No fue consciente de la importancia de sus palabras hasta que Fang le pidió repetirlas, un leve rubor se apoderó de sus mejillas pero ya no tenía escape, la tenía más que atrapada con ese agarre.

—Dije.. "Mi amor"— Repitió con voz suave, aterciopelada, aprovechando que estaba tan cerca de su oído y de paso le dejó una traviesa mordida en el lobulo de la oreja.

Quedó sorprendida por un momento, irguiendo su postura. Aprovechó que estaba cerca de la rampa de montaje y bajó presurosa por ella con una enorme sonrisa, hasta llegar a su lado. Acercó su oído a sus labios y le rodeó la cintura con uno de sus brazos, como para que no escapara de allí.

—A ver, repite, ¿cómo me llamaste, Qīn'ài de?

—¿Acaso pensabas que yo era cobarde mi amor? No te puedes librar de mi, ahora me llevarás contigo a todos lados— Aunque si, le da cierta inquietud viajar el barco.