciones de segundos apreciando el paisaje, luego continuo su camino . El clima era demasiado agitado, fuertes ventiscas azotaban la población. Pronto el invierno llegaría, de eso estaba seguro. Sin reaccionar a tiempo, se había impactado con alguien. El humor del albino no es muy apacible cuando se trata de encuentros bruscos con los humanos. *
Fijate por donde caminas...
*Alborotó su cabellera, fijo la mirada el humano, por las prendas de vestir deducía que era estudiante de la academia, la cual acaba de pasar. Luego de su disculpa, su actitud cambió. Buscaba algo, no iba a meterse en asuntos ajenos, ignoraría el encuentro no si antes sentir algo debajo de sus zapatos. Se arrodillo para ver que era. Encontró un trozo de papel. Probablemente esto sería lo que buscaba el varón.*
Le dedico una leve sonrisa mientras caminaba a su lado, todo parecía tan tranquilo la demás gente seguía su rumbo ya sea para irse a sus casas o ir a otro lugar. El menor lo primero que quería mostrarle era una heladería por lo tanto tomaron otro camino este estaba solitario apenas se podían ver a algunos gatos correr de un lado a otro, el ambiente poco a poco se iba tornando pesado se sentía como si a ambos los siguiera alguien y efectivamente asi era, un extraño ser aparecia enfrente de ambos gritando y señalando al menor.
¡Lo matare!~
Dicho eso le da un fuerte golpe para chocarlo contra una pared, el menor comenzaba a toser sangre y con dificultad te decía que huyeras.
** el sirviente se queda pensado un poco ya que la ciudad es grande y es fácil perderse y recuerda que su master le dio un teléfono celular para comunicarse
El sirviente revisa sus bolsillos para dar con el teléfono y al el contralo resulta ser un teléfono sencillo de esos de doblar El sirviente muestra su número al joven yuma para que este lo anote
