—La historia del ojo es más entretenida de lo que crees, pues es de la vez que me atraparon "con las manos en la masa". A la reina no le gustó que después de que burlara la seguridad de sus dominios y terminara metida en su habitación, sus doncellas nos encontraran en medio de -como ella lo puso- mi atrevimiento de robar todo lo que poseía, incluso las ropas que llevaba puestas.
La observó mejor cuando tomó asiento a su lado, fijándose sobre todo en su cornamenta, su cabello rojo y sus ojos verdes. —Ling~ imaginé que serías tú. Nadie más puede haber con una cornamenta como esa y que afirme que es un oráculo. —Dio un par de tragos seguidos al contenido de su vaso y tras pasar el ardor del licor por su garganta pudo dignarse a responder—. "Temeraria" suena mucho mejor que el "hiperactiva" o incluso "descuidada" que he escuchado. —Apoyó su mentón en su mano libre, observándola un poco insatisfecha—. Huh. ¿No puedo fiarme? ¿Entonces significa que me has estafado con tu regalo de hace rato?
Se estremeció ligeramente con el sonido repentino de la suave voz de la cabra en su oído, lo que le sacó una sonrisa y se la mostró al girarse. —Bien, menos mal. No puedo decir que he aprendido la lección después de cada herida que me he hecho.
⸺ Eres toda una aventurera, eh...Como oráculo de la familia déjame darte un regalo. ⸺ 𝖤𝗌𝖼𝗎𝖼𝗁𝖺𝗋 𝖾𝗇𝗍𝗋𝖾𝗍𝖾𝗇𝗂𝖽𝖺 𝗅𝖺 𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺 𝗒 𝖺𝖼𝖾𝗋𝖼𝖺𝗋𝗌𝖾 𝖺𝗅 𝗉𝗎𝗇𝗍𝗈 𝖽𝖾 𝗅𝗅𝖾𝗏𝖺𝗋 𝗅𝗈𝗌 𝗅𝖺𝖻𝗂𝗈𝗌 𝖺𝗅 𝗈𝗂́𝖽𝗈 𝖺𝗃𝖾𝗇𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗌𝗎𝗌𝗎𝗋𝗋𝖺𝗋. ⸺ Nadie te arrebatara tu ojo restante, lo puedo ver claro.
